Fútbol | FC Cartagena
El agridulce adiós al sueño de Carmelo en el equipo de su ciudadEl cartagenero volvió al filial con Romo, se lesionó y sufrió retrasos en el pago de las nóminas por parte del Efesé tras debutar en Segunda
Con una publicación en redes sociales, Carmelo Sánchez dio por concluida hace días una temporada inolvidable e ilusionante en el plano personal, marcada por el ... debut en el fútbol profesional con el equipo de sus sueños, el de su ciudad: el FC Cartagena. El ingeniero de telecomunicaciones de 23 años se ganó a pulso ser uno más en la dinámica de Segunda División pero bajó la persiana del curso con un gusto agridulce: desapareció del mapa con la llegada de Guillermo Fernández Romo al banquillo, se lesionó a mediados de marzo y acabó sufriendo el retraso en las nóminas, para ahora terminar contrato y no tener aún claro qué camino escoger.
En una temporada tan dura a nivel social, institucional y deportivo, con el Efesé hundido en el fondo de la clasificación, un elevo ambiente de crispación y 31 derrotas en 42 partidos, 9 de ellas de forma consecutiva, Carmelo fue la excepción. También la sonrisa, la ilusión y las ganas de un vestuario anímicamente tocado, sin aspiraciones reales al término de la primera vuelta y ya sin ninguna de ellas desde la noche del 13 de abril en Almería, con el descenso matemático a Primera RFEF.
El centrocampista cartagenero supo aprovechar esa situación desde el primer día para situarse como un futbolista más de la primera plantilla desde la pretemporada, a pesar de que inicialmente fichó por el filial y bajo unas condiciones económicas no muy altas. Se la jugó a una carta para estar cerca de casa [antes jugó en La Rioja, Cáceres y Burgos], terminar los estudios universitarios y de paso intentar vestirse de corto en el Cartagonova. El objetivo era ese con esfuerzo, constancia y dedicación. Fue convocado a todos los partidos de la primera vuelta a excepción de tres hasta que a la duodécima oportunidad tuvo la oportunidad de debutar.
Entró en prácticamente todas las convocatorias del primer equipo y jugó los últimos cinco partidos a las órdenes de Jandro
Esa fecha marcada en rojo en el calendario fue la del 17 de noviembre de 2024. Aquel día Carmelo debutó oficialmente en Segunda en el partido que terminó con la victoria del Efesé frente al Huesca (1-0), donde el centrocampista cartagenero disputó los últimos nueve minutos. El entrenador Jandro Castro siguió apostando fuerte por el centrocampista cartagenero, hasta el punto de darle protagonismo en cinco jornadas de forma consecutiva: ante el Castellón (7 minutos), el Granada (11), el Albacete (17), el Leganés (7, Copa del Rey) y el Racing de Ferrol (83).
Sin respuesta
En el estadio A Malata, en concreto, Carmelo pudo jugar sus mejores minutos con la albinegra al ser el recambio de una inoportuna lesión de Damián Musto. Ese fue el último encuentro de Jandro Castro y, también, del cartagenero con el Efesé. Con la llegada de Guillermo Fernández Romo, a mediados de enero, terminó todo: el chico estaba en todo lo alto y entró en tres convocatorias más, sin saltar al verde. En esos momentos, y comprobado ya que no contaba para Romo, se intentó pactar una salida en el mercado invernal, por medio de una cesión, pero desde el entono del futbolista aseguran a LA VERDAD que desde el club no se les dio respuesta.
De este modo, Carmelo continuó en el Efesé pero ya nunca más volvió a hacerlo como en el resto de la temporada: ni volvió a jugar ni volvió a ser convocado, a pesar de que el equipo no dejaba de enlazar derrotas (hasta nueve seguidas) y la salvación era ya prácticamente misión imposible a esas alturas.
El centrocampista, por lo tanto, regresó como pilar fundamental al filial de Tercera. El cartagenero tenía nivel de sobra para esa categoría, pues con anterioridad ya había jugado tanto la Copa del Rey como en dos grupos diferentes de Segunda RFEF con la Aradina y el Cacereño. También fue convocado con el Logroñés en Primera RFEF cuando su filial era el Peña Balsaimaso.
Cuando Romo confirmó que ya no contaba con él, a su llegada, se intentó una salida en forma de cesión pero no fue posible
A su vuelta fija con el Cartagena B, de forma repentina y cuando más jugaba con el primer equipo, se le sumó una lesión a mediados de marzo que terminó por poner punto y final a la temporada. El día 16, en el partido en Ciudad Jardín contra la Minerva, Carmelo tuvo que ser atendido y sustituido en el minuto 38 por una lesión de la que ya está recuperado: un esguince de grado 2 en el lateral interno con afectación en el cruzado anterior. Inicialmente no gustaron las formas de proceder del club y hubo intercambio de llamadas entre las partes para ponerle solución.
A esta situación se le unió además la extradeportiva, de retrasos en el cobro de las nóminas que llegaron a superar los dos meses. Esta semana, el sindicato AFE informó a preguntas de este diario la existencia de dos mensualidades atrasadas. La Asociación Futbolistas Españoles, además, aseguró tener constancia de denuncias de futbolistas del Cartagena B ante la Comisión Mixta para tratar de poner solución a esta situación. Carmelo termina contrato y tiene todos los frentes abiertos para decidir su futuro tras una temporada inolvidable salpicada de algunos malos momentos.
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