La victoria suele ser para quien menos errores comete en campaña, a la que se llegó en la Región con un 30% de indecisos. En todos los sondeos aparecía López Miras en cabeza, posición que parece haber consolidado en esta recta final por los tropiezos ... de unos rivales que no le ponen en aprietos. La figura de María Marín salió tocada del debate que reventó, lo que facilitó que Miras superara sin rasguños uno de los trances más delicados. Pero quien más podía salir beneficiado, Pepe Vélez, tropezó poco después consigo mismo por su particular oratoria y falta de soltura ante las cámaras. Y para colmo ayer le estalló el presunto caso de compra de votos en Albudeite con la detención nada menos que de la candidata a alcaldesa, la número 6 de la lista y un tercer político que le acompaña en su lista a la Asamblea. Todo ello en mitad de un explosivo reguero de casos similares en toda España que salpican al PSOE. El error garrafal de Vox llegó con unas declaraciones de José Angel Antelo publicadas ayer en las que directamente decía que de no haber cambios en la ley del Mar Menor, Vox iría a la oposición, pero el PP también. Era evidente que Miras iba a aprovechar ese balón al pie para lanzar la idea de que Vox, llegado el caso, dejaría gobernar al PSOE si no logra el objetivo prioritario que persiguen quienes sustentan a los de Abascal: tumbar la ley que blinda la laguna. Con esta oposición, López Miras acabará logrando la mayoría que busca, convenciendo a los votantes de que si su gestión fue como fue se debe a lo negativos que son los gobiernos de coalición.

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