Después de tres meses sin ganar, el fin a la pesadilla llegó el pasado miércoles en Fuenlabrada, ganando a domicilio a un equipo que se había colocado, pese a su dinámica también negativa, a un solo triunfo de distancia de un UCAM que no levantaba cabeza con su racha de ocho derrotas seguidas, la peor de cualquier equipo de la Liga Endesa esta temporada.
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Con el sanador sabor del triunfo, el UCAM necesita ahora no hacer de la alegría una anécdota. Quien le visita hoy en el Palacio es el colista, un Bilbao al que derrotó en el partido de ida en su última victoria a domicilio el pasado 15 de noviembre, en uno de esos días en los que un desvío en el camino hacia el triunfo no va a permitir atenuantes. No lo va a hacer porque, además de que por una cuestión de clasificación y por disputarse el choque dentro de las paredes del Palacio no se puede fallar, el UCAM necesita volver a levantar un poco la vista.
Si bien llegó a la mitad de temporada con opciones de Copa del Rey, regresar a la pelea por esas primeras ocho posiciones se presenta muy difícil después de la reciente consecución de resultados, pues, desde su decimotercera posición, quedan ahora mismo a cuatro triunfos de diferencia contando la derrota del Unicaja de Katsikaris de ayer -con un partido más-, amén de la dificultad añadida de los 'basket-average': el UCAM los tiene perdidos con todos los equipos que van desde el duodécimo -Zaragoza- hasta el cuarto -Tenerife.
Pero sigue habiendo aún mucho en juego. El gran objetivo de la entidad, en algunas ocasiones más disimulado que en otras, es el regreso a Europa. Conseguir plaza de Champions League trae un retorno económico interesante para el club y le da una nueva y mayor dimensión en el mercado de fichajes. Esta última plaza podrá estar en el décimo o bajar hasta el undécimo puesto a final de temporada, lugar al que, a día de hoy, separa un único triunfo de distancia.
Pero, para poder mirar hacia arriba, primero hay que dejar de mirar hacia abajo. Tres meses sin ganar habían ido acercando al UCAM peligrosamente hacia posiciones en las que no quería volver a verse después de dos últimas temporadas de alta tensión muy cerca de la zona baja de la tabla.
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Ahora mismo, el UCAM está tres triunfos por encima del descenso. De vencer hoy al Bilbao, los vascos quedarían anclados al menos una jornada más en la última posición y esos cuatro triunfos de separación se convertirían virtualmente en cinco por el 'basket-average', uno que también está ganado ante el Fuenlabrada, y que, a falta de disputarse el segundo enfrentamiento, el UCAM lidera contra Estudiantes, Obradoiro, Betis y Gipuzkoa.
Una novedad que podría introducir Sito Alonso en la convocatoria es la del americano Isaiah Taylor, sustituto original de Conner Frankamp, pero que cayó lesionado en su estreno. A apenas unos días de que caduque la cesión del joven brasileño Caio Pacheco, este podría haber disputado ya su último partido como universitario si Sito se decide a dar ya entrada a Taylor, que se desplazó con el equipo a los dos últimos partidos, pero se quedó finalmente fuera. Es algo para lo que dejó la puerta abierta su propio entrenador, «si está por encima del nivel físico de Caio».
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