Un mal debut.Migue García intenta llegar a un balón, en el partido de hacenueve años ante el Betis B,saldado con derrota (0-2) y quedejaba al Cartagena muy cercadel descenso a Tercera División. J. M. Rodríguez / AGM

Cartagena

Belmonte, un aniversario entre dudas

Hoy se cumplen nueve años de su llegada a la presidencia del Cartagena, un cargo que podría dejar este verano tras liderar los mejores años de la historia del club

Viernes, 3 de mayo 2024, 01:04

Hoy se cumplen nueve años de la llegada de Paco Belmonte al FC Cartagena. El 3 de mayo de 2015 se sentaba por vez primera en el palco del Cartagonova el presidente que en estas nueve temporadas ha transformado por completo el club, al que ... sacó de un pozo profundísimo hace casi una década y está a punto de dejar, por cuarto año consecutivo, en Segunda División. Aquel estreno fue dramático (0-2). Era la anpenúltima jornada de liga y el Efesé que entrenaba Manolo Palomeque perdió ante un Betis B que no se jugaba nada y contaba con tres juveniles en el once. Los locales enviaron cuatro remates a la madera (Gato, Chus Hevia, Migue García y Luque) delante de 6.000 espectadores, el triple de los que ese año solían ir al estadio.

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Tras los goles de José Carlos, central que pasó por el Lugo y el Alcorcón y ahora juega en el San Fernando, y Álex Alegría, quien debutaría en Primera y después iría a Levante, Rayo Vallecano, Mallorca, Sporting y Zaragoza, el Cartagena se quedaba quinto por la cola y se veía obligado a ganar sus dos últimos partidos, contra el Jaén y La Roda, para no bajar a Tercera. Venció en tierras jienenses (1-2) en un partido bajo sospecha y empató en casa frente a los albaceteños (1-1), para caer al 'playout' y acabar logrando aquella milagrosa salvación en la eliminatoria contra el filial de la UD Las Palmas.

A partir de ahí, las dudas sobre la viabilidad económica del club, un amago de referéndum, una refundación olvidada en 24 horas y, por fin, el inicio del mejor proyecto de fútbol que haya tenido jamás la ciudad. Cada aniversario fue distinto. 2016 fue el año de la reconstrucción. 2017, el de la recuperación económica y el despegue futbolístico. 2018, el del batacazo deportivo en Majadahonda y el resurgimiento. 2019, el de la frustración en Ponferrada. 2020, el del anhelado ascenso en Málaga. 2021, el del reencuentro con la afición y la necesaria permanencia. 2022, el de la consolidación en Segunda. 2023, el del sueño del 'playoff' de ascenso y el adiós a Luis Carrión.

Belmonte recibiendo ánimos tras la derrota de Majadahonda. J. M. Rodríguez / AGM

¿Y 2024? Este noveno aniversario de Paco Belmonte en el Cartagena es, desde luego, el más complicado de catalogar. Y es así porque estamos en una fase de evidentes dudas. La incertidumbre que rodea al proyecto aumenta por el silencio que se ha autoimpuesto el propio presidente, quien no concede entrevistas ni comparece en público desde el pasado mes de enero, en la despedida del club del capitán Marc Martínez, el último superviviente de la plantilla del ascenso que quedaba en el equipo. Esto da pie a que las especulaciones sobre su inminente salida del club vayan a más. Las dificultades económicas, con una deuda de 2,3 millones de euros generada en los tres últimos ejercicios, obligan a buscar soluciones a corto plazo.

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Una posible venta

¿Está Paco Belmonte viviendo sus últimas semanas en el Cartagena? Solo él lo sabe. Pero es algo que puede estar sucediendo, desde luego. Prácticamente desde la noche del ascenso en La Rosaleda, el 19 de julio de 2020, se viene hablando de la posibilidad de que entre capital extranjero en el Efesé. Una venta pura y dura nunca estuvo sobre la mesa. Lo que Belmonte buscó siempre fueron socios con los que potenciar económicamente el proyecto y seguir él al frente del mismo, tomando todas las decisiones importantes. Pero los acontecimientos se precipitaron de tal manera desde el pasado mes de agosto que no es descabellado pensar en que el club pueda cambiar de manos en un par de meses.

Una venta pura y dura nunca estuvo sobre la mesa, pero en los últimos meses es una posibilidad cada vez más evidente

Porque este noveno año de Belmonte en la presidencia del Efesé ha sido el primero de involución del proyecto. Las ocho anteriores fueron siempre temporadas de crecimiento. Del casi descenso a Tercera a la consolidación en Segunda B y cuatro intentos por subir hasta que por fin llegó la gloriosa noche de La Rosaleda. Después, tres años en Segunda de menos a más: salvación, coqueteo con el 'playoff' y posibilidades reales de ascender. Todo eso, acompañado de la estabilización de la masa social en cerca de 9.000 abonados, la consecución de apoyos importantes del mundo de la empresa y el respaldo absoluto de las instituciones.

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Celebración en el palco de La Rosaleda del ascenso a Segunda. A. Gil/ AGM

Pero este curso todo saltó por los aires. Belmonte defiende que él no ha cambiado. Que sigue siendo la misma persona que triunfó en el Cartagena. Y que lo que ha cambiado es el entorno. Que todo el mundo se descontroló cuando los resultados se torcieron y que lo único que pasó entre agosto y diciembre de 2023 es que no se ganaban partidos y el equipo era colista.

Este noveno año de Paco Belmonte en la presidencia del Efesé ha sido el primero de involución del proyecto

Pero esta es una versión bastante simplista de lo sucedido en los últimos meses, ya que la fractura entre el presidente y todo lo que rodea al equipo (aficionados, políticos, periodistas...) ha sido de tal envergadura que no se puede explicar solo con las derrotas del equipo. Es más, ni siquiera la milagrosa remontada que está protagonizando el conjunto de Julián Calero en la segunda vuelta ha servido para limar asperezas e intentar reconducir la situación. Belmonte está, pero es como si ya no estuviera. El entrenador es la figura que lo abarca todo en el club. Su técnico, su referente y su portavoz. Lo nunca visto desde 2015 en el Efesé.

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Lo bueno es que el equipo está cerca de salvarse. Y eso es lo verdaderamente relevante. Si Belmonte quiere seguir y soplar las diez velas dentro de un año será una buena señal. Con él como presidente está garantizado el éxito deportivo. Si, como parece, está cansado y quiere tirar la toalla, habrá que cruzar los dedos y esperar que la nueva propiedad esté, como mínimo, a su altura.

La ciudad deportiva y la cantera, principales retos pendientes

El asunto que más quebraderos de cabeza le ha dado al presidente del Cartagena en los últimos años es el de la ciudad deportiva. La segunda fase no ha arrancado y no está claro que vaya a hacerlo próximamente. El filial, por ejemplo, no ha jugado este año en La Manga Club. También van para largo las reformas pendientes en el Cartagonova y está completamente aparcado el proyecto de construir un campo para los equipos de la cantera albinegra en San Antón. Extender el sentimiento efesista por la comarca y llegar a sitios de tradición murcianista es otro reto pendiente de cara al futuro. La cantera también preocupa. Tras años de crecimiento, esta temporada el filial ha bajado y el juvenil puede hacerlo mañana.

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