El Cartagena se mete en un lío en Fuenlabrada

Vimos antes del descanso al Cartagena que nunca queremos ver: al de Albacete y Las Palmas. Fue un equipo rendido, sin alma y sin ritmo. También sin fútbol, por supuesto. No ha podido imprimirle un sello propio Carrión a su equipo en esta segunda vuelta, posiblemente por las urgencias clasificatorias y porque el escenario es tan delicado que lo único que importa es sumar puntos y evitar el descenso. Esa es la realidad.

Así, aunque a los albinegros les falta un discurso propio y les sobra ansiedad, el Efesé se ha ido convirtiendo en un equipo camaleónico, capaz de adoptar diferentes roles dependiendo del rival e incluso de un momento determinado de partido. Y lo que tuvo en las seis últimas jornadas, en ese mes de abril en el que solo Espanyol y Girona fueron mejores, fue un carácter competitivo a prueba de bombas. Pues bien: este domingo perdió esa cualidad en el peor momento posible. En los primeros 45 minutos no tuvo energía, voluntad, firmeza, garra ni personalidad. Y el Fuenlabrada, que poco se jugaba ya en el envite, lo aprovechó para encarrilar la victoria que deja una temporada más a los madrileños en Segunda. De manera virtual, sí. Pero su permanencia es un hecho indiscutible.

El catalán Álex Mula completó una primera media hora primorosa, destrozando una y otra vez a un Antoñito perdido por completo. Avisó el exterior local con un trallazo que se sacó de encima Marc Martínez con los puños. Navas se resbaló luego en un sitio muy peligroso y permitió que Borja Garcés avisara con otro latigazo que lamió el palo. Otras dos internadas de Mula sin remate final entre los tres palos fueron el preludio del primer tanto del conjunto entrenado por José Luis Oltra.

En un córner ensayado que los visitantes defendieron de manera horrible, Pathé Ciss chutó desde el borde del área y Marc Martínez ni atajó ni repelió bien el disparo. Echó la pelota a un lado y Borja Garcés cazó el rechace, con Antoñito a su lado rompiendo el fuera de juego, mirando y levantando el brazo. Un tres en uno desastroso del lateral sevillano para confirmar que no era su día. En todo caso, ese 1-0 es imputable a la caraja de todos sus compañeros. Un gol que era un fiel reflejo de la pésima entrada en el encuentro del conjunto cartagenero.

No se levantó del golpe el cuadro visitante hasta que Rubén Castro se las ingenió para quedarse solo delante del portero y, tras hacer lo más difícil, echó por encima del larguero su intento de vaselina. No suele fallar esas oportunidades el canario, quien antes -también tras un servicio de De Blasis- había cabeceado fuera cuando estaba solo en el segundo palo. Muy forzado, es verdad. El Fuenlabrada bajó el ritmo y eso lo aprovechó el Efesé para manejar la pelota durante más tiempo y dejar de sufrir en cada incursión de Mula.

No obstante, Diéguez y Borja Garcés asustaron de nuevo a Marc Martínez. E Ibán Salvador, tras una sensacional arrancada de Nteka, cerró el primer acto metiéndose hasta el borde del área chica y lanzando alto. Chocó con Marc Martínez cuando el portero del Cartagena iba a por el balón y simuló una agresión que no hubo. En la posterior discusión, con todos los jugadores ya camino de los vestuarios, saltó al césped el meta suplente del Fuenlabrada, Dragan Rosic, quien fue expulsado por Muñiz Ruiz.

Salió con otra cara el Cartagena tras el descanso, pero las buenas sensaciones duraron tres minutos. Las borró de un plumazo el senegalés Pathé Ciss, quien hizo el gol de su vida. Robó un balón a Nacho Gil y le pegó a portería desde 55 metros. Incluso se resbaló el centrocampista local al golpear y se llevó por delante al jugador del Cartagena. Pero dio lo mismo. Era tal la potencia imprimida a la pelota que Ciss acabó marcando el gol de la temporada, superando a un Marc Martínez que no reaccionó a tiempo. Cuando la vio venir, ya era tarde. El meta catalán, que venía de dejar su portería a cero en las dos últimas jornadas, quedó señalado en el Fernando Torres.

No solo Marc. Berto Cayarga, quien firmó una actuación lamentable, dejó enseguida su puesto a Gallar, activo e intencionado desde el primer momento. También se marchó Nacho Gil, muy enfadado, y entró por él un Adalberto Carrasquilla que le cambió la cara a los visitantes. El panameño le dio criterio, orden y sentido al juego albinegro a partir de entonces.

Echó una mano el imprudente Ibán Salvador, un tipo de barrio que juega en el campo como que jugaba en la calle. Soltó el codo de un modo absurdo en una acción intrascendente y le dio en la cara a Jurado. Avisaron al árbitro desde el VAR y, tras ver la jugada, Muñiz Ruiz expulsó al extremo del Fuenlabrada. Era el minuto 66 y se podía soñar con rescatar un punto. Carrión cambió a los laterales y Coulibaly aportó más por la izquierda que un timorato Delmás por la derecha.

Rubén Castro se fabricó su gol tras un robo del joven Santisteban y en el último cuarto de hora los albinegros se volcaron. Navas y Datkovic acabaron de arietes, junto a Rubén Castro y Santisteban. Elady, con un zigzagueo estupendo, tuvo la mejor opción para anotar el 2-2. Pero su disparo, que iba a gol, lo taponó Juanma de manera milagrosa. Y el Cartagena se vino de vacío del Fernando Torres.