Salva Castiñeyras
Viernes, 7 de febrero 2025, 15:21
El FC Cartagena se enfrenta a un nuevo desafío contra sí mismo. Hundido en la clasificación, sin victorias desde diciembre y atrapado en una auténtica odisea, los albinegros buscan un golpe de efecto que les haga creer en lo imposible. La llegada de ocho caras nuevas en el mercado invernal supone un intento desesperado por revertir la situación. Guillermo Fernández Romo, con todos los fichajes a su disposición y solo la baja del lesionado Luis Muñoz, tiene el reto de ensamblar en tiempo récord la nueva maquinaria cartagenera.
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El técnico cartagenerista asumió este viernes la realidad sin rodeos en rueda de prensa. «Somos los que somos y los que tenemos que provocar todas esas situaciones que queremos a nivel de equipo, de juego, de cambio, que es en lo que estamos todos por la labor», afirmó en la previa de la visita al Cádiz. Apenas veinte días han bastado para cambiar media plantilla, pero la urgencia aprieta. «Sabemos que es una pretemporada, pero con la exigencia de que cada partido vale tres puntos. No podemos parar. Cuando necesitas cambios en esta situación tan preocupante el tiempo apremia, pero también hay que darle cuerda a esos nuevos que han llegado para que se produzcan esos cambios», explicó Romo.
Cada partido es una final, pero el Nuevo Mirandilla no es la plaza ideal para empezar una resurrección. El Cádiz, con Gaizka Garitano al mando, ha encontrado el rumbo y no ha perdido desde su llegada. «Es un equipo que ha cogido una solidez defensiva importante, con mucha portería a cero, con un concepto de juego diferente en el que se hacen fuertes y están ahora mismo en un ritmo muy alto de confianza y resultados», analizó Romo.
Sin embargo, para el técnico madrileño, el mayor enemigo del Efesé es el propio Efesé. «Más allá del rival, los que tenemos que buscar ese cambio, alteración, nuevo funcionamiento, emoción... ese todo, somos nosotros», sentenció. «Venimos de partidos en los que hemos tenido que competir mejor, en los que hemos tenido que hacer todas las cosas mejor, en los que hemos tenido situaciones evitables. Creemos que ha habido cambios en algún tipo de ritmo y ahora tenemos que llevar todo lo positivo a un solo partido contra el rival que sea. Y tiene que ser ya», valoró Romo.
El terremoto invernal ha removido los cimientos de la plantilla. Ocho altas y cinco salidas, algunas provocadas por el propio cuerpo técnico. «Ha habido cambios que hemos provocado nosotros para intentar cambiar un poco la energía de algunos jugadores en emoción y rendimiento, y otros que, aunque no existiera nuestra predisposición, se terminaron dando», reconoció Romo, en referencia a las salidas de Jairo y Cedric Teguía. «Todos los jugadores que estamos aquí y los que han venido es porque queremos estar. Yo creo que ese es el mayor mensaje que podemos dar. Tengo máxima confianza en los que somos».
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Uno de los últimos movimientos ha sido la incorporación de Nacho Martínez a los entrenamientos del primer equipo, lateral de casi 36 años con una dilatada experiencia en Primera y Segunda, que se encuentra entrenando con el equipo. «Cuando llegué, consideré que el lateral con el que quería trabajar era Jairo por sus condiciones, y el hecho de que se ha ido, sumado a que decidimos que Ríos Reina debía irse, nos dejaba a Vukcevic como única opción. Nacho estaba en el mercado libre, es un jugador al que a nivel personal le conocemos, que ha jugado con otros compañeros en la plantilla. Su trayectoria ahí ha estado. Tiene el déficit de que no ha competido y estamos intentando ponerle a punto todo lo que podamos. A nivel de posición le necesitamos, a nivel de números podría estar y creo que es una opción que valoramos todos», explicó el técnico albinegro.
Mientras se reconfigura la plantilla, una de las grandes incógnitas sigue siendo Luis Muñoz. El centrocampista malagueño sigue recuperándose de una acción fortuita durante una sesión de entrenamiento con Carmelo que acarreó en su lesión de rodilla. Esto le ha privado de vestirse de corto desde principios de enero y no logra dejar atrás esas molestias. «Es una lesión que parece que da pasos hacia adelante y después los da hacia atrás porque depende mucho de cómo responda su rodilla. Cuando ha avanzado en la recuperación, se le ha vuelto a inflamar y ha tenido que parar. Sabemos todos que es una baja muy importante y sensible para nosotros, pero lo que tiene que primar es su salud. Está trabajando muchísimo todos los días, es el primero que quiere incorporarse a jugar y confiamos en que lo antes posible pueda estar a disposición», detalló Romo.
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A estas alturas, la situación no permite discursos vacíos. Romo, preguntado sobre las aspiraciones de su equipo en Cádiz, fue claro y directo. «Como no puedo pecar ni de soberbio ni de prudente, vamos a ir a competir lo mejor posible e intentar traernos el mejor resultado que merezcamos. Tenemos que conseguir entender que nos tenemos que merecer los puntos que consigamos y eso tiene que ser con nuestro esfuerzo y con nuestro trabajo», concluyó.
El FC Cartagena se agarra a la última esperanza. Cada jornada es una bala menos en el cargador y la reacción debe ser inmediata. En el Nuevo Mirandilla, los albinegros no solo buscarán tres puntos, sino una prueba de vida.
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