Borrar
Urgente ONCE: Comprobar resultados del Cupón Extra del Día del Padre del miércoles 19 de marzo de 2025
El personal del restaurante El Barco, en Cabo de Palos, posa junto a la fachada del local. J. M. Rdríguez / AGM
El Barco, el bistró de El Mosqui
Garum | La crítica

El Barco, el bistró de El Mosqui

Sergio de la Orden se echa la manta a la cabeza y abre el local, en apenas dos semanas de preparación, con platos marineros para compartir en el centro de Cabo de Palos

Jueves, 11 de julio 2024, 01:32

Le gustó el nombre y no necesitó más. Limpia, pinta, registros, licencias, empleados, carta, proveedores, decoración, bancos, terraza y mil cosas más, en dos semanas justas. Sergio de la Orden, cocinero y copropietario de El Mosqui junto a un colega de toda la vida, es uno de esos tipos que se mueven por impulsos. «Sergio, es que el local se llama El Barco», me contesta convencido de que es un argumento irrefutable después de que el edificio de El Mosqui simule un barco.

La carta es corta. Tanto que de los trece platos disponibles solo quito de la comanda la hamburguesa y la tarta de chocolate y somos dos -a comer- sentados en la mesa. Los platos los encuentro todos muy compartibles y, excepto el pan que es mejorable y las servilletas de papel, el servicio en mesa es sobresaliente en agilidad, información y amabilidad. La mesa sin mantel luce una lámpara que desprende una luz cálida y acogedora y, en la terraza, por la noche, se está de vicio.

Comienzo con un jamón de mar hecho en casa. Aunque la corvina ha pasado por salazón y secado, el hecho de llamarla como la ventresca de atún que comercializa Ángel León de Aponiente, y que podéis probar en el Rhin de Murcia, puede confundir a los clientes. Viene con un tomate rallado para que te montes tú mismo la fiesta, aunque echo de menos unas tostadas.

De las croquetas de bacalao pido un bis. Sabrosísimas de sabor y de sazón, con un rebozado de panko -pan chino- muy acertado.

6

  • Cocina

    7/10

  • Dirección C/ Salero. Cabo de Palos

El gazpacho de pepino y aguacate es, quizás, el plato más neutro de la carta. Estando bien, por comparación con el resto de la carta, parece que le falta un punto de fuerza, aunque la manzana lo mantiene como un plato bien fresco. La ensaladilla rusa, por ejemplo, además de llevar grandes lascas de dorada confitada, un huevo frito por encima coronando aporta ese punto de rock and roll en sabor y en textura que convierte una buena ensaladilla en un plato.

El jamón de mar, hecho en casa, viene con un tomate rallado para que te montes tú la fiesta

Encuentro muy ricos los mejillones en escabeche con mahonesa de almendras y kimchi con su propio escabeche a modo de salsa por encima; el crujiente de codium con tartar de lubina y el ajoblanco con manzana, aunque a este último le hubiese venido bien algo menos de temperatura.

La caballa con ponzu, crema de coliflor y bimi es un plato de verano con el que cenaría todas las noches. El ceviche de gamba blanca con un ceviche de fresas -también le sobra temperatura- un plato delicado con una textura sedosa y una combinación de sabores sutil y equilibrada, y el mújol con tomate, más aburrido que el resto de platos, son dos buenas muestras del buen producto con el que trabaja El Barco.

Con la caballa de ponzu, crema de coliflor y bimi cenaría todo el verano

Termino con un cremoso flan de huevo actualizado que me deja un buen sabor de boca antes de irme de este nuevo proyecto de Sergio de la Orden y un colega hostelero, que decidieron levantar la persiana de un local solo por el nombre, demostrando que hay que seguir las señales que encontramos en el camino. De momento, lleno todas las noches y con reservas para todo el mes de julio. Larga vida.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad El Barco, el bistró de El Mosqui