Luis Muñoz celebra el tanto de la victoria frente al Racing Ferrol. Antonio Gil / AGM
Fútbol

Otra remontada del Cartagena para alejarse del infierno

Poveda y Luis Muñoz dan la vuelta a un partido que se puso muy feo tras el gol de Pinchi y el Efesé duerme a cuatro puntos del descenso

Sábado, 9 de marzo 2024

El día en Cartagena había sido puramente gallego. Vendaval por la mañana, lluvia por la tarde y viento fresco por la noche. Un contexto ideal para el Racing de Ferrol, encantado de encontrar en el Cartagonova un ecosistema tan parecido al de A Malata. No ... hubo nieve ni temperaturas bajo cero como siete días antes en Burgos. Claro que no. Pero las condiciones eran raras, poco frecuentes a orillas de Benipila. Febrerillo esta vez no estuvo loco. Pero marzo nunca falla: siempre es ventoso. Extraño fue también el partido, con el Cartagena acabando el primer periodo con mayor porcentaje de posesión que su rival (el mundo al revés) y dos equipos entregados por momentos a un intercambio de golpes en el que cualquiera pudo llevarse el disgusto. Se lo llevó finalmente el Racing de Ferrol, porque cometió más errores en las áreas.

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Empezó bien el Cartagena, percutiendo mucho por la derecha, donde Iván Calero y Jairo mezclaban bien y generaban cierto peligro. Sin embargo, bastó una pérdida de Arnau Ortiz en el centro del campo, para que los visitantes fabricaran un precioso gol en tres pases. Nico Serrano, Álvaro Giménez y Pinchi. Pim, pam, pum. Para dentro. Kiko Olivas, Fontán y Alcalá llegaron tarde en esos tres toques. El 0-1 llenó de miedo a los locales, temblorosos en unos minutos que nos recordaron a los momentos de mayor zozobra albinegra de toda la temporada. Pinchi y Álvaro Giménez olieron la sangre y estuvieron cerca de hacer el segundo, con Julián Calero desesperado en la banda. Se lo llevaban los demonios.

FC Cartagena:

Raúl Lizoain; Calero, Alcalá, Kiko Olivas, Fontán; Luis Muñoz (Juan Carlos Real, 65), Musto, Andy (Mikel Rico, 82); Jairo Izquierdo (Diego Moreno, 82), Arnau Ortiz (Alarcón, 65) y Darío Poveda (Ortuño, 70).

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Racing de Ferrol:

Cantero; Delmás, Álex Martín (Heber Pena, 65), David Castro, Moi Delgado (Brais, 73); Jesús Bernal, Álex López; Pinchi (Nacho Sánchez, 82), Iker Losada, Nico Serrano (Manu Justo, 82); y Álvaro Giménez (Sabin Merino, 73).

  • El árbitro: Guzmán Mansilla (andaluz). Amarillas a los locales Musto y Alcalá; y a los visitantes Moi Delgado, Álvaro Giménez, Manu Justo y Sabin Merino.

  • Goles: 0-1, Pinchi (minuto 11). 1-1, Darío Poveda (minuto 33). 2-1, Luis Muñoz (minuto 56).

  • El estadio: Cartagonova. 6.796 espectadores.

No se calmó el Efesé hasta que Darío Poveda empató. Por fin vino Jairo al centro cuando tocaba y recogió un balón de Andy. Lo abrió a Iván Calero, que entraba solo por la derecha. Y el centro del lateral madrileño fue delicioso. Se comieron el bote David Castro y Álex Martín y apareció el ariete alicantino para meter la cabeza y batir a Cantero, quien sacó el balón desde dentro. El asistente lo vio claro y no hizo falta recurrir al VAR para confirmar el gol. Tres goles en seis partidos suma ya un Darío Poveda que está desmontado ese mito de que las segundas partes nunca fueron buenas.

El 1-1 fue un balón de oxígeno. Arnau Ortiz y Luis Muñoz, más mediapunta que interior, seguían perdiendo balones y al Cartagena le costaba mucho encontrar a Poveda. Pero ya no sufría. Alcalá y Kiko Olivas, siempre ayudados por un sensacional Damián Musto, por fin controlaban a Álvaro Giménez. Y de Iker Losada, el mejor futbolista del Racing de Ferrol, no había noticias. Poveda lanzó a las nubes antes del descanso, al que se llegó con la sensación de que los de casa habían salvado los muebles.

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El decorado cambió en el segundo acto. Salió con fuerza el Cartagena, otra vez guiado por un excelente Iván Calero por la derecha. En un córner ensayado avisó Luis Muñoz. Y poco después golpeó. La jugada del 2-1 tuvo su miga. Alcalá se sacudió la presión de Álvaro Giménez con un potente derechazo desde su área que Álex Martín, muy inseguro en su regreso al Cartagonova, se tragó de una manera infantil. Darío Poveda aprovechó el regalo del central canario para lanzar el contragolpe y ceder a Luis Muñoz, quien batió a un desesperado Cantero con un toque sutil, de pura calidad. Se volvió loco el Cartagonova. Asistía a una nueva remontada de un equipo que jamás se rinde.

No es sencillo dar la vuelta a un partido en Segunda. No es lo habitual. En esta categoría lo normal es que gane el que marca primero. Y el Cartagena con Julián Calero, a pesar de sus limitaciones y de haber estado tan hundido en la tabla, se está acostumbrando a remontar. Y eso ha hecho que los puntos ya no vuelen del Cartagonova y que mirar la tabla ya no sea un martirio. El Efesé duerme este sábado con un colchón de cuatro puntos sobre la zona de descenso. Es algo que ni el seguidor optimista podía imaginar hace un mes.

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Tuvo que pelear el Cartagena para amarrar el triunfo, ya que el gol de Luis Muñoz llegó en el minuto 56 y todavía pasaron muchas cosas. La tuvo Arnau Ortiz, con un punterazo que Cantero mandó a córner. También Iván Calero, con un disparo potente tras una virguería dentro del área. No vio Arnau Ortiz a Poveda, completamente solo, en un dos contra uno que al final quedó en nada. Fueron minutos estupendos del Cartagena, que olvidó sus miedos y dejó atrás su mala imagen de Burgos. Volvió a ser ese equipo intenso, comprometido y aguerrido de esta segunda vuelta que puede acabar convirtiéndose en legendaria para la historia del club.

No hizo el tercero el Efesé y al final lo pudo pagar caro. Entró Heber Pena en el Racing de Ferrol y pasó una cosa curiosa: el gallego nunca seguía a Iván Calero, con lo que el lateral local se lo pasaba pipa en sus subidas al ataque. Pero cuando el Cartagena perdía algún balón en campo rival o no terminaba jugada, el peligro estaba servido. Una internada de Heber Pena con centro raso al vértice del área chica pudo tener unas desastrosas consecuencias para los de Calero. Remató Iker Losada, desatinado durante toda la noche, y Raúl Lizoain evitó el empate con una buena parada. Después, Manu Justo lo intentó desde el borde del área y el balón se fue por encima del travesaño por muy poco.

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Supo defenderse el Cartagena y Guzmán Mansilla pitó el final cuando Ortuño se iba solo hacia la portería de Cantero, con muchas posibilidades de redondear la noche. Dio igual. La noche ya era perfecta. El Efesé sumó tres puntos que lo dejan a solo cinco victorias de certificar su permanencia un año más en Segunda. Quedan doce jornadas. Esto es música celestial para los oídos de cualquier hincha blanquinegro. Pasó el horror. Hoy vivimos días de ilusión y esperanza. El Cartagena sigue obrando un milagro. Su milagro. Nuestro milagro.

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