No hace falta revisar los indicadores de fracaso escolar para constatar nuestra lejanía de las sociedades más desarrolladas. Basta con oír algunos discursos en la Asamblea. Un día después de que los grandes diarios internacionales abrían sus portadas con la preocupación científica por la histórica ... ola de altas temperaturas en todo el planeta, por la combinación del calentamiento global y el inicio del fenómeno El Niño, un líder político regional aludía en su intervención al ¿lobby climático? y despreciaba lo que la ciencia concluye sobre las causas del deterioro del Mar Menor. Solo una mezcla de deficiente formación académica, sesgo ideológico y defensa de intereses económicos concretos puede explicar semejantes relatos. En el pasado tuvimos gobiernos muy alejados del centro político, como el formado por Valcárcel en 2011, pues combinaba los tics autoritarios de Bascuñana con los negacionistas de Cerdá, aunque este último no por descreimiento científico, sino por puro interés político. Sin embargo, lo que se avecina produce escalofríos ante el nivel argumental de un partido que quiere entrar en el Gobierno regional y a la vez propone vaciar de competencias a las autonomías. Que aborda el complejo problema de la inmigración hablando de que sigue abierto un centro de menas en una pedanía de Murcia. Menos mal que la pandemia quedó atrás porque quizá volvería el discurso antivacunas que se oyó en la última legislatura. Estamos a un paso del terraplanismo.

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