Cómo hacer castañas asadas en la freidora de aire: una opción rápida y saludable

El otoño trae consigo la temporada de castañas, un manjar típico de los meses de octubre y noviembre que se puede consumir crudo, asado o cocido. Este fruto no solo destaca por su sabor, sino también por su versatilidad en la cocina, ya que se puede incorporar tanto en ensaladas como en platos principales y en postres.

Este alimento ofrece a su vez múltiples beneficios para la salud. Es rico en vitaminas del grupo B y en minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro y calcio. Asimismo, fortalece el sistema inmunitario y contribuye a la salud cardiovascular, ya que ayuda a reducir la presión arterial y previene la hipertensión. Entre sus bondades, también destaca su papel para prevenir el estreñimiento, favorecer la lactancia materna y regular el azúcar en la sangre.

A pesar de que hay múltiples modos de consumirlas, uno muy habitual es asarlas en una sartén, en el horno o en el microondas. Sin embargo, aquellos que tengan una freidora de aire en casa pueden aprovecharla para preparar la merienda más típica de esta época del año. Con este pequeño electrodoméstico, se obtiene una alternativa saludable, rápida y muy sencilla.

La ingesta de castañas, dependiendo del modo de elaboración, puede variar en contenido calórico. El método de cocción es fundamental para conseguir un resultado más ligero. Por ello, la 'air fryer' se ha posicionado como una buena opción para mantener el sabor del fruto sin agregar aceite, lo que permite reducir considerablemente la cantidad de grasa.

Para elaborarlas, tan solo son necesarios tres pasos. En primer lugar, hay que lavar bien toda la cáscara y secarlas. A continuación, se les hace un corte no muy profundo en la parte curva. Algunas recetas aconsejan realizar la incisión en forma de cruz. Por último, tan solo hay que colocarlas en la freidora de aire entre 12 y 15 minutos a 200 grados. Se recomienda que, a mitad del programa, se les dé la vuelta para que se hagan por igual por cada lado.

Pasado este tiempo, ya se pueden sacar para que se enfríen un poco antes de quitarles la cáscara. De este modo, se puede degustar el sabor por excelencia del otoño sin conseguir un resultado alto en calorías.

• Temas
• Gastronomía
• Otoño
• Alimentación
• Recetas