«La logística no para nunca; es un trabajo para valientes»

José Antonio Hernández nació, se formó y echó raíces en El Mosca, el negocio familiar que fundaron sus abuelos paternos en 1936 y que su padre junto a sus hermanos lo convirtieron en la empresa de transportes por carretera, marítimo y aéreo con mayor proyección en la Región de Murcia. «Es increíble cómo avanza este proyecto», valora Hernández, el consejero delegado, quien no olvida sus orígenes: «Trabajo y más trabajo, eso es lo que nos inculcaron».

–¿Qué pasos cualitativos y cuantitativos ha dado El Mosca con la puesta en marcha de su nueva sede central?

–La empresa está en un momento de expansión y digamos que la nueva sede pone el broche a la primera fase del plan que diseñamos en 2017, en el que decidimos la empresa que queríamos ser. Las instalaciones están pensadas para ganar flexibilidad y ahorrar tiempo en los procesos, lo que nos permite ofrecer a los clientes prácticamente cualquier tipo de servicio.

–¿En qué posición está a día de hoy El Mosca?

–A pesar de todos los retos que tenemos que afrontar las empresas logísticas, nosotros estamos creciendo y nos estamos especializando en mercados que antes se nos resistían, sin relajarnos ni un día; miramos al futuro con optimismo.

–¿Qué lugar ocupa la Región de Murcia en la estrategia de El Mosca?

–Somos orgullosamente murcianos. Tenemos la suerte de tener una región cuyos productos se consumen en prácticamente todo el mundo. Lo sabemos bien porque somos los encargados me mover miles de toneladas de frutas y verduras al año. ¡Y no solo frutas! Hay que felicitar a los empresarios por su tremenda creatividad y productividad.

–La empresa cuenta con tres filiales en el extranjero. ¿Qué ha supuesto vuestra presencia internacional en las relaciones empresariales?

–Nuestra presencia internacional responde en primer lugar a ser capaces de satisfacer mejor las necesidades de nuestros clientes. Y en segundo lugar a nuestra vocación de ser una empresa global. Naturalmente en un mundo tan globalizado estar presentes en China, por ejemplo, facilita las relaciones.

–Echando la vista atrás, ¿cómo describiría la evolución de la empresa desde su fundación en 1936 hasta la actualidad?

–Intentamos que no se nos olvide que nuestros abuelos empezaron con un carro y una mula. A veces pienso en cómo se sentirían si viesen cómo avanza el proyecto que comenzaron... es increíble. Trabajo y más trabajo, eso es lo que nos inculcaron.

–Además del concepto familiar, ¿qué otros factores diferencian a la organización?

–Lo principal es estar completamente centrado en el cliente. Tenemos que saber qué necesita antes de que lo necesite, realizar cada servicio mejor que si fuese para nosotros. Pueden surgir imprevistos, claro que sí, pero el cliente tiene que saber que es lo más importante para nosotros.

–¿Cuáles son las claves para dirigir a un equipo tan numeroso?

–La clave es tener un buen equipo muy bueno. Rodearte de gente brillante capaz de llegar donde tú no llegas. Y confianza. Hay que confiar que todos queremos lograr un mismo objetivo. La logística no para nunca y es un trabajo para valientes.

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