Desayuno LA VERDAD-Repsol
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Benito Maestre
Murcia
Jueves, 27 de febrero 2025, 01:02
La formación no es solo una llave para acceder al mercado laboral, sino también para seguir y progresar. Aparte de conocimientos, también se espera que los empleados reúnan las llamadas 'soft skills' o habilidades blandas (como saber trabajar en equipo, resolver conflictos o actitud proactiva) y la capacidad de adaptación a los nuevos tiempos. Por su parte, las universidades, centros de formación profesional y empresas colaboran estrechamente para captar, instruir y retener el talento, que es la piedra angular para mantener la competitividad en un entorno dinámico y en constante evolución. Porque una organización que promueve el aprendizaje continuo potencia la motivación, compromiso y cultura de su equipo, al tiempo que mejora su respuesta ante los posibles desafíos.
Con la finalidad de radiografiar esta situación y encontrar más puntos en común, LA VERDAD y Repsol celebraron ayer un desayuno informativo con expertos regionales del ámbito empresarial y académico en las instalaciones del diario en Murcia. El encuentro, que estuvo moderado por el periodista Gregorio Mármol, delegado de LA VERDAD en Cartagena, contó con la participación de Antonio Mestre, director del Complejo Industrial de Repsol en Cartagena; María Rosa Laborda, directora del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Politécnico; Manuel Ferrer, gerente de Eficiencia Operativa de Serveo; Francisco Guillermo Díaz, decano de la Facultad de Química de la Universidad de Murcia (UMU), y Antonio Guerrero, vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
La demanda de perfiles técnicos por parte de las empresas es público y notorio. Así lo perciben institutos como el CIFP Politécnico, al que continuamente solicitan estudiantes de sus diferentes ciclos formativos de la rama industrial incluso desde el primer curso. «Todos nuestros titulados, si lo desean, se pueden incorporar inmediatamente a la vida laboral; tenemos un 90% de inserción laboral, tirando por lo bajo», presumió Laborda, agregando que «hemos detectado una mayor demanda en este último año». El centro, cabe indicar, cuenta con más de 300 convenios con organizaciones de Cartagena y su entorno.
Uno de esos acuerdos lo mantiene con Repsol, donde la empleabilidad para los perfiles de FP es alta, aunque sigue faltando mano de obra, reivindicó Mestre, quien relacionó esta escasez con la denostación a la que históricamente ha estado sometida la formación profesional. Al respecto, destacó que los trabajadores de FP en la multienergética tienen empleo de calidad.
La UPCT y la Facultad de Química de la UMU también acogen con orgullo y satisfacción de la empleabilidad de sus egresados. «Es muy elevada, brutal, increíble», definió Guerrero, mientras que Díaz aseguró que el «porcentaje es altísimo». Esta respuesta está supeditada a las exigencias de la digitalización, transformación tecnológica y sostenibilidad que vive la sociedad y la economía. «Aunque son carreras duras, los alumnos terminan con una formación amplia y habiendo superado muchos obstáculos», señaló el vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Politécnica. Una visión que compartió Díaz, quien sostuvo que los planes de estudios de sus grados y dobles grados «responden, en buena parte, a lo que pide el mercado laboral actual. Tenemos que estar al servicio del entorno, ya que es nuestra obligación».
Desde Serveo, Ferrer insistió en lanzar el mensaje optimista de que las empresas siguen necesitando perfiles técnicos, por lo que la empleabilidad de este colectivo está asegurada. Al respecto, animó a quienes quieren ser mecánicos o electricistas a formarse en estos oficios, ya que trabajo no les va a faltar, tienen buen salario y no son tan forzosos como antaño. Igualmente, propuso a todos los agentes implicados enfocar las partes académica y empresarial para solventar este déficit de personal.
Los ponentes coincidieron en la importancia de que todos los eslabones de la cadena estén bien unidos para ser más fuertes y cumplir con los objetivos. La directora del CIFP resaltó un cambio de tendencia por parte de las empresas, que han reorientado su foco y ahora son ellas las que buscan los centros de formación profesional como el suyo para allanar el camino y suscitar el interés de los estudiantes, por ejemplo, a través de jornadas de puertas abiertas con el fin de que conozcan sus instalaciones, capital humano y modelo de negocio. «Las empresas son nuestros mejores socios, porque permiten que los alumnos se formen en sus instalaciones y que el equipo docente actualice sus conocimientos».
El gerente de Eficiencia Operativa de Serveo puso de manifiesto la necesaria participación de las empresas en los centros de formación profesional y universidades no solo para que los planes de estudios recojan las necesidades del mercado laboral, sino también para insuflar en los alumnos la pasión y compromiso por el trabajo. «Tenemos que darnos a conocer», animó. También abordó la escasez de mano de obra femenina en oficios asociados históricamente a hombres, como electricidad o mecánica. «Es una realidad que refleja la persistencia de estereotipos de género en la FP», reconoció, al tiempo que añadió que en las ingenierías relacionadas sí se ha roto esa barrera. «Yo todos los años hago alguna formación específica», justificó Ferrer el compromiso que su compañía tiene con la formación continua de toda la plantilla, con itinerarios formativos compuestos a partes iguales por personal interno y externo y con niveles diferenciados para la parte de mandos y técnica.
La comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la adaptabilidad son habilidades blandas (del inglés, 'soft skills') cada vez más valoradas por las empresas, ya que facilitan la integración en las plantillas y mejoran el desempeño en cualquier puesto. Por ejemplo, desarrollando el proyecto que consiste en el montaje de un punto de carga eléctrico, esas competencias tan demandadas se consiguen trabajar, tal y como contó la directora del CIFP Politécnico. Imparte un total de 21 ciclos formativos en grado medio y superior, dos cursos nivel superior de especialización, así como 12 acciones formativas del SEF. A partir de la entrada en vigor de la nueva ley de FP, los alumnos deben realizar su FP Dual en la empresa para poder obtener la titulación a la que optan, y los estudiantes de las acciones formativas del SEF también tienen garantizado hacer sus prácticas en alguna compañía. «Los docentes también tenemos que aplicarnos la formación continua», incidió Laborda; cabe resaltar que el centro que dirige cuenta con 106 profesores.
Guerrero se mostró «positivo» con el talento joven y las oportunidades laborales que se les avecinan. «No les tienes que formar en las nuevas tecnologías, y se enfrentan a los problemas con soluciones que encuentran a través de la formación 'online', redes sociales, inteligencia artificial…», indicó, agregando que la UPCT ha creado bajo el mandado de Mathieu Kessler el Vicerrectorado de Estrategia Digital e Inteligencia Artificial con el propósito de introducir todas las herramientas necesarias para que la Politécnica alcance un nivel tecnológico alto en materia de comunicaciones, nuevas tecnologías y administración electrónica, así como facilitar el acceso y difusión de los recursos documentales. Con respecto a los microcredenciales universitarios de la UPCT, adelantó que el próximo 4 de marzo dará comienzo un curso dirigido a estudiantes de Máster de ingeniería relacionados con la Industria 4.0. en el que adquirirán competencias y habilidades necesarias para la creación de gemelos digitales, en modalidad 'online'.
La Facultad de Química de la UMU engloba los grados en Bioquímica, en Física, en Ingeniería Química y en Química, así como los dobles grados en Química e Ingeniería Química y en Matemáticas y Físicas. En suma, apuntó Díaz, hay paridad entre mujeres y hombres. «Estamos en una posición positiva», exclamó. Pero si se desgranan las cifras, se aprecia que en la carrera de Bioquímica hay una mayor presencia femenina y en la de Física, masculina. Además, el decano rompió una lanza a favor de los estudiantes por todos los requisitos que las empresas les exigen cuando quieren acceder al mundo laboral: «Hay que abrir más el foco y darles el tiempo que requieran». Otras de sus reivindicaciones fueron la necesidad de dignificar todos los puestos de trabajos, porque es «ineficiente» que todo el mundo sea directivo, y que «el químico lo primero que tiene que saber es de química porque si no, no va a aportar lo que se espera de él», en referencia al reto de la digitalización.
De conectividad disertó Antonio Mestre cuando mencionó el triángulo que forman los centros de formación, las empresas y la sociedad: «Así seremos capaces de sacar provecho al talento en todas sus etapas, motivándole y estando preparados ante escenarios disruptivos». Sobre la brecha de género en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), incidió que en la actualidad el 70% de los CV que recibe Repsol son de perfiles masculinos, aunque en lo que va de 2025 el 100% de las contrataciones han sido mujeres. Aun así, la empleabilidad del colectivo STEM en la multienergética es alto, tanto a nivel regional como nacional. También habló de la digitalización como un habilitador para mejorar el trabajo, de ahí la importancia de la formación continua al respecto, pero no como un fin; eso sí, apostando en todo momento por las personas y sus capacidades. Acto seguido añadió que esta tecnología siempre ha de ser rentable para las empresas.
Al hilo, Antonio Guerrero puso en valor la iniciativa de los profesores que tienen la inquietud de buscar entre el tejido productivo los equipamientos e infraestructuras más punteros con un doble objetivo: que los estudiantes se formen con la perspectiva más próxima al mercado laboral y que los docentes hagan lo propio. «Si todos nos alineamos, el estudiante de hoy va a entrar en la empresa el día de mañana y ser productivo desde el primer minuto», subrayó.
La Universidad de Murcia, dentro de su compromiso de servicio público, ya ha puesto en marcha el modelo de formación mediante microcredenciales universitarias, que busca adquirir, actualizar y mejorar las competencias a profesionales con cursos oficiales y homologados a nivel europeo. «Queremos meternos en la formación continua de las empresas», aseguró el decano de la Facultad de Química, añadiendo que «estamos a vuestra disposición».
Repsol, no obstante, dispone de una universidad corporativa con distintos itinerarios formativos y en modalidad 'online' y presencial. «Entendemos la formación como algo continuo. A las personas hay que formarlas hasta que se jubilen, para que la empresa sea competitiva», afirmó Antonio Mestre. Ejemplo de ello es la creación de un centro de formación digital dirigido a todo el organigrama empresarial, desde directivos hasta operarios.
En Serveo, la formación continua también es dogma: «Nunca se para de estudiar», sentenció Ferrer. Otro de sus puntos fuertes es la recepción de becarios para que realicen sus periodos de prácticas en estas instalaciones, y de todos ellos, el 80% continúa, cifró. «Nos parece importante mejorar la comunicación entre las universidades y centros de formación profesional con las empresas, porque hemos detectado que los estudiantes se encuentran cosas diferentes cuando acceden a la vida laboral», reflexionó.
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