Épico estreno de la España de Laura Gil

Tocó remontar, pero el baloncesto femenino español debutó en los Juegos de París con una victoria contra China, vigente subcampeona del mundo. En un partido de infarto. La experiencia y la cabeza fría de las entrenadas por Miguel Méndez, con la murciana Laura Gil siendo un baluarte en defensa, se impusieron al acierto asiático. Tras una mala primera parte y, con la aportación clave de la interior Megan Gustafson (29 puntos) y la exterior Leo Rodríguez (25), el equipo español pudo forzar la prórroga y, en ella, mostrarse superior a su rival.

Un tiempo extra que pudo no llegar, pero ni unas ni otras la supieron evitar. Primero, quien falló fue China porque tenía una ventaja de 73-76 a falta de 15 segundos para el final del último cuarto y del encuentro. Pero entonces llegó la magia, la enésima jugada mágica, a manos de Leo Rodríguez.

La jugadora canaria del Perfumerías Avenida, a sus 32 años, cuajó uno de sus mejores partidos y forzó la prórroga con un triple milagroso. ¿Lo negativo? Que le hicieron falta y falló el tiro libre adicional que, con apenas 6,5 segundos de juego, hubiera puesto a España por delante y habría evitado que el choque se prolongara.

No fue así, pero en esa prórroga Rodríguez y Megan Gustafson siguieron haciendo de las suyas para obrar el milagro y, tras los cinco minutos adicionales, permitir a España sellar la remontada y sumar los primeros dos puntos en este grupo A, antes de medirse a Puerto Rico el miércoles y cerrar la fase contra Serbia. Las españolas empiezan bien el torneo olímpico y refuerzan su aspecto mental gracias a una remontada épica de las que marcan torneos. Eso sí, deberán mejorar porque las chinas estuvieron muy bien en el triple y cerca de ganar pese a irse a más de 20 pérdidas.

Miguel Méndez celebró el triunfo, pero, cuando esté digerida la victoria y ya en frío, seguro que tendrá cosas que mejorar. Porque España entró mal al partido, con un 12-22 en contra ya en el primer cuarto y habiendo encajado un parcial doloroso de 0-9. Es cierto que China metió hasta nueve triples y que su estrella Li Yueru se fue a los 31 puntos. Las españolas deben afianzarse en esas pocas pérdidas, en retocar la defensa y en encontrar más vías de ataque.

Y es que si Megan Gustafson sigue jugando tanto (40 minutos en pista de los 45) se agotará y dejará de ser tan esencial y clave. Igual que la inspiración de Leo Rodríguez, cuyos triples, bandejas y aportación ofensiva fue de 10. Ambas fueron las mejores y ambas merecen un homenaje. Pero no pueden depender tanto de las individualidades. Laura Gil, además, necesita más colaboración en defensa.

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