Inditex cierra otro año récord con un beneficio de 5.886 millones pese a moderar su crecimiento

A pesar de que este es el tercer ejercicio consecutivo en el que la compañía fundada por Amancio Ortega bate su propia marca, la exigencia de los inversores es cada vez mayor y el foco de estas cuentas se ha puesto en que es la primera vez desde la pandemia en la que ni ingresos ni beneficios crecen por encima del doble dígito.

Eso, sumado a un inicio de 2025 más flojo de lo esperado, terminó este miércoles por desplomar más de un 7% a la compañía en Bolsa, hasta los 44,9 euros por acción, mínimos de agosto de 2024. La brusca reacción implica una pérdida de valor de más de 12.000 millones de euros en una sola jornada, algo nunca visto en el parqué nacional.

Es cierto que el grupo ha demostrado soportar mucho mejor que sus competidores la presión de la caída del consumo global de ropa en los últimos años. Pero la firma tampoco es inmune y la ralentización en ventas preocupa de cara al nuevo ejercicio. En concreto, entre el 1 de febrero y el 10 de marzo de 2025 apenas crecieron un 4%. «Aunque señalan un crecimiento del 7% en la última semana comercial, la cifra supone una gran reducción», apunta Javier Cabrera, analista de XTB. «El arranque del primer trimestre de 2025 muestra pérdida de tracción», añade Elena Fernández Tapia, analista de Bankinter.

La experta apunta también al compromiso de inversiones de 2.700 millones de euros que moderarán la generación de 'cash flow libre' de la compañía y que, por tanto, podría entorpecer las futuras mejoras de dividendos, pese a que el grupo ha anunciado este miércoles un incremento del 9% en su retribución al accionista, hasta los 5.236 millones de euros.

«La evolución de una compañía en los mercados no se pude medir en el corto plazo y somos optimistas en este sentido; los accionistas son un grupo de interés relevante, junto a clientes, empleados, etc., y tratamos de mirar la generación de valor a largo y medio plazo», defendió el consejero delegado del grupo, Óscar García Maceiras.

Durante la presentación de resultados celebrada en Arteixo (La Coruña), el directivo insistió en que «nuestro foco está centrado en generar valor a medio y largo plazo a los accionistas» y restó importancia a esa moderación de las ventas en las primeras semanas de este año, al tratarse de un período «poco representativo» del ejercicio.

«Nuestro posicionamiento es que nos sentimos optimistas respecto a la evolución del ejercicio 2025. Nuestras colecciones están siendo bien recibidas por nuestros clientes y creemos que a lo largo del ejercicio vamos a ser capaces de mantener esa senda de crecimiento efectiva», añadió.

El grupo presidido por Marta Ortega también se muestra optimista respecto a su capacidad para sortear la incertidumbre global, incluso ante el posible impacto de los aranceles de Donald Trump en su negocio. «Es una cuestión a la que estamos prestando atención y es un entorno incierto donde es nuestra obligación monitorizar cada información que se produce«, reconoció Maceiras. «Es difícil hacer una previsión cuando hay contradicciones en el mismo día», insistió. No obstante, el directivo defendió la ventaja que supone «la enorme diversificación en orígenes de fabricación, mercados, etc.» y la «flexibilidad que nos permite ajustarnos a cualquier situación y gestionarlo de la forma adecuada».

Del mismo modo, el directivo no descartó que Inditex pueda empezar a producir en EE UU -su segundo mercado mundial- para evitar estos riesgos, en cualquier caso cuando llegue el momento y «si se cumplen nuestros estándares de calidad». «Nosotros siempre evaluamos oportunidades», apuntó. Lo que sí descartó por el momento es el regreso a Rusia de la compañía, mercado que abandonó tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Pese a la ralentización en su ritmo de crecimiento, muy influenciado también por el efecto divisa, el gigante textil gallego también ha vuelto a poner sobre la mesa su capacidad para vender más con menos tiendas. La firma cerró el ejercicio con 5.563 establecimientos, 129 menos que el año anterior. Sin embargo, su espacio comercial creció un 2%.

En todo caso, la venta online sigue ganando terreno y alcanzó los 10.163 millones de euros, lo que representa más de un 26% del total frente al 25,2% del año anterior. En tienda física, el crecimiento fue del 5,9%, dos puntos inferior.

Zara, junto a Zara Home, se mantiene como el buque insignia de la compañía y ya supone más del 70% de la facturación tras crecer un 6,6% en el periodo. Stradivarius -otra de sus marcas más reconocidas, especialmente entre los clientes jóvenes- se erige como la que más crece, con un ritmo del 14% que también sobrepasa a otras dos marcas, Bershka y Oysho, que avanzan un 11,8%.

Por regiones, España vuelve a ganar peso aportando un 15% de facturación, mientras que el resto de Europa también crece con fuerza. Al contrario, América pasa de suponer un 19,6% a un 18,6%, mientras que Asia cede del 16,9% al 15,7%.

En lo que se refiere a nuevos mercados, en 2025 el Grupo abrirá sus primeras tiendas en Irak, su mercado número 98. Del mismo modo, Bershka desembarcará con su primera tienda en Suecia, lo mismo que Stradivarius en Austria y Oysho en Países Bajos y Alemania.