Pepín Machín y Kiko Olivas, cabizbajos durante el último choque ante el Eibar. ANTONIO GIL
Fútbol | Segunda División

La cuenta atrás del Cartagena hacia su adiós al fútbol profesional

A 21 puntos de la salvación, la estadística ya dicta sentencia y la única incógnita es cuándo se consumará el descenso del Efesé a Primera RFEF

Salva Castiñeyras

Sábado, 8 de marzo 2025, 07:33

El destino albinegro se dibuja entre la claridad de la matemática y la oscuridad de la realidad. Claro, porque pase lo que pase, el FC ... Cartagena se precipita hacia la tercera categoría del fútbol español. Oscuro, porque el descenso es un golpe del que ningún aficionado quiere ser testigo y puede llegar a ser de una crueldad y dolor inimaginable. La incógnita que persiste no es el «si», sino el «cuándo». La agonía blanquinegra avanza a paso lento pero implacable, y cada jornada que pasa acerca más la sentencia definitiva.

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Con 15 puntos en 29 jornadas, el Efesé se ha convertido en el paradigma de lo que no debe hacerse si se pretende sobrevivir en la segunda categoría del fútbol español. A 21 puntos de una salvación que marcan Real Zaragoza y Burgos con 36 unidades, la permanencia es un espejismo en medio de un desierto de derrotas, desesperanza y un silencio ensordecedor. La herida aún sangra en la afición cartagenerista, aunque cada cual la asume a su manera: unos con resignación, otros con rabia, pero todos con el dolor de presenciar una muerte lenta y, sobre todo, anunciada.

Determnar el momento exacto en que el descenso será matemático requiere de múltiples cábalas y combinaciones de resultados. Pero hay una certeza: si Burgos y Zaragoza encadenaran victorias en las próximas jornadas mientras el Cartagena continúa su calvario de derrotas, el adiós a Segunda podría certificarse antes de que acabe marzo. Si el Efesé cae ante el Levante este fin de semana, vuelve a sucumbir en casa ante el Burgos y luego es doblegado en Riazor por el Deportivo, llegaría a la jornada 32 con los mismos 15 puntos y un margen de 30 aún por disputarse. En el peor de los escenarios, tanto burgaleses como maños alcanzarían los 45 puntos en ese mismo lapso, sentenciando a los de Romo sin necesidad de mirar más allá.

Pero seamos más benévolos. Supongamos que Burgos y Zaragoza no firman un pleno de victorias y que el Cartagena rasca algún punto en sus próximas citas. En ese caso, el descenso podría retrasarse hasta mediados de abril, en torno a la jornada 35. El calendario albinegro no invita al optimismo: tras el Levante y el Burgos, esperan Deportivo, Castellón, Eldense y Almería. Luego, Granada y Albacete pondrán la última prueba de resistencia en abril a un equipo que ya parece desahuciado.

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0.5 puntos por jornada

Los números hablan por sí solos. Con un ritmo de puntuación de 0.517 puntos por jornada, el Efesé proyecta un total de 21-22 puntos al cierre del campeonato. Superaría al Sevilla Atlético de la 2008/09, el peor colista de la historia de Segunda, que terminó con 19 unidades en 42 jornadas. Sin embargo, seguiría quedándose por debajo del Alcorcón de la 2021/22, que sumó 29, al que el Efesé le levantaría el puesto como segundo peor colista en la historia de la categoría de plata. La estadística sentencia que el Cartagena no solo descenderá, sino que lo haría con una de las peores marcas de la historia del fútbol español.

El final está escrito y la afición lo sabe. La cuestión no es si habrá milagro, sino cuántos partidos quedan para sellar la lápida de esta temporada fatídica. El fútbol siempre deja espacio para la épica, pero en Cartagena esta vez el reloj del destino hace tiempo que se quedó sin arena.

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Sin entradas a la venta ni autobuses previstos para mañana

La tristeza y la soledad albinegra no solo se sienten en el césped, también se trasladan a la grada del Ciutat de Valencia. Este año, el Efesé no contará con su hinchada en uno de los viajes más queridos por la afición. En temporadas pasadas, el Cartagena conquistó el estadio levantinista con victorias por la mínima: en 2022, Sadiku firmó un 0-1 que colocó a los albinegros en la cuarta plaza, y en 2023, Ortuño repitió el guion en plena remontada por la salvación con Julián Calero. Pero esta vez, el silencio será el que reine en el graderío visitante. Por el momento no hay entradas disponibles para abonados y solo los peñistas pueden acceder a ellas a través de la app de Aficiones Unidas o la web del Levante.

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