Cartagena

Despropósito y manita en La Cerámica

A los de Luis Carrión, no obstante, la manita no le cayó por culpa del árbitro. La goleada llega por una serie de fallos que son inaceptables en el fútbol profesional. Y porque no se puede jugar peor los diez primeros minutos ni los diez últimos. Si no estás metido en el partido siempre lo pagas caro. Y el Efesé lo pagó carísimo ante un Villarreal B lleno de talento y ganas de agradar en su estadio.

El Cartagena fue inocente y vulnerable. Pablo Vázquez, una sombra del central fiable que fue la pasada temporada, duró diez minutos en el campo. Entró por la lesión de Martos, hizo un penalti infantil al poco de entrar y acabó expulsado por una falta en la que apenas tocó al delantero. Pero se fue a la calle del modo más absurdo y abrió la caja de los truenos. Musto, en la última jugada, también vio una roja directa que el árbitro debió haberse ahorrado. Todo mal en Villarreal.

El 'playoff' se queda a siete puntos y da la sensación que el Cartagena pasará el tramo final de temporada en tierra de nadie, sin nada en juego y tal vez preguntándose qué podía haber sucedido si la irregularidad que ha mostrado durante buena parte de la temporada no hubiera sido una constante. Quedan diez jornadas y para llegar a las cinco últimas con algo por lo que ilusionarse hay que sumar la mayoría de puntos en los próximos cinco partidos: Lugo (casa), Leganés (fuera), Mirandés (casa), Málaga (fuera) y Sporting (casa). No es el calendario más temible del mundo, pero o el equipo de Carrión encuentra una estabilidad rápidamente o no tendrá nada que hacer de aquí al 28 de mayo.

La entrada al partido de los albinegros este domingo en La Cerámica fue inaceptable. Andaban por el campo los visitantes y casi marca Fer Niño. Seguían andando y marcó Del Moral tras un saque de esquina que no se puede defender peor. Afortunadamente, Sergio Lozano había recibido el balón en fuera de juego y el tanto no subió al marcador. Pero enseguida sí subió el 1-0, anotado por Millán tras un error infantil de Kiko Olivas. Aunque juegues con frac y nunca te manches, si te da por jugártela en cada lance, por absurdo que sea, te puede ocurrir lo que le sucedió al central de Antequera. Le regaló el balón a Fer Niño y este hizo lo propio con su compañero, un Millán que marcó uno de los goles más sencillos de su carrera.

No despertaba de su letargo el Cartagena, que no encajó el segundo gracias a una formidable parada de Escandell en un remate terminal del hiperactivo Fer Niño. Y la suerte se alió con los visitantes, ya que de ese posible 2-0 se pasó al 1-1 en cuestión de 15 segundos. Lo que tardó De Blasis en ver a Ureña y filtrar un pase milimétrico que el extremo cedido por el Girona convirtió en una asistencia perfecta para que Borja Valle empatara. Era milagroso. En un arranque de partido en el que el Cartagena mereció que le metieran tres nos encontramos con un empate a uno.

Y la cosa mejoró poco después, cuando Kiko Olivas enmendó su error en el 1-0 anotando el 1-2. En un córner muy bien puesto por De Blasis que Darío Poveda no conectó en el primer palo, el balón llegó al segundo y el central antequerano metió la pierna con mucha pillería para marcar. A todo esto, Ávalos Barrera no se había enterado en una jugada anterior de una mano clamorosa del central local De la Fuente, que impidió así rematar a Ureña. Era penalti, pero desde el VAR no avisaron al árbitro. ¿Por qué? Eso se preguntaban en el banquillo visitante, pero ni siquiera el cuarto árbitro era capaz de dar una respuesta convincente.

El 1-2 calmó al Cartagena, que se quedó con la posesión del balón y se apoyó constantemente en Borja Valle para ganar metros y salir de la cueva. Pese a ello, el Villarreal B seguía mostrándose muy peligroso cada vez que se acercaba al área de Escandell. Especialmente lacerante fue el tema de los contragolpes montados por los locales en cada saque de esquina mal rematado del Efesé. En uno de ellos, Del Moral lanzó al travesaño.

En el segundo tiempo empezaron a aparecer los problemas en el bando albinegro, uno detrás de otro. Se lesionó Martos primero y después Ureña. Antes de la expulsión Pablo Vázquez, rigurosa, ya pudo empatar el equipo de Miguel Álvarez. Escandell se lució ante Pablo Íñiguez, Sergio Lozano la echó a las nubes con todo a favor y Collado tiró por encima del larguero tras una salida en falso del meta del Cartagena. Quedaban 20 minutos y, a pesar de las llegadas del filial del Villarreal, el Efesé empezaba a tener la situación bajo control.

Pero Pablo Vázquez entró en pánico, cometió un penalti evitable y vio una roja ridícula. Tuvo que encerrarse el Efesé y aguantó como buenamente pudo hasta el tiempo añadido. Moreno Aragón dio cinco minutos que al final fueron nueve. Y los de casa hicieron tres goles, el primero de Pacheco tras un contragolpe que el Efesé nunca debió conceder. Borja Valle preguntó a Carrión si perdía tiempo en la esquina y buscaba el centro en un córner. Farru remató mal y en la contra vino el 3-2. Luego el cuarto, tras un fallo tremendo de Farru. Y el quinto, de penalti y con el encuentro ya terminado.