25 platos de la cocina regional en 2025: un recorrido por las mejores propuestas gastronómicas

La memoria tiene sus propias reglas. Podemos recordar con detalle el sabor de la primera Juanola que probamos cuando éramos niños y no tener ni pajolera idea de lo que cenamos ayer. El sentido del gusto, ligado al olfato y muy bien relacionado con el de la vista, nos proporciona el placer de comer y, cuando la experiencia de nuestros sentidos se multiplica, el disfrute gozoso roza el clímax.

En estas páginas hemos recogido 25 platos para probar este 2025 y que se queden en la memoria para el resto de nuestros días. Platos que nos emocionan por la calidad de sus productos, por sus potentes sabores tradicionales, sus texturas, su equilibrio, su aparente sencillez y, en definitiva, por estar tan ricos que podríamos estar comiendo de cada uno de ellos hasta caer redondos al suelo.

Estofados de morros o de ternera o de morena con reducciones infinitas de caldos; higos con foie en temporada; lasaña con uno de los pistos de verduras más increíbles del momento; un intensísimo arroz de atún al que hay que añadirle unas gotas de limón para compensar su fuerza; callos de bacalao con buñuelos de pavía en una danza onírica de un mar enfurecido; un tocino de cielo que desafía las leyes de la gravedad; un cogote de corvina asada en la brasa con verduras salteadas; croquetas de lechazo de sabor infinito; gazpachos jumillanos 2.0; bocaditos de pastrami para llenar la boca sin mesura; setas y cocochas de merluza en una conexión interestelar; o unos sencillos y adictivos canelones de carne; despojos de tripas y huevas de pescado; oreja de cerdo con gambas a la plancha o unos rapes adobados. Delicadas empanadillas rellenas de chato murciano o gamba roja; un triunvirato de huevo, foie y trufa rallada al momento o solo de boletus con una textura imposible. Por Dios.

Cada una de estas elaboraciones nos reconcilian con el ser humano y con el amor de un cocinero a su profesión. Son abrazos amigos merecedores, por sí solos, de acudir desde cualquier parte de la Región a buscarlos. Algunos solo los encontraréis en temporada de algunos productos más complicados de tener todo el año como los higos de El Rincón de Joaquín o los boletus de Tándem. Otros puede que hayan sido fugaces destellos pasados difíciles de volver a ver, como el plato de Makoto. Pero, en cualquier caso, buscad las versiones aproximadas y no saldréis defraudados.

Además, una vez que estéis allí buscando el plato perfecto, extenderos en la comanda y no quedaros solo con el de la foto, ya que todos estos locales ofrecen un abanico amplio de elaboraciones de un altísimo nivel que redondearán una experiencia completa.

Veinticinco platos perfectos para afrontar un 2025 en el que debemos de poner todo nuestro empeño en esquivar los sabores amargos, los tragos agrios y los panes mojados que seguro que se presentan ante nuestras narices sin haberlos pedido. Salud.

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