Tendidos llenos en la tarde de la Romería en el coso de La Condomina.

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Tendidos llenos en la tarde de la Romería en el coso de La Condomina. GUILLERMO CARRIÓN / AGM
Feria de Murcia

Primeras veces y reencuentros consumados en una misma tarde

La plaza de toros se llenó de aficionados variopintos para dar calor a los diestros en la corrida de la Romería

Miércoles, 14 de septiembre 2022, 01:29

16.415 kilómetros. Es la distancia entre Adelaida, ciudad australiana, y Murcia. Es el trecho que han recorrido Kaylene Edson y su pareja para visitar a su hija, que estará durante las próximas semanas formándose en la UMU. Es su primera visita a España y en muy poquito tiempo ya han cumplido con el tópico. Acudir a una corrida de toros. Como los silbidos y los aplausos son un idioma prácticamente universal, no hablar español no supuso un problema para la pareja, que disfrutó en la fiesta que todavía representa a España en el extranjero.

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Kaylene disparó su cámara en más de doscientas veces y durante esta segunda corrida de la Feria de Murcia tuvo «sentimientos encontrados porque todo lo que tiene que ver con la ceremonia, la entrada de los toreros al ruedo, sus trajes de luces... me gusta mucho pero a la vez me impacta ver la muerte del toro». Sin duda, una curiosa experiencia que quizá repitan.

Emociones contrapuestas, ligadas al recuerdo y la fiesta, compartían los miembros de la peña de Monteagudo (Murcia). «Mi hermano, Antonio Nicolás, falleció en 2018 y desde entonces no habíamos vuelto a los toros. Todo esto va por él», explica con emoción Juan Gabriel Nicolás. «Hoy hacemos también un homenaje a otros dos amigos que nos han dejado, Francisco Nicolás y Pepe Lacero», cuenta el peñista, ataviado, como varios de sus amigos, con una camiseta negra en la que se podía leer :«Va por ti, Cheff. Forever».

«Hay mucha gente joven y es algo muy positivo porque va a permitir que no se pierda la tradición», celebra Juan Manzanera

No fue el único homenaje de la tarde pues, minutos después de las 18.30 horas, con la plaza llena y la corrida a punto de comenzar, se vivió uno de los momentos más emocionantes de la jornada. Los aficionados se unieron en un minuto de silencio para recordar al carnicero Santiago López, fallecido, corneado, el pasado lunes.

Un respetuoso paréntesis tras el que continuó el ambiente festivo en la plaza de toros. «Hacía bastantes años que no había una entrada tan buena en la plaza», celebraba Joaquín Manzanera. «Hay mucha gente joven y es algo muy positivo porque va a permitir que no se pierda la tradición». Efectivamente, el público de la corrida de ayer era más variado respecto a la entrada del lunes y muchos debutaron en el graderío.

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Esmeralda Ramos, de Abarán, es de esas aficionadas que puede presumir de haber presenciado un gran número de corridas. Y eso que ha vivido momentos con los que más de uno se replantearía volver a situarse cerca del coso. Cuenta, con ligereza, cómo, siendo joven «un año fui sola y saltó un toro. Yo estaba en la contrabarrera. El toro no me rozó pero me pisó otra chica y todos los que allí estábamos nos revolvimos». ¿Miedo? «Ninguno, porque mi hermano y yo nos hemos criado junto a la plaza», decía esta abaranera, radiante y feliz por el festejo.

De padres a hijos

No pasaron por alto ni un detalle de su 'outfit' el grupo de amigas formado por María José, Celia, Paqui, Pilar, Laura y Estíbaliz, quien bromea: «Nos hemos puesto lo primero que hemos pillado». Vestidos largos, sandalias de tacón y blusas que resaltaban el moreno para lucirse en los tendidos. Otros, como Andrés Casas y Claudia Casas, padre e hija, vestían con camisas a juego con motivos taurinos. Claudia lleva viniendo a los toros «desde los 7 y 8 años» y vive con especial cariño esta semana.

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En familia disfrutan también Vicente Hernández, padre e hijo, y Juan Meseguer, tío del segundo. Los tres reconocen que Roca Rey «está de moda por su estilo al torear y sobre todo por su valentía; no acude a la plaza a perder el tiempo sino a arriesgar de verdad», teorizaba el mayor de los Hernández, a pesar de mostrar gran ilusión por el torero de Lorca Paco Ureña. Juan Meseguer se queda «con Morante aunque de vez en cuando haga alguna de las suyas». Pero lo importante para el benjamín de los Hernández es «la tarde que pasamos, pues la feria de Murcia es de los pocos eventos del año que disfrutamos juntos».

«Siempre he seguido la feria de diferentes ciudades y ahora estoy enseñando la afición a mis dos hijas», presumía Francisco Pérez, hijo del crítico taurino Francisco Pérez Corbalán, que acudió con un grupo de fieles de la Parroquia de San Bartolomé. Entre ellos Ester Cortés, embarazada de 8 meses, que se estrenó en los toros y, posiblemente, como señala Francisco, «con el aficionado más joven». Habrá que esperar para comprobar si el pequeño sale taurino.

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