La lluvia, una acompañante indeseada

La lluvia fue protagonista inesperada e indeseada de la tercera corrida de la Feria de Septiembre en Murcia. Minutos antes de que comenzara el festejo, el cielo ya amenazó, con un chaparrón, aguar la fiesta. Los más previsores llevaban paraguas. Otros corrieron a comprarlo y hubo a quien la lluvia les pillo con lo puesto. Con incertidumbre y nubes grises comenzó la corrida del Día de la Romería. El cielo tronaba, hasta que arrancó la lluvia de nuevo. Aplausos, silbidos y bromas entre cervezas mientras se contemplaba la faena y en el móvil se miraba la previsión meteorológica.

«Cada uno a su sitio, señores», se quejaban desde el graderío aquellos que, a causa de la lluvia, vieron invadido su asiento, bajo techo, y su campo de visión. Al mismo tiempo, hubo quien hizo negocio: «Chubasqueros a dos euros», se escuchaba. No tenían ganas de abandonar la Condomina, que rozó el lleno, los que habían pagado su entrada dispuestos a ver el espectáculo de El Juli, Ureña y Roca Rey. No contemplaban marcharse José María, Juanma, Paco, Daniel y Claudio, amigos de Fortuna para los que acercarse a Murcia en esta fecha es tradición. «Hemos comido aquí y veneramos a la Virgen de la Fuensanta asistiendo a los toros», comentaban. Tampoco se asustaban por unas gotas Ester, Verónica, Quique, Beatriz y Rubén de Castellón, que se acercan «todos los años» porque «la feria es sagrada».

Tampoco se achantaron Mariano, 'el ministro', que lleva cuarenta años asistiendo a los toros, y sus amigos de San Javier. «Venimos hoy y el domingo a rejones, no podemos venir más porque hay que trabajar», contaba este aficionado, con ganas de ver a los matadores, especialmente a Paco Ureña, «porque es de la tierra». Sin embargo a su amigo Daniel le tiraba más «el arte» de Roca Rey.

También entre Alfonso, Juan Antonio y José Eduardo, de El Paretón (Totana), existía la misma dualidad de opiniones. «Me gusta Paco Ureña, que es de aquí», decía el primero; mientras el tercero se decantaba por Roca Rey: «es el número uno».

Fans de El Juli son los miembros de la peña Los Checas, de Monteagudo, que acudieron a la plaza con dos neveras repletas de cerveza, ginebra y tónica, salchichas, un lomo entero y 18 pasteles de carne, entre otros productos para una merienda espectacular. Finalmente la lluvia dio tregua y los aficionados pudieron disfrutar de sus toreros predilectos.

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