Este era un fin de semana en el que el plan estaba claro. Había que irse al circo con la familia el sábado por la tarde (es lo que yo hice) para pasar un buen rato con los trucos de magia, los trapecistas, las contorsionistas ... y los payasos (bendito trabajo el suyo). Así encaraba uno el domingo con la dosis de entretenimiento y diversión ya consumida, sabiendo que lo que tocaba por la tarde era una merienda basada exclusivamente en la mortadela. La marca de la casa. Julián Calero debutaba en el Cartagena y estaba cantadísimo que tocaba fútbol de pelea, garra y lucha. Tarde no apta para los amantes de la posesión y el juego bonito. El nuevo técnico del Efesé no engaña a nadie. Y a él, y a su idea que tan buenos resultados le dio en el Burgos, nos hemos encomendado todos para que el equipo salga del tremendo lío en el que se ha metido en este inicio liguero.
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Fue de menos a más el Efesé en el estreno en el banquillo de Calero, que hizo una alineación llena de lógica, en la que estaban los once mejores jugadores de la plantilla. Podemos discutir si no es mejor opción la de Fontán que la de Gonzalo Verdú en el puesto de central izquierdo y si tal vez sería buena idea aprovechar el gran momento de forma de Isak Jansson y colocarlo de extremo derecho, en lugar de poner a Hevel en esa demarcación en la que no se siente del todo cómodo. Pero ya está. Hasta la semana pasada podíamos discutir casi el 70% de las cosas que hacía Víctor Sánchez del Amo. Hemos mejorado. Y bastante.
SD Amorebieta:
Pablo Campos; Álvaro Núñez, Gayá (Morci, m.86), Manu Hernando, Lasure; Quintero (Rayco, m.57), Sibo (Carbonell, m.57), Morán, Dorrio; Edwards (Eraso, m.69) y Da Graca (Jauregi, m.69).
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Cartagena:
Marc Martínez; Iván Calero, Pedro Alcalá, Gonzalo Verdú (Fontán, m.79), Arnau Solá; Musto, Luis Muñoz, Héctor (Mikel Rico, m.65), Narváez (Umaro, m.79); Juan Carlos Real (Jansson, m.65) y Alfredo Ortuño (Jony Rodríguez, m.84).
Árbitro: Oliver de la Fuente Ramos (Comité de Castilla y León). Mostró tarjeta amarilla a los locales Sibo (m.41) y Gayá (m.61), y a los visitantes Luis Muñóz (m.38) y Arnau Solà (m.94).
El estadio: Campo 2 de la Ciudad Deportiva de Lezama. 1.154 espectadores.
La entrada del Efesé en el partido fue floja. Juan Carlos Real no se quedaba con ninguna y una pérdida suya provocó una contra en la que Quintero le pegó a la pelota mordida. Gonzalo Verdú vivía un auténtico calvario para sacar la pelota con la zurda y dos balones que dejó en tierra de nadie perfectamente pudieron ser aprovechados por Edwards y Da Graca, que no son precisamente la reencarnación de Gullit y Van Basten. No lo hicieron porque les faltó claridad y determinación cuando pisaron el área visitante.
Que Edwards y Da Graca no sean gran cosa y que el Amorebieta sea un claro candidato al descenso no debería restar mérito al hecho de que el Cartagena volviera de Lezama con su portería a cero. Porque es el primer equipo que lo hace en lo que va de campeonato. Y es verdad que los de Calero no marcaron, aunque estrellaron dos balones en la madera en el segundo tiempo, pero es que los de Mujika solo han encajado un tanto como locales en lo que va de liga. Se lo hizo Bouldini, ariete del Levante.
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Ser colista pesa. Las seis derrotas en siete partidos pesan. El miedo a no levantar cabeza pesa. Todo pesa ahora en el Cartagena, donde todos los futbolistas parecen peores de lo que realmente son. Hay carencias y defectos evidentes en la composición de la plantilla, por supuesto. Pero este no es un equipo para descender. Y ayer, con el paso de los minutos, todos nos fuimos animando al comprobar que los futbolistas creen lo que escuchan.
Mención especial para Damián Musto, recuperado para la causa como el comandante del ejército albinegro que siempre fue. Si para Carrión fue imprescindible, imagínense lo que será para Calero. Le dio empaque al equipo cuando más lo necesitó y entre él y Luis Muñoz, acercándose a los centrales cuando más dudas tenían éstos, cortó la alegría inicial del Amorebieta.
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No hubo más ocasiones que la citada de Quintero en los compases iniciales, al margen de un centro de Dorrio que pudo rematar De Graca y otro servicio del mismo jugador desde la izquierda que sacó de manera milagrosa Gonzalo Verdú, antes de que Edwards rematara a placer. Pero Marc Martínez no intervino.
A Musto le partieron el labio con un manotazo que mereció la amarilla, pero el vallisoletano De la Fuente Ramos no se la mostró a Edwards. Si hubiera sido al revés nadie duda que Musto hubiera sido amonestado. De hecho, poco después, cuando aún sangraba pese a la venda que le colocaron en la boca, al argentino le sacaron amarilla por una falta completamente inocente. Al poco de iniciarse el segundo acto, además, el árbitro perdonó la segunda amarilla al local Sibo. No quiso complicarse un De la Fuente Ramos que es sinónimo de injusticia para el Efesé.
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El primer tiempo de los visitantes fue malo. Pese a ello, Narváez en un córner ensayado y Ortuño, que casi conecta un centro fabuloso de Iván Calero, pudieron adelantar al Cartagena. Más claras fueron las oportunidades de los cartageneristas en el segundo periodo. Entraron muy bien al partido los de Calero tras el descanso y el hijo del entrenador, el mejor del Cartagena en Lezama, se sacó un derechazo tremendo que impactó contra el larguero.
Después, tras un gran centro del propio Calero al segundo palo, Narváez pinchó el balón y cedió a Luis Muñoz, quien mandó la pelota al poste. Salió reforzado el Cartagena, a pesar de que el 0-0 se mantuvo. Porque el Amorebieta entendió que su rival no estaba allí solo para defenderse. Que si se descuidaba, el Efesé sería el primer equipo que se llevaría los tres puntos de Lezama en lo que va de temporada.
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Entonces, los de Mujika optaron por una posesión con poca verticalidad y en ningún momento sufrió el Cartagena, más allá de algún disparo lejano de Dorrio. Ya no volvió a tener ocasiones tan claras el Efesé, que mejoró con la entrada de Jansson y Embaló. Entre ambos fabricaron un gol del portugués en el tiempo añadido que fue anulado por claro fuera de juego. Mikel Rico, recuperado también por Calero, fue el primer cambio y convirtió el centro del campo visitante en una roca, con Musto, Luis Muñoz y el ex del Athletic cortocircuitando todos los intentos locales.
Los ocho minutos de añadido, ya con Jony Rodríguez como ariete en la tarde de su debut con el Cartagena, los jugó el Amorebieta en inferioridad. Se lesionó Hernando y Mujika había hecho los cinco cambios. Se animó el Efesé a ir a por la victoria. Pero le faltó un referente arriba, ya que Ortuño, Narváez y Juan Carlos Real habían sido sustituidos a esas alturas del encuentro. No ganó el Efesé, pero puso la primera piedra para hacerlo pronto.
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