La labor e importancia del cooperativismo agroalimentario, de los miles de agricultores y ganaderos que lo componen, junto con sus familias, es esencial para la ... Región de Murcia. No sólo en términos económicos, donde son motor de empleo con cerca del 30% del Producto Interior Bruto y de los puestos de trabajo regionales, aglutinando más del 60% del empleo de la economía social. También de manera transversal en lo referido al tejido social, por tratarse de empresas que no solo ponen el foco en los agricultores y ganaderos, sino en todo el territorio donde están ubicadas, siendo vertebradoras de la realidad social y creadoras de riqueza local.
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El modelo cooperativo es generador de cohesión social, compitiendo en un mundo y mercados globalizados, pero con gran diferencia a la hora de repartir los beneficios, anteponiendo siempre el interés social ante el beneficio empresarial. El cooperativismo agroalimentario vela por la alimentación de toda la sociedad, produciendo, transformando y comercializando alimentos de máxima calidad, seguros y respetuosos con el medio ambiente, a través de una gestión eficiente de todos los recursos. Unos productos cultivados éticamente, con valores y principios como igualdad, honradez, experiencia e integridad.
La Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia, desde su fundación hace ahora 40 años, ha defendido esta agricultura sostenible, arraigada al territorio, que produce alimentos sanos y seguros, que favorece la igualdad, la integración y el empleo. Fecoam cree firmemente en el fomento del desarrollo agrario, el aumento de la competitividad y la excelencia de todo el sector, siempre a la vanguardia de la innovación y la investigación, uniendo desarrollo económico regional a la realidad social, apostando por la inclusión de quienes tienen más dificultades para acceder al mercado de trabajo.
La aportación a la sociedad que realizan las empresas de economía social, en general, y las cooperativas agroalimentarias en particular, trasciende con creces la contribución económica que reflejan las estadísticas, siendo inmenso su potencial de generación de valor añadido social.
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Por ello, las cooperativas agroalimentarias de la Región de Murcia son conscientes de que estamos ante un desafío crucial como es el proceso de incorporación al sector de personas capaces de coger el relevo de sus predecesores, aportando nuevas ideas y una visión innovadora, que responda a las exigencias de futuro y asegure la sostenibilidad, la competitividad de la agricultura, además de la seguridad alimentaria y la preservación del paisaje rural.
El reconocimiento de Murcia como Capital Española de la Economía Social no hace sino refrendar la inmensa labor del modelo cooperativo y de todos los que lo componen en la Región de Murcia, y desde el cooperativismo agroalimentario no podemos sino sumarnos con todas nuestras fuerzas para hacerlo aún más fuerte, para alcanzar aún más altas cotas de bienestar social, económicas y ambientales, presentes y futuras.
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