CD Eldense - FC Cartagena

Pablo Cuñat sostiene la remontada del Cartagena

A las nueve de la noche de este domingo, el cartagenerismo respiró tranquilo. Más de quinientos aficionados desplazados hasta Elda vivieron con el corazón en un puño una tarde de infarto, donde el equipo de Abelardo Fernández mostró dos caras totalmente distintas para llevarse tres puntos que en el tiempo de descanso sonaban a misión imposible. Los albinegros perpetraron probablemente los peores minutos del Cartagena en meses, posiblemente solo a la altura de la aciaga noche de diciembre de 2023 en Huesca. Perdido, hundido, impreciso y muy inofensivo, los visitantes lo pasaron rematadamente mal, fueron frágiles en tareas defensivas y no causaron ni un solo problema al portero local Dani Martín. El Efesé, como si no existiera.

Los de Dani Ponz se encontraron tan cómodos en el verde, sin freno ni oposición, que sin achuchar demasiado pusieron en aviso a los visitantes con cuatro intervenciones de Cuñat en los primeros veinte minutos. A la siguiente jugada de estrategia, de nuevo con una facilidad pasmosa, la falta lateral de Joel Jorquera se paseó por el área directamente hasta el fondo de la portería (1-0). Era el 28 y aquello hacía mucha justicia a lo visto en el campo; es decir, únicamente al Eldense ubicado.

Apagado o fuera de cobertura, la caraja visitante fue tal que ni se concretaron acercamientos, jugadas de peligro ni argumentos claros con el balón en los pies. Una arrancada por banda del veterano central Kiko Olivas, y un tiro con rosca del frustrado Jairo, resumieron las llegadas del Cartagena en cuarenta y cinco minutos que nunca más deberían repetirse. Lo mejor sin duda fueron los más de quinientos aficionados desplazados hasta el Nuevo Pepico Amat, que animaron sin cesar a los suyos pese a todo. Desde luego, en el descanso todo el mundo pensó en un desenlace fatal y que solo un giro drástico lo evitaría.

Con el pinganillo en la oreja no tardó, lógicamente, en cambiar de cromos Abelardo en el asueto. El técnico asturiano apostó de inicio por los mismos once del pasado lunes frente al Zaragoza y la apuesta salió rematadamente mal; la buena noticia es que el Pitu dio un giro de tuerca con la entrada de Dani Escriche y Pocho Román. Lógico el adiós de Musto, cargado con amarilla desde el 28; un poema la cara de Jairo, dolido, que se lo explicó y bien a Fuidias desde el banco. El cambio de imagen fue inmediato y la reacción del Efesé no se hizo de esperar.

Más intenso, más vertical, más decidido y con mucha más determinación a la presión. El giro de 180 grados era evidente en un Cartagena mejorado, que sin demasiadas florituras dio un paso al frente y sacó petróleo generando dos pérdidas de balón en el Eldense. En el 57 la pifió Dani Martín, quien se vio a Gastón Valles encima y arrasó al uruguayo en un penalti sin discusión. La pena máxima la ejecutó Andy Rodríguez con bastante calma y, solo cuatro minutos después, recuperó un balón en la medular para asistir al Pocho Román. Aquí merece la pena el punto y aparte.

El impacto que causó en el Nuevo Pepico Amat este menudo argentino solo está al alcance de los jugadores diferentes. El canterano del Barça bailó a sus marcas con el balón pegadito al pie, la conducción a mil revoluciones y la finalización al palo largo en el 61 (1-2). Después, en el 67 y en el 69, volvió locos a Timor y Marc Mateu, que tuvieron que frenar al chico por lo civil o lo criminal viendo la tarjeta amarilla. Tiene cosas Pocho y, si las lesiones y el físico le respetan, seguro que dará de qué hablar.

Hasta aquí la remontada y el abordaje del Cartagena. Como frente al Zaragoza, los albinegros dedicaron la última media hora a achicar balones, sobrevivir y esperar un resultado mejor que el del pasado lunes. El escenario era exactamente el mismo y la defensa nunca supo echar el freno a los arreones, por tierra, mar y aire, del combativo Eldense. De hasta siete remates certeros dispuso el cuadro local para salvar un punto, a cada cual más clara. A todas respondió un gigantesco Pablo Cuñat.

Es cierto que el joven guardameta a veces da una de cal y otra de arena. Capaz de destacar para bien y para mal. Anoche brilló más por lo bueno que por lo malo para convertirse en el verdadero héroe de este primer triunfo de la temporada para el Cartagena. Dos paradas de reflejos a Godoy, una mano espectacular a una jugada de quilates de Cris Montes, un remate al larguero de Camarasa, un cabezazo de Ropero al saque de un córner y hasta un remate a bocajarro de Sixtus en el 96.

Lo del Eldense fue una tormenta continua y sin cesar que principalmente Cuñat supo contener, hasta cuando salió en falso y sacó la mano bajo la línea de gol en una jugada posteriormente invalidada. Tiene faena este Cartagena de dos caras, ya mismo para afrontar la visita del Levante de Julián Calero. Los albinegros no dan pie a la tranquilidad, subidos en una montaña rusa incontrolable. Hay que encontrar cuanto antes el punto medio. El domingo no estará el salvador Cuñat y debutará Fuidias. Esta semana debe servir para mejorar las cosas. Mejor con esta remontada en el bolsillo, mejor desde esa tranquilidad de ver ya tres puntos en el casillero.