Con un 24% de la posesión, padeciendo hasta el último suspiro y cubierto por tres capas de hormigón jugando en casa. De la manera más rudimentaria posible, el Cartagena evitó la cuarta derrota de forma consecutiva, puntuó por primera vez como local desde mayo, consiguió ... la primera portería a cero de la temporada y sumó un empate muy sufrido que de alguna manera frena la caída de las últimas semanas. El Efesé es un club polvorín a punto de reventar, pero al menos el equipo de Jandro Castro encontró la manera de cortar la hemorragia de derrotas de las últimas jornadas y sumó un empate (0-0). El cartagenerismo, agarrado a un clavo ardiendo, confía en que este pueda ser un punto de partida.
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La realidad es esa. Jandro Castro agita el árbol sin parar. Desesperado, el entrenador del Cartagena da vueltas a la pizarra y cada jornada quita, pone, cambia y vuelve a cambiar en busca de una solución. No le queda más remedio que remover. Nadie tiene el sitio asegurado en una plantilla raquítica, reducidísima en efectivos y con muy pocos futbolistas que rompen el cascarón a estas alturas de la temporada. En el enésimo intento por encontrar agua en el desierto, el asturiano se encomendó al abrigo: una línea defensiva de cinco piezas salpicada por hasta cuatro novedades en el once con respecto a Córdoba: Sipcic, Guerrero, Gastón y Aguirregabiria, que regresó tras un problema familiar de última hora en el Nuevo Arcángel.
Cartagena:
Pablo Cuñat; Martín Aguirregabiria, Alcalá, Kiko Olivas, Sipcic, Jairo (Vukcevic, 64); Cedric (Hugo González, 74), Musto, Sergio Guerrero (Andy Rodríguez, 74), Luis Muñoz; Gastón Valles (Ortuño, 81).
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Elche:
San Román; Mario Gaspar, Bambo Diaby (Pedro Bigas, 21), David Affengruber, Álex Martín (Agustín Álvarez, 55); Nico Fernández, Gerard Hernández (Febas, 45), Cristian Salvador (Núñez, 81), Rashani; Óscar Plano (Mendoza, 55), Sory Kaba.
Árbitro: De la Fuente Ramos (castellanoleonés). Amarilla al local Kiko Olivas.
Incidencias: 5.637 espectadores en el Cartagonova, la entrada más floja de la temporada y de los últimos años, 600 de ellos llegados desde Elche.
Estas son hoy en día las armas del Cartagena, un equipo que hace relativamente poco pegaba bocados independientemente del rival, la posición y el presupuesto. Ahora va a la guerra sin especialistas que amasen la pelota y delanteros voluntariosos pero sin los dientes lo suficientemente afilados. Por eso anoche Jandro Castro, visto lo visto, apostó probablemente por lo más inteligente: atrincherarse, cerrar filas y ceder la bola el Elche en busca de algún contragolpe con Jairo, Luis Muñoz y Gastón a la carrera. Pronto avisó Óscar Plano, y antes del minuto 15 Kiko Olivas ya se vio forzado a una amarilla.
Entre respuesta y respuesta, un rayo de luz. Eder Sarabia rotó sin límites (hasta el portero) y en el eje de la zaga aparecieron dos defensas muy nerviosos, Álex Martín y Bambo Diaby, que eran amigos. El segundo cayó lesionado en un lance con Luis Muñoz, quien desaprovechó una de esas ocasiones que solo aparecen una vez: mano a mano ante San Román. El golpetazo de Jandro Castro hizo retumbar el banquillo del mosqueo. No es habitual que el malagueño falle eso. Tampoco un delicioso centro de Guerrero, entregado en la presión, que ni acertó a rematar. El Elche respondió con una gran internada de Sory Kaba, dejando atrás a un blando Sipcic.
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Iba a salto de mata el Cartagena, sin fluidez, directrices ni más premisas que arañar de donde fuera. Una queja. Una falta. Una presión. Una carrera contra el mundo. A cualquier clavo ardiendo se agarraba la afición para aplaudir. Fueron cinco mil espectadores los que asistieron al Cartagonova en una noche de Champions que nos dejó sin duda la entrada más pobre de la temporada. No está el horno para bollos y el cartagenerismo es un polvorín a punto de explotar por la situación deportiva, institucional y económica. Y poco que el equipo le dio, la gente apoyó. Gastón, un jabato, debió mirar por el retrovisor (venía Luis Muñoz solo) pero optó por jugársela en un dos contra uno que ni siquiera finalizó entre los tres palos. El Cartagena le puso empeño pero perdonó hasta tres ocasiones claras para adelantarse en el marcador.
Tres intervenciones de Pablo Cuñat en los primeros cinco minutos de la reanudación dibujaron un exigente escenario en la segunda parte. Affengruber cabeceó al larguero y en otra maraña de piernas el balón pudo acabar dentro. En ataque, una carrera en reserva de Jairo también era indicativo de lo que se venía por delante: remangue, sufrimiento y la necesidad de piernas frescas. El tinerfeño, de resoplo en resoplo, realmente agotado, no tardó en ser sustituido por Vukcevic. Tampoco dio más de sí Guerrero, al banquillo por Andy.
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Jesús Fernández
Entre bostezo y bostezo, el Cartagena se desperezó, salió de la cueva y descubrió que la defensa del Elche no es de hormigón. Lo supo mejor que nadie Luis Muñoz, quien en su tercer intento claro de gol volvió a sobrarle un regate y, como en la primera parte, se estrelló contra San Román. En otro arreón, Gastón esta vez debió disparar pero buscó una asistencia imposible al malagueño. Malas decisiones, a fin de cuentas, que privaron a los locales del gol.
Ahí se acabó la música para el Efesé. Ni los cambios (Ortuño, Hugo González, Vukcevic y Andy) ayudaron a estirar al equipo ni tampoco dieron las piernas para más. Agustín Álvarez perdonó lo imperdonable en el área pequeña en una jugada que inicialmente debió quedar invalidada por fuera de juego. No fue así, a Jandro Castro se lo llevaron los demonios y terminó expulsado.
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El Cartagena había perdido ocho de las diez jornadas disputadas, había encajado en todos los partidos y era incapaz de puntuar en casa desde la victoria contra el Tenerife de la temporada pasada. El Elche llegaba en un gran momento de forma porque solo había perdido un partido de los últimos seis. De alguna manera esa lectura positiva es la que debe quedar para afrontar el siguiente partido.
La rueda sigue y esta sábado (Anduva, 16.15 horas) espera el Mirandés. Después habrá de nuevo cita entre semana, esta vez de la Copa del Rey y con un largo desplazamiento incluido. La próxima cita en casa será frente al Deportivo y afortunadamente el Cartagena lo afronta con todos los efectivos disponibles y veremos si ahora con un punto de partida.
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