Arreón final con el Mar Menor y los regadíos

Para que salga la ecuación a la que apuntan las encuestas, el ascenso del PP debe ir a costa de alguno de los anteriores. El profesor de Sociología Política de la UMU y codirector del Cemop, Juan José García Escribano, considera que en la recta final de la campaña se producirá una movilización del voto de izquierdas, aunque no habrá posibilidad de medirlo demoscópicamente. El histórico de comicios anteriores muestra que se mantiene la proporción de 60%-40% entre los bloques de derecha e izquierda, que ahora están más polarizados.

En el tramo final, los mensajes estarán marcados por el Mar Menor, el agua y la agricultura, que forman parte de la agenda habitual de la Región. Mañana coincidirán las visitas del líder de Vox Santiago Abascal, en Murcia, y de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en Cartagena; esta última invitada por las organizaciones promotoras del Decálogo por el Mar Menor, al igual que la eurodiputada de Sumar María Eugenia Rodríguez.

Todo lo que afecta a la laguna costera, al campo y al agua, moviliza con mayor intensidad a los colectivos y votantes que se sienten especialmente implicados (organizaciones vecinales, ecologistas, comunidad científica, y sectores del agro y del turismo). También es verdad que muchos tienen sus votos definidos. Mientras que los socialistas murcianos se muestran más cómodos hablando del Mar Menor y del plan de medidas prioritarias que está aplicando el Ministerio, frente a la inacción que denuncian por parte del Ejecutivo regional; los populares prefieren centrar su discurso en la defensa del Trasvase Tajo-Segura, que consideran el talón de Aquiles del Gobierno de Pedro Sánchez por el recorte de recursos para la cuenca del Segura.

Teresa Ribera, que no hizo campaña en las elecciones autonómicas, tendrá ocasión de explicar sus medidas en materia de agua y desalación, aunque el momento le ha pillado con el pie cambiado por las resoluciones que ha enviado la CHS estos días a las comunidades de regantes, advirtiendo de que no habrá recursos suficientes para sostener a largo plazo los regadíos y el buen estado de las masas de agua. Ni siquiera con la ampliación de las desaladoras. El cierre y restricciones de los acuíferos sobreexplotados antes del año 2027 estaba puesto negro sobre blanco, pero ahora empiezan a verle las orejas al lobo. Serán unos 200 hm3 menos, y no se sabe cómo se van a compensar, además de los 103 hm3 del recorte del Trasvase. Difícil tarea, sobre todo si hay otras comunidades autónomas de por medio. El agua ha tomado protagonismo global y cualquier líder que hace campaña en Aragón, por ejemplo, tiene que 'retratarse' sobre el 'fenecido' Trasvase del Ebro; el último Núñez Feijóo.

Abascal lo tiene muy complicado para mantener los tres diputados. Su mensaje de interconectar las cuencas le suena bien al sector agro; y en especial al Campo de Cartagena cuando propone además derogar/modificar la ley del Mar Menor y eliminar la personalidad jurídica del ecosistema. Unas promesas que no recibirán el apoyo del PP.