Primera RFEF, el barro que espera al Cartagena

El Efesé va camino de aterrizar en una categoría desconocida, creada en 2021 a raíz de una profunda reestructuración. Tanto el club como sus aficionados se quedaron en la extinta Segunda B, donde 80 clubes quedaban divididos en cuatro grupos por criterios de proximidad geográfica. En un intento por enriquecer el producto y hacerlo más profesional se constituyó la Primera RFEF con 40 escudos separados en dos divisiones de 20. A criterio estrictamente deportivo todo será distinto si se produce el descenso del Cartagena.

Para empezar, y a diferencia de Segunda División, la organizadora de la Primera RFEF es la Federación Española y no LaLiga. La competición para el equipo albinegro pasará de las 42 jornadas a las que está acostumbrado a 38, dentro de una ligar regular que empezará una semana más tarde y concluirá una semana antes que la Segunda División. Los dos primeros clasificados de cada grupo pasan directamente a pertenecer al club de los 42 de la patronal presidida por Javier Tebas.

Para ser primero de grupo será necesario sumar entre 72 y 73 puntos, teniendo en cuenta la media de las tres temporadas anteriores finalizadas: la 2021/22, 2022/23 y 2023/24. No sin antes ganárselo en el campo en una liga regular salpicada de históricos del fútbol español, incómodos filiales e incluso clubes que bajaron de Segunda y siguen atascados en Primera RFEF. Como son 10 los que bajan al cuarto escalón (5 por grupo), y la exigencia es grande, existen casos de equipos como el Numancia, el Logroñés y el Sabadell que en muy poco tiempo pasaron de enfrentarse al Efesé a descender a la cuarta categoría: Segunda RFEF.

Lo más lógico, de producirse el descenso, es que el Cartagena quede encuadrado en el grupo 2 con equipos andaluces, murcianos, madrileños y valencianos, en su mayoría. Si la campaña 2024/25 terminara ahora mismo, el Real Madrid Castilla, Hércules, Mérida, Betis B, Villarreal B, Fuenlabrada, Yeclano, Alcorcón y Recreativo de Huelva serían algunos rivales. A ellos podrían añadirse el Ceuta, el Antequera, el Murcia y el Atlético de Madrid B, que actualmente ocupan puestos de 'playoff', y tendrían que jugarse las otras dos plazas vacantes de Segunda en una fase de ascenso. A ese cupo podría unirse La Unión Atlético como líder de Segunda RFEF; y optarían a ese grupo el UCAM, el Torremolinos, el Almería B y el Antoniano.

Los primeros pasos que debería seguir el Efesé, de certificarse el descenso, sería inscribirse en la competición dentro de unos plazos que la temporada pasada estaban como límite hasta mediados de julio. Y también depositar un aval que, al menos en las bases la temporada 2024/25, es como máximo de 200.000 euros. Y siempre bajo un presupuesto global mínimo de 1,50 millones de euros. Después tocaría confeccionar la plantilla, que tiene que ser de un máximo de 25 futbolistas, 18 de ellos mayores de 23 años, con licencia profesional y cobrando un salario mínimo estipulado en unos 25.000 euros. Este es uno los puntos donde el Cartagena notará el cambio para ajustarse a esta nueva realidad, ya que el cobro mínimo en Segunda es de 91.000 euros.

El gran cambio que reduce la dimensión de todos los clubes que bajan de Segunda es la televisión. El Málaga pasó de ingresar 7,4 millones de euros a unos 120.000 euros; y el Amorebieta, este curso, no presupuestó más de 300.000 por la venta de los derechos audiovisuales. En las últimas cuentas, a 30 de junio de 2024, el Efesé detalla que por esa vía recibió 6,1 millones, algo que previsiblemente se verá considerablemente reducido de producirse la caída a Primera RFEF.

La comercialización de los derechos es uno de los grandes quebraderos de cabeza la RFEF y objeto de mayor enfado de los clubes, a los que se les prometió una vía de ingresos mucho mayor y unas condiciones, a nivel de profesionalización y repercusión, que no llegan. Las audiencias no son buenas, la categoría es «deficitaria», según los equipos consultados por LA VERDAD. Los esfuerzos que asumen estos por competir en 1ª RFEF no son equivalentes, apuntan, a lo que se prometió.

Ahora mismo esos derechos los posee ATM Broadcast. La emisión de los partidos es a través de la plataforma de pago FEF TV, que a diferencia de Segunda División, ofrece una calidad de imagen muy inferior: normalmente hay un solo tiro de cámara y no siempre hay repeticiones de las jugadas con detalles y al momento. La estabilidad de la imagen, eso sí, ha mejorado con respecto a la plataforma que conoció el Cartagena en 2020: Footters.

Con ingresos televisivos irrisorios, salarios más bajos y una repercusión, en general, más que reducida, la mayoría de los clubes fían sus grandes fuentes de financiación en obtener un mayor botín por publicidad y, sobre todo, por la venta de abonos. Por su condición de descendido, el FC Cartagena tendrá además la ayuda del fondo de compensación y el valor de la plaza en Segunda División.