efq
MURCIA
Miércoles, 28 de diciembre 2022, 00:33
Que los jóvenes tienen la llave del futuro para contribuir a una sociedad mejor desde la esfera social, cultura y laboral es una realidad sostenida a lo largo del tiempo, pero tal afirmación no se refería a todos y cada uno de ellos hasta no hace mucho. Cuando se hablaba de la posibilidad de sumar esfuerzos, las personas con discapacidad no estaban incluidas. Afortunadamente, algo está cambiando.
Publicidad
La Fundación Síndrome de Down de la Región Murcia, Fundown, siempre creyó que cualquier joven debía asumir un protagonismo que le hiciera llevar las riendas de su vida, porque no hay motor que impulse con más fuerza que el propio. Por ello, desde hace más de 20 años lucha por derribar cualquier concepto secundario que sirva de excusa para que jóvenes con y sin discapacidad no formen parte de un mismo modelo de vida dirigido por esos sentimientos de libertad, de descubrimiento, de inexperiencia y aprendizaje que supone el inicio inherente de cualquier vida adulta.
Con esa idea de universalidad, Fundown puso en marcha viviendas compartidas donde estudiantes universitarios y personas con discapacidad intelectual comienzan a vivir juntos, bajo un mismo techo, las mismas vivencias para compartir realidades que hasta ese momento estaban separadas. Mucho se ha avanzado desde esas primeras viviendas en las que vivían estudiantes universitarios de la Región junto al colectivo de discapacidad. En esos hogares imperaban las dudas, las inseguridades y también la emoción por empezar a construir conceptos que ya hoy son aliados inapelables: autonomía, independencia, derechos e inclusión.
Este camino, que unió a familias, universidad y jóvenes con la entidad, llevó a la creación del primer Centro de Promoción de Autonomía Personal en la pedanía murciana de Cabezo de Torres. En este lugar 12 viviendas hacen posible que estudiantes de la Comunidad y de fuera de sus fronteras (Argentina, Colombia, Chile, Francia e Italia etc.) convivan con jóvenes con discapacidad, a los que nunca creyeron que podrían llamar por sustantivos igualitarios como compañero, apoyo o amigo.
Si los cambios sociales se producen de manera imperceptible, es necesario señalar los datos que transforman la realidad a fuerza de lo cotidiano. En el caso de Fundown, más de 200 estudiantes de más de 10 países han compartido un año de su vida aprendiendo los cuatro pilares que sustentan la educación: conocer, ser, hacer y vivir. Estos aprendizajes compartidos hacen que las personas con discapacidad y sus familias proyecten un futuro real.
Publicidad
Tras un periodo formativo en el Centro de Promoción de la Autonomía Personal pueden compartir espacios en el mismo edificio, tienda, lugar de trabajo o centro de ocio que el resto, porque esta es la finalidad última de Fundown.
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.