Hay «dudas significativas» sobre el futuro del Cartagena y la deuda neta crece a 8,4 millones

El informe de auditoría fue elaborado a finales de 2024 por Aconsur Auditores Consultores SLP, en la que se puso en manos el Cartagena tras varios años en la que esa labor dependía de BNFIX y de Ramón Madrid, una figura clave en otros momentos de zozobra del pasado. El auditor de Aconsur, Francisco Javier Vigueras Lorente, hace hincapié en el documento público de 102 páginas que pueden existen «dudas significativas sobre la capacidad de la Sociedad para continuar como empresa en funcionamiento».

El auditor basa esta afirmación en que el Cartagena tiene un fondo de maniobra para afrontar sus obligaciones en números rojos, concretamente en 1,5 millones de euros. Y todo ello a pesar de que el club puso en marcha una economía de guerra en el verano de 2023, se ha apretado el cinturón y ha recortado gastos, pues a 30 de junio de 2023 ese fondo de maniobra negativo era de 3,6. De igual manera, se detalla en el documento, no ayuda a enderezar el rumbo que los pasivos corrientes del club, a fecha del 30 de junio de 2024, sean superiores (3,3) a sus activos corrientes (1,7), como tampoco «la situación deportiva actual», que si ya entonces era delicada lo es aún más con el equipo ahora mismo virtualmente descendido a Primera RFEF como último clasificado con solo 15 puntos de 90 posibles.

El Cartagena no tiene instalaciones en propiedad (sí convenios de uso a medio-largo plazo, como el del Cartagonova, que dan un mayor valor), futbolistas de alto coste para ser traspasados ni nuevos inversores capaces de inyectar recursos económicos que ayuden a mejorar su estado. Pese a ello, el ajuste del cinturón del 30 de junio de 2023 al 30 de junio de 2024 refleja una mejoría traducida en un leve saldo positivo de 30.294,49 euros destinado a compensar pérdidas de ejercicios de años anteriores, que llevaron a romper el punto de equilibrio de LaLiga y a sufrir una restricción en el límite salarial.

Esa reconducción de la situación fue posible porque la cifra de negocio mejoró ligeramente con respecto a 2023, al pasar de 8,5 a 9,6; pero no tanto como en 2022, que se situaba en 9,8 millones. El dinero recaudado en abonos aumentó en casi 78.000 euros; el de publicidad en casi 1 millón; y el de ingresos de retransmisión se mantuvo parecido. El principal recorte tuvo lugar en los gastos de personal, pues la cifra pasa de 7.814.345,53 a 5,763.950,43 euros. El club en concreto metió la tijera en gastos de plantilla deportiva (de 5,3 a 3,7) y también en el resto de empleados (de 1,5 a 1,1). En total se pasó de 100 a 79 empleados, con recorte principal en el filial (de 34 a 25), cuerpo técnico (de 19 a 14) y personal no deportivo (de 11 a 8). Así, la deuda a corto plazo pasó de 2,4 a 1,7 millones de euros; y el resultado del ejercicio dio el mencionado saldo positivo de 30.294,49 euros en lugar de los 251.745,92 de saldo negativo del anterior ejercicio.

En cambio, el ratio de liquidez, es decir, la capacidad de la empresa para afrontar compromisos en el corto plazo, sigue siendo inferior a lo recomendable: si en 2023 estaba en 0,34 a 30 de junio de 2024 incrementó a 0,53, aún lejos de la cifra marcada en 2022, cuando estaba en 0,80 y la mayoría de las necesidades a corto plazo estaban cubiertas y existían menores problemas de liquidez. El resultado financiero, la diferencia entre los recursos totales y los gastos totales, sufre un cambio al pasar de 2,4 a convertirse en negativo por un valor de -241.186,16 euros.

La deuda a largo plazo ha pasado de 4,5 a 6,6; y la deuda neta, de 7,6 a 8,4. El Cartagena tenía a 30 de junio de 2024 un préstamo con varias entidades por valor de 6,8 millones de euros, avalados por LaLiga en caso de descenso; así como otro con el socio único, Duino Inversiones SL, pendiente por valor 627.965,40. Esta empresa, participada al 85% por Fernando Carreño y al 15% por Paco Belmonte, posee el 100% del capital social del club, cifrado en 4.310.000 euros.