F. J. M.
Miércoles, 22 de abril 2015, 23:56
Jorge Luque, de 34 años y capitán del Cartagena, está viviendo en las últimas semanas un auténtico calvario. Al tormentoso día a día que vive como portavoz de un vestuario abandonado a su suerte por los que todavía mandan en el club, Javier Martínez y Javier Marco, se suman los problemas físicos que el centrocampista cordobés lleva tiempo arrastrando, y que le están impidiendo ayudar a sus compañeros en los partidos decisivos de este tramo final del campeonato. No termina de recuperarse.
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«Estoy jodido. Pero no me resigno. Como todas las semanas, trabajo para llegar a tiempo al partido del domingo. Tengo una molestia en el abductor, que no es nada grave, pero al final es una tendinitis que me molesta mucho y me impide jugar. La realidad es que en condiciones normales habría estado parado dos semanas y me habría recuperado. Pero como no son condiciones normales las que estamos viviendo, pues trabajo para ayudar al equipo, ya sean 90 o 20 minutos. Pero la verdad es que estoy mal», comentó el cordobés, ex del Cádiz.
Lo cierto es que Luque no se encuentra en su mejor momento. Las lesiones le persiguen. «Voy a intentar llegar lo mejor posible al domingo, pero no va a ser fácil», dijo ayer Luque, quien avisó de que «el Cádiz es un gran rival, tiene el primer puesto amarrado y está capacitado para subir a Segunda A, pero nosotros no vamos a regalar nada en el Carranza. Lo daremos todo para sacar algo positivo y si podemos sacar un punto allí, desde luego que será una buena noticia para nosotros».
Porque Luque, a estas alturas de la temporada, ya no espera soluciones en lo económico. «Sabemos que todo pasa por lo deportivo y somos conscientes de que estamos solos y que ya nadie va a venir a aportar soluciones. No pedimos nada a cambio y sabemos que si mantenemos la categoría todo puede arreglarse. De nada sirve buscar excusas y sabemos que nosotros también tenemos nuestra parte de responsabilidad y hay que afrontarlo».
En cualquier caso, Luque cree que «si no llega a ser por la unión que hay en el vestuario, ya estaríamos en Tercera». Tiene un año más de contrato aquí, «pero la verdad es que ni he pensado en lo que voy a hacer la temporada próxima. De momento, cuando termine esta, voy a estar dos meses sin coger el teléfono a nadie», indicó.
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