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A solo cuatro días de la cita con las urnas, la campaña se pone muy cuesta arriba tanto para Pedro Sánchez como para Alberto Núñez Feijóo. Por motivos distintos, los líderes de los dos principales partidos de España encaran la recta final de la campaña ... con pegamento en las suelas de los zapatos y pidiendo la hora. Al presidente le ha terminado estallando el asunto judicial de su mujer, Begoña Gómez, que está citada a declarar como investigada el próximo 5 de julio por la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios entre particulares. Sin duda, un revés que será utilizado por la oposición para poner contra las cuerdas a un Sánchez que no hay quien lo saque del victimismo del «fango», ajeno al caso de su esposa.
Y Feijóo, fiel a su metedura de pata habitual en las segundas semanas de campaña, deja descolocados a los suyos al abrir la puerta a una futura moción de censura con el apoyo de Junts. Toda una lección de torpeza política.
Mientras, Abascal se frota las manos y añade votos a la saca. Sin despeinarse.
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