Un buen punto de pico y pala

El equipo de Julián Calero ofreció una versión contragolpeadora durante la primera parte en el Pepico Amat. Sobre todo, los albinegros aprovecharon la capacidad ofensiva de Iván Calero para pillar descuadrado al Eldense. Así, Darío Poveda estuvo a punto de prolongar su momento idílico con el gol en hasta dos ocasiones, a centros colgados desde la derecha.

El delantero alicantino estrelló en el larguero el primer servicio, con la ayuda de un defensa local. En el segundo aviso, Poveda inició la jugada de tacón para abrir a Diego Moreno. El centro envenenado de este lo aprovechó Luis Muñoz con el único recurso posible: una asistencia con la espalda a un Poveda que llegaba desde atrás, se le vino la pelota encima y no pudo enderezar el remate entre los tres palos para enfado del ariete.

Un 'pero' para el conjunto albinegro es que demostró poca capacidad asociativa para mover la pelota, bajar las pulsaciones a su rival y reducir el altísimo ritmo del partido. En este sentido se echó en falta algo más de presencia de Andy Rodríguez, que tiene esa capacidad para retener y distribuir. No se provocaron faltas ni saques de esquina en campo contrario.

El Eldense propuso un duelo altamente intenso, disputado y de elevado nivel de exigencia para la defensa del Cartagena. Los locales no solo acumularon hasta ocho disparos en la primera parte, sino que reflejaron su asedio con cinco saques de esquina y una constante batería de centros laterales, tanto de Toni Abad como de Marc Mateu. Ni un respiro se pudieron tomar los albinegros para bajar la guardia. Tampoco lo permitía la intensidad de los duelos, con dieciséis faltas en cuarenta y cinco minutos y hasta amarillas en los banquillos.

En este sentido, por lo tanto, cabe destacar la impecable gestión de la primera parte por parte de Verdú y Kiko Olivas. Sacaron el agua en todo momento y evitaron males mayores al Cartagena.

Pocas cosas que reprochar al Cartagena en su visita al Pepico Amat, un estadio donde el Eldense solo ha perdido 3 de los últimos 37 partidos jugados. Los dos equipos quisieron anoche ir a por la victoria y nunca escondieron sus armas, reflejo de los cambios hechos durante la segunda parte. Pero sumaron un punto justo, merecido y bien trabajado por ambos.

Al Cartagena le bastó con mostrarse unido, sólido, trabajador y comprometido en líneas generales. Tanto Gonzalo Verdú como Kiko Olivas rindieron a un gran nivel, concentrados, anticipativos y ordenados en cada momento. A destacar el papel del cartagenero, siempre pidiendo cabeza a sus compañeros y cortando un centro muy peligroso al primer palo; el andaluz terminó lesionado, pidiendo el cambio.

El compromiso defensivo también se vio en la figura de Diego Moreno. Sobre todo, en una acción muy concreta que estuvo a punto de costar el 1-0 de Cris Montes. El navarro dio un pase en falso en un saque de banda que habilitó al visitante, beneficiado además por el resbalón de Kiko Olivas para armar el disparo a placer delante de Lizoain. Diego Moreno enmendó su error llegando a tiempo al cruce. Lizoain paró un par de tiros peligrosos y el capitán Musto salió victorioso de sus mil batallas con Andone, Bernal y quien se cruzara en su camino.

El Efesé duerme cinco puntos por encima del descenso, la mayor distancia de toda la temporada. Queda este fin de semana por delante, si bien es cierto que todos los rivales directos por la salvación tienen partidos muy complejos esta jornada y existe hasta un duelo entre el Andorra y el Amorebieta del que solo puede ganar uno de los dos.

Julián Calero abandonó anoche el Pepico Amat satisfecho por el partido de su equipo (0-0). El Cartagena sumó un punto en uno de los estadios más complicados de la categoría y supo contener las embestidas del Eldense, que agobia, somete y tiene bastante acierto de cara a gol. «Me voy contento porque el equipo ha estado solidario, trabajador, muy junto y tuvimos opciones de partido con el larguero de Darío Poveda. El camino es este: la solidaridad, el esfuerzo y el trabajo en equipo», resumió el entrenador de Parla.

Calero reiteró, ante las preguntas de los medios, la «importancia de no perder», dio por muy válido y «justo» el empate y mandó a hacerlo «bueno» el sábado 23 (Cartagonova, 18.30 horas) en casa contra el Andorra. «Estábamos últimos, muy últimos, requeteúltimos. Estamos puntuando y cada punto que consigamos fuera será estupendo, y en casa intentar hacerlo de tres», dijo el técnico cuando el Efesé, que estuvo a 9 puntos de la salvación y durmió anoche 5 por encima del descenso.

En cualquier caso, Calero llamó a la prudencia, a no lanzar las campanas al vuelo y a ser comedidos por el trabajo que aún queda por delante. «Es como un calcetín. Pierdes dos, pierdes tres y se da la media vuelta», ejemplificó con la claridad que acostumbra. El entrenador del Cartagena sí puso algún 'pero' a los suyos, y es que quizá se pudieron hacer más cosas con el «balón» en un encuentro que tildó de «noble» pese a la alta intensidad, las faltas y los contactos.

Preguntado por la ausencia de Jairo Izquierdo, el de Parla, que lo ocultó hasta el último momento, cree que el tinerfeño tiene una «pequeña rotura» y valorarán a lo largo de la semana si lo fuerzan, pues aporta «desborde y agilidad». Kiko Olivas, por su parte, sintió un «calambre» en la parte de atrás del muslo izquierdo y bajo la experiencia del jugador cree que no será «nada importante».