Borrar
Laura Gil celebra una canasta en el pasado Preolímpico, donde España logró su billete a París, a pesar de una inesperada derrota contra Japón FEB
El reto de una segunda medalla
Olímpicos murcianos | Laura Gil

El reto de una segunda medalla

La pívot de Santo Ángel, la única mujer nacida en la Región de Murcia que sabe lo que es colgarse un metal olímpico, buscar repetir el éxito de hace ocho años en Río

Domingo, 21 de julio 2024, 07:18

Ocho años después de alzarse con la plata en Río 2016 y tras conseguir el billete en el Preolímpico que se disputó el pasado mes de febrero en Sopron (Hungría), la España de Laura Gil no renuncia a nada en París 2024. No es favorita, porque en el combinado español no están las jugadoras más altas ni las más fuertes ni las más rápidas. En la España de Miguel Méndez no hay estrellas y, además, todas las selecciones que van a los Juegos dan por hecho que el oro será para Estados Unidos.

Para la plata y el bronce, sin embargo, el abanico se abre. China y Australia son dos grandes potencias que parten con ventaja. La actual campeona de Europa, la Bélgica de Emma Meesseman (MVP de la Euroliga), y Francia son equipos que cuentan con mejor plantilla que España. Esto sobre el papel, claro. Porque las españolas han demostrado en muchas ocasiones que la fortaleza de su grupo puede estar por encima de las individualidades de sus rivales. Con España siempre hay que contar.

Tras una época gloriosa, con siete medallas seguidas entre 2013 y 2019, Laura Gil se convirtió en la jugadora española más laureada de la historia. Su palmarés con la selección solo es comparable al de Pau Gasol, ya que la murciana suma 17 podios, que son dos más de los que tiene el legendario pívot catalán, ya retirado, aunque éste obtuvo más a nivel absoluto -11 frente a ocho de Laura Gil-. La pívot murciana acumula 17 medallas, ocho con la selección absoluta y nueve en categorías de formación, por las 15 que conquistó Pau Gasol en su dilatada carrera.

Laura Gil, capitana y referente total de la selección española femenina de baloncesto, es una buena metáfora de lo que significa este equipo: no es la mejor en nada pero su esfuerzo, trabajo, concentración, sacrificio y alma competitiva acaba convirtiéndola en prácticamente insuperable. Se ha levantado después de cada golpe. Y ha sufrido bastantes en su vida deportiva.

Las claves

  • Un palmarés de leyenda La murciana suma 17 podios con la selección, dos más que Pau Gasol, sumando la absoluta y las categorías inferiores

  • Grupo asequible China es el rival más potente en una fase de grupos en la que España debería imponerse a Puerto Rico y Serbia

  • Trabas por el camino Ha vuelto a su mejor nivel tras superar dos lesiones muy graves, una rotura del tendón de Aquiles y otra del ligamento cruzado

  • El cruce de cuartos La clave es evitar a Estados Unidos para poder luchar por las medallas, aunque también son muy fuertes Australia, Bélgica y Francia

Lesiones y críticas

Llega la pívot de Santo Ángel a esta cita olímpica en plena madurez, con 32 años y tras superar dos lesiones muy graves, una rotura del tendón de Aquiles y otra del ligamento cruzado de la rodilla. Se repuso con muchísima fuerza para salir indemne de dos procesos de recuperación muy delicados. Le puso empeño y lo consiguió. Más aún le costó salir adelante tras una tormenta de mensajes de odio con la que tuvo que lidiar tras sus fallos en los minutos decisivos del partido de cuartos de final ante Francia de los Juegos de Tokio. La murciana no estuvo acertada, España perdió y se esfumaron las opciones de lograr una medalla olímpica en la capital nipona.

La murciana recibió todo tipo de insultos, burlas y críticas despiadadas en las redes sociales, convirtiéndose en carne de cañón para miles de tuiteros anónimos que le hicieron mucho daño. «Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero no todas las opiniones son respetables», reaccionó ella en Twitter, ahora X. Recibió mucho apoyo, pero no logró que los insultos y las descalificaciones cesaran por completo. Tuvo que bloquear las notificaciones en su móvil y aprender a poner las cosas en contexto. Empezó a darle importancia solamente a las cosas que la tienen y que ella podía controlar.

Laura Gil, en un partido de la selección española contra Gran Bretaña. EFE

Porque seis meses después de Tokio 2021 se rompió el tendón de Aquiles y llegó a temer por su carrera deportiva. «Sinceramente, no sabía si iba a poder volver a jugar al baloncesto», confesó Gil tras recuperarse. Se refugió en su familia, en su perro 'Wonder' y en sus estudios de Psicología. Últimamente, además, está haciendo sus primeros pinitos tocando un cajón flamenco, para combatir el estrés. «Hasta el tercer mes no podía dar más de diez pasos sin tener que pararme. Por supuesto, no podía bajar ni subir escaleras. Ni siquiera podía pasear al perro. Tuve una infección en la herida tras la operación y fueron momentos muy duros. No sabía si podía volver a ser la jugadora de siempre», reconoció la pívot murciana.

Ella sufrió. Y también sufrió la selección. Todo iba rodado hasta 2019. En 2020, por la pandemia, no hubo competición. Y en 2021, al margen de quedarse fuera de la lucha por las medallas en los Juegos, la selección no se clasificó para el Eurobasket de 2021 y no pudo optar al Mundial de 2022. La plata del último Eurobasket en junio de 2023, ya con la selección renovada, fue algo así como encontrar agua en el desierto. El equipo recuperó su espíritu de resistencia y tesón. Y ahí seguía estando Laura Gil, completamente renovada y tirando del carro en un equipo donde veteranía y juventud se mezclan para encontrar el camino del éxito.

Líder dentro de la cancha. Y líder fuera de la cancha. Esa es Laura Gil, la única mujer nacida en la Región de Murcia que sabe lo que es colgarse una medalla olímpica. Le supo a gloria la plata de Río. Pero quiere más. Su sueño es repetir en París y agrandar todavía más una carrera de auténtica leyenda.

La jugadora, en un entrenamiento previo a los Juegos. EFE

Perfil

En la casa de sus padres en la barriada murciana de Vistabella, donde se mudaron tras pasar los primeros años de vida de Laura Gil en Santo Ángel, están todos los trofeos que esta pívot de 1,90 ha ido acumulando a lo largo de su increíble carrera deportiva. Antonio y Pilar, sus padres, han sido siempre el principal apoyo de una jugadora que desde los 15 años está dando alegrías al deporte murciano. La familia Gil Collado tocó el cielo hace ocho años cuando Laura regresó de Río de Janeiro con una medalla olímpica, la de plata, que fue la primera conquistada por el baloncesto español femenino en unos Juegos Olímpicos. Esa generación de Gil, Torrens, Nicholls, Ndour y Palau, se convirtió de esta forma en mítica. Ocho años después, las dos primeras se mantienen en el equipo y son las que lideran un combinado en plena transición, en el que será muy importante la aportación de la nacionalizada Megan Gustafson, quien acabó esta semana la liga en la WNBA estadounidense.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad El reto de una segunda medalla