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Hubo un tiempo en el que La Terraza Buenavista era el proyecto culinario donde Pablo González vislumbraba un futuro prometedor paralelo al ya conseguido por Cabaña Buenavista, que ostenta dos estrellas Michelin, ni más ni menos. Varios cambios posteriores, ajustes y giros empresariales han dado ... lugar a un espacio delicioso al aire libre, como siempre, pero con una oferta gastronómica más concreta, con una carta corta -de platos y de vinos- y un menú degustación que acierta en casi todos los pases de la experiencia. La sala está a la altura de esta otra forma de cocinar que tiene Pablo, donde el cliente sabe lo que come, los sabores son profundos y equilibrados y el espacio resulta ser un respiro espiritual del ajetreo de la capital.
En La Terraza se está verdaderamente en la gloria. La carta ofrece un menú de 55 y otro de 75 -sin bebida y con ella- para los que no quieren calentarse la cabeza. Falsos niguiris de salmón y ponzu; de marisco con sardina ahumada; y de perdiz en escabeche con boquerón; taco de ave al curry tailandés; caballito de gamba roja fresca; y brioche relleno de carrillera guisada y queso al vino son los snacks a la venta. Ensalada de tomates semisecos; steak tartar; y tuétano con crucíferas para continuar; guisos como lentejas y garbanzos con bacalao; y, para terminar, lubina a la bilbaína; fideuá de corvina; solomillo de ternera y chuleta de novilla, entre otros platos para terminar.
El menú degustación comienza con una mantequilla de anchoas hecha en casa de la que es imposible dejar de comer hasta que le ves el culo al plato. Seguidamente, tres snacks: el falso niguiri está compuesto de una alga nori en tempura sobre la que descansa una ensaladilla en vez de arroz y la corona un filete de salmón. El taco, una pieza de bocado, explota en la boca el sabor de curry con las verduritas y un crujiente de tempura. En este caso echo de menos que la tortilla de trigo pase por el fuego dándole un punto más. Quizá un sopleteado sería suficiente. El último aperitivo es una estupenda carrillera dentro de un pan brioche con un toque a queso que le va de maravilla.
7
Cocina
7/10
Calidad/precio
7/10
Servicio
7/10
Local
8/10
Bodega
6/10
Dirección Urb. Buenavista. El Palmar (Murcia).
Teléfono 670 327 596.
Horario Abre al mediodía todos los días, menos lunes y sábados.
Precio medio Menú degustación, 55 euros más bebida; y 75 con bebida incluida.
Pero son los dos platos principales donde se ve la mano del cocinero y ese estilo desenfadado que le da a La Terraza el nivel esperado. El tiradito de lubina con leche de tigre de mango y el falso risotto -en realidad es pasta- de setas y espuma de parmesano son dos imprescindibles del local. Dos platos perfectos en sabor, textura, producto y presentación. El sabor de setas y trufa de la pasta y la acidez del pescado crudo fileteado son perfectos.
Pruebo, fuera del menú, la caballa en escabeche con crujiente de alga y aire de hibiscus, donde la gran cantidad de pescado dispuesta en el plato y el punto de los dos lomos parecen tener margen de mejora. Como plato final del menú degustación sale de cocina un codillo ibérico, tierno como el agua, acompañado de una crema de aguaturma, una salsa de su propio jugo y unas patatitas baby bien aliñadas. Quizá el solomillo de ternera sea más apropiado, a mi parecer, al resto de platos del menú, aunque el codillo deja satisfecho a quienes tenemos un buen saque.
Termino con la estupenda tarta de manzana con helado de vainilla donde el hojaldre queda fino y crujiente y con la sensación de que La Terraza es de esos sitios a los que volver para seguir de cerca los otros platos de Pablo González.
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