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El color negro hace parecer al restaurante más pequeño de lo que es. Con tan solo seis mesas y una barra para cenar viendo a los 'sushiman', el espacio está bien aprovechado, aunque algunas mesas quedan cerca unas de otras.
En esto de la cocina japonesa podemos diferenciar, a poco que nos fijemos, entre los locales que basan su oferta en arroz con pescados de calidad baja o media y multitud de salsas a base de mahonesa y los que, como Munashi, buscan la diferenciación con una buena calidad del pescado y una carta con platos menos frecuentes. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa hoy, tiradito de hamachi con soja y yuzu con notas de humo; gyuniku de ternera con aderezo de ponzu, pimienta japonesa, centro de hojas mizono, quinoa frita y aceite de sésamo ahumado; el bocadito de arroz crujiente -oshisushi- con tartar de atún; o el sando -sándwich- de panceta glaseada, aguacate y una salsa especial de la casa son algunos ejemplos claros.
De los bocados más comunes encontramos los uramakis con sésamo, relleno de aguacate, cebolla tierna, espárragos en tempura, tartar de atún marinado con siracha, kimchie, sichimi toragashi y furikake que encuentro muy equilibrado y sabroso, aunque el atún queda un tanto perdido entre tanto ingrediente. Aunque los finos filamentos de chile que coronan el plato a modo de decoración no son santo de mi devoción por incómodos, reconozco que es una buena versión del plato que popularizó Enso Sushi con su uramaki de atún picante con rebozado en frío de tempura que tantas veces hemos disfrutado.
7
Cocina
7
Calidad/precio
7
Servicio
7
Local
6
Bodega
6
Datos
Dirección: C/ Jesuita José Hernández Pérez, 1. Molina de Segura
Teléfono: 621 437 538
Horario: Cierra lunes y martes
Precio medio: Unos 60 euros
El carpaccio de ternera sale de cocina y es el camarero quien pone por encima el aceite hirviendo para que la carne se cocine en el momento frente al comensal. No sale mucho humo, ni queda aceitoso, y la quinoa frita le da un punto crujiente muy interesante. El sabor es delicado y la textura tierna. Muy recomendable.
De gran nivel encuentro el tartar de salmón, que sin llegar a ser un ceviche, el aguacate y la salsa con un leve picor me trae el plato peruano a la cabeza.
Pero la joya de la corona son los sashimis, que es donde uno puede comprobar realmente la calidad del producto. Los filetes son tan largos que cuestan tomarlos de un bocado. Tanto es así que un cocinero se acerca a mi mesa para explicarme que es un tipo de corte del pescado en el que hay que poner wasabi en el interior y doblar el filete de ventresca para introducirlo en la boca. Merece la pena. Quizá tenga margen de mejora en el alga nori que envuelve el arroz -muy bien cocinado-, ya que en un par de ocasiones termina dando vueltas en la boca un tanto perdida. Muy buenos también los niguiris de atún y de caballa y el detallazo de tener wasabi fresco rallado al momento en la mesa. ADN nipón.
En definitiva, Munashi se instala en Molina de Segura con el firme propósito de enseñarnos nuevos platos de la cocina nipona sin perder de vista el servicio de sala, el producto de calidad y los gustos mayoritarios de quienes encontramos en el arroz glutinoso y en el pescado crudo una experiencia gastronómica maravillosa. Larga vida.
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