Rafa Nadal tampoco jugará en Roma

Rafael Nadal aún no está listo para competir. El balear anunció este viernes su baja en el próximo Masters 1.000 de Roma, que arranca la semana que viene, por lo que llegará a Roland Garros sin ningún torneo previo sobre tierra batida. Algo inédito en su carrera deportiva.

«Siento mucho anunciar que no voy a poder estar en Roma. Todos sabéis cuánto me duele perderme otro de los torneos que han marcado mi carrera profesional y personal por todo el cariño y apoyo de los 'tifosi' italianos», aseguró Nadal en un comunicado.

«A pesar de haber notado una mejoría estos últimos días, son muchos meses sin haber podido entrenar a un nivel alto y el proceso de readaptación tiene sus tiempos y no me queda más remedio que aceptarlos y seguir trabajando. Un abrazo a todos».

Nadal lleva de baja desde enero, cuando se lesionó en la segunda ronda del Abierto de Australia. Sufrió un problema en el psoas ilíaco de la pierna izquierda que le ha tenido cuatro meses parado y le ha obligado a perderse ocho torneos: Doha, Dubai, Indian Wells, Miami, Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma.

En total, 6.250 puntos por los que el balear no ha podido competir y que le han bajado más allá del 'top ten' por primera vez en 18 años. La ausencia en Roma le restará 90 puntos de su casillero y le situará en el puesto 15 de la clasificación ATP. Nunca compitió desde una posición tan baja en Roland Garros.

Esto provoca que, al no figurar entre los ocho primeros cabezas de serie, pueda medirse a un miembro del top cuatro, en estos momentos formado por Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Daniil Medvedev y Casper Ruud, en la ronda de octavos de final.

La única forma de que Nadal pueda tener algún partido en las piernas antes de París, es pedir una invitación para los torneos de Lyon o Ginebra, que se disputan después de Roma y antes de Roland Garros, pero es una posibilidad muy remota ya que el manacorense nunca compite la semana antes de un Grand Slam.

Pero, sin embargo, esta ya es una situación muy atípica para él, porque estaba acostumbrado a llegar siempre con uno o varios títulos a la arcilla parisina, a excepción de en 2020, cuando Roland Garros se disputó en octubre por la pandemia y la gira de tierra batida quedó reducida a Roma.