Alfredo Letanú marca un gol al Elche en el Martínez Valero, el 2 de enero de 1983. LA VERDAD

Muere Alfredo Letanú, goleador argentino que jugó en el Efesé

Mito en el Estudiantes de Bilardo en los años 70, hizo el primer tanto del Cartagena en Segunda tras el ascenso de Torrejón y fue despedido pronto por su indisciplina

Jueves, 6 de febrero 2025, 23:59

Falleció ayer en la localidad argentina de Campana (Buenos Aires) Alfredo Letanú, a los 72 años de edad. Hizo una gran carrera en el fútbol de su país, destacando en el Estudiantes de Carlos Salvador Bilardo (38 goles entre 1976 y 1978) y en el Gimnasia de Mendoza. También pasó por Boca Juniors, San Lorenzo de Almagro y Racing de Avellaneda y es recordado como uno de los mejores goleadores de la década de los 70 en Argentina. Hizo 68 goles en 200 partidos allí. Su única experiencia en España la tuvo en el Cartagena y se puede decir que pocos jugadores en la historia del Efesé crearon tantos problemas extradeportivos en tan poco tiempo como él.

Publicidad

Solo estuvo seis meses en el Cartagena, entre septiembre de 1982 y enero de 1983, el tiempo suficiente para agotar la paciencia de todos en el club que entonces presidía Andrés Martínez. Letanú, por ejemplo, cogía la nómina a principio de mes y se la fundía rápidamente. Sus indisciplinas eran constantes y casi diarias, recuerdan algunos de sus compañeros en aquel equipo que en ese curso 82-83 regresaba a Segunda tras dos décadas en Tercera y hasta Preferente.

Letanú se pasaba la mayor parte de los entrenamientos físicos escondido entre los árboles de la subida a Tentegorra. Cada día, el entrenador Gustavo Silva obligaba a sus futbolistas a subir y bajar corriendo cuatro veces seguidas desde el Hospital Naval hasta el parque de los Canales del Taibilla. El delantero argentino, en el primer trayecto y cuando los demás se despistaban, se escondía detrás de un árbol y se quedaba allí sentado a la sombra y fumándose unos cigarrillos. «Che, dejadme tranquilo, que yo ya no estoy para correr tanto. El domingo me dan la pelota y yo la meteré en el arco», decía el argentino con tono despreocupado cuando sus compañeros le regañaban por no entrenarse.

Gran debut

Empezó muy bien. Suyo fue el primer gol en Segunda tras el ascenso de Torrejón de Ardoz y marcó en los dos primeros partidos en El Almarjal, saldados con victoria ante Xerez y Linares. Pero todo empezó a torcerse en la jornada 7. El Cartagena cayó con estrépito en su primera visita en décadas a Riazor. 5-0 ante un Deportivo de La Coruña entrenado por Arsenio Iglesias. Letanú fue expulsado en el minuto 68.

Denunció que los agentes que lo trajeron al Efesé le engañaron y se quedaron con casi todo el dinero que el club prometió pagarle

El largo viaje de regreso de la expedición albinegra, que se hizo en tren, tuvo su miga. Letanú y su compatriota Cantarutti –según contaron varios de sus compañeros al llegar a Cartagena– se pasaron toda la noche en el bar del tren que cubría el trayecto Coruña-Madrid. Tanto tiempo estuvieron allí que agotaron las existencias de whisky. Cantarutti se fue a dormir y Letanú decidió prolongar la juerga. A su manera. Ya de madrugada, se coló en el vagón de «un matrimonio mayor» y les gastó «una broma pesada, más propia de un alumno de los últimos cursos de EGB que de un jugador profesional», contaba Guillermo Jiménez en LA VERDAD en la edición del jueves 21 de octubre de 1982.

Publicidad

Letanú fue llamado al orden por la directiva nada más llegar a Cartagena. Gustavo Silva y Andrés Martínez se encerraron con él en el vestuario y le informaron de que por su «mal comportamiento» en el tren se quedaba sin la prima que se repartió entre los jugadores por la victoria de la semana anterior en Córdoba. Y el argentino montó en cólera. «Con mi dinero no se juega. O me pagan o me voy», amenazó un furioso Letanú. Al final, no cobró esa prima y su relación con Gustavo Silva, quien lo trajo a Cartagena porque lo conocía de sus años en la Primera División argentina, se resquebrajó completamente. Siguió siendo titular y marcó dos goles más, al Elche y al Murcia, pero a finales de enero pidió la baja y, tras jugar 15 partidos y marcar 4 goles con el Cartagena, volvió a su país.

Antes de irse, denunció que los agentes que lo trajeron a Cartagena le engañaron y se quedaron con casi todo lo que el Efesé prometió pagarle. Jugó tres temporadas más en la Primera C argentina y cuando colgó las botas, en 1985, ejerció de director técnicos en clubes modestos y trabajó en el área de Deportes del Municipio de Campana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad