Tato, un héroe y dieciséis destinos
El exalbinegro, retirado, triunfa como ayudante de Sergio Lobera en el fútbol indio y ahora busca otra etapa en Europa
Nació hace 36 años en Las Torres de Cotillas, jugó en la cantera y en el primer equipo del Real Murcia y a la ... afición del Efesé le regaló dos años maravillosos, como uno de los héroes de Alcoy y luego en el primer año en Segunda División. Ha defendido la camiseta de hasta trece equipos españoles diferentes, vive en Ceuta y lleva unos años dando vueltas por el mundo e incluso protagonizando reportajes a nivel nacional: Gibraltar, Marruecos y la India han sido los últimos destinos de Jesús Rodríguez, Tato, el particular trotamundos albinegro. El delantero colgó las botas en 2017 y acaba de cerrar una etapa de tres años como ayudante del entrenador Sergio Lobera en el Goa indio. Ahora, busca nuevas aventuras en Europa. «Ojalá hubiera conocido antes más culturas, sociedades y maneras de ver el fútbol. Me ha cambiado la vida», reconoce el exdelantero albinegro.
La conversdación telefónica que Tato mantiene con LA VERDAD es desde Ceuta, su cuartel general, donde reside con su mujer y sus dos hijas. Acaba de deshacer las maletas. Este mes concluyó su primera etapa como entrenador. Concretamente, como mano derecha del técnico Sergio Lobera. Han hecho historia en el Goa: será el primer equipo indio que dispute por primera vez la Champions League asiática, la próxima temporada. La competición liguera ya ha concluido, a falta de los 'playoff' para determinar al campeón, pero los dos españoles decidieron finalizar esa etapa, rescindir el contrato y buscar ahora nuevos retos. El exalbinegro siempre está dispuesto a conocer mundo.
La cadera, en Gibraltar
La etapa en los banquillos comenzó en 2017. Ese año, Tato puso punto y final a una extensa carrera deportiva, que le llevó a defender la camiseta de hasta 16 clubes diferentes y jugar más de 300 partidos. Una lesión de cadera le obligó a pasar por el quirófano cuando jugaba en el Lincoln Red Imps de la primera de Gibraltar. No se recuperó por completó y decidió dejarlo. Por entonces, la leyenda brasileña Zico abandonó el banquillo del Goa indio. El exalbinegro ya había jugado en India, en el Pune City, durante la temporada 2015/16.
El delantero de Las Torres de Cotillas fue clave en el ascenso del Efesé y resistió el primer año en Segunda
En ese momento, una liga emergente como la de India buscaba perfiles españoles para evolucionar y darle un salto de calidad a la competición. Y puso los ojos en Lobera. El preparador zaragozano conocía a Tato de años atrás en Las Palmas y lo reclutó para que fuera su mano derecha. Y juntos han hecho historia hasta este mes. En todo este tiempo llevaron al club a unas semifinales del playoff por el título, después a una final y hasta que la temporada pasada levantaron el primer título de la entidad: la Supercopa, al ganar al Chennaiyin (2-1), en una cita disputada en la ciudad de Bhubaneswar.
Jugó en Marruecos, Gibraltar y la India, hasta colgar las botas en 2017 por una larga lesión en la cadera
Recientemente, el Goa concluyó esta temporada la liga regular en primera posición, con buena parte del trabajo hecho por Lobera y Tato. Esa posición le dará derecho a que sea el primer equipo indio en jugar la Champions League asiática, en 2021. «Además, hemos conseguido el récord de goles, de puntos y de victorias en una misma temporada. Ha sido una etapa espectacular. La liga crece cada año y en 2021 alargarán la competición a ocho meses. Ahora, con esa duración, tocas etapas de monzón y es difícil la vida cotidiana porque los apagones de luz son constantes. Yo estoy con mi familia y en ese sentido no lo vimos claro para seguir», asegura.
En el Goa tenían en sus filas a varios jugadores españoles, como Ferrán Corominas, y al preparador físico Manu Sayabera. Desde esta semana, Tato está de vacaciones en Ceuta y al lado de Lobera tiene «tiempo para reflexionar» y «varias vías por explorar», también en el fútbol europeo.
Canterano del Real Murcia, debutó en Primera con Toshack y tras subir en Alcoy dedicó palabras a los granas
Además de jugar en Gibraltar, Tato pasó por diferentes clubes, desde el Carmona y el Vistalegre hasta el Real Murcia y La Masía, donde pasó seis temporadas hasta regresar a la casa grana. Con el primer equipo pimentonero debutó a Primera División, entrando en los últimos 17 minutos de un Real Murcia 0-2 Mallorca. Por entonces, el entrenador era John Benjamin Toshack y el club estaba de camino a Segunda.
Cánticos en el Ayuntamiento
En La Condomina, a caballo con el filial, aguantó hasta 2006 y después se marchó cedido al Lleida y se quedó a las puertas del ascenso en Ceuta. En la 2008/09, el exgrana colaboró con 36 partidos y 8 goles al histórico ascenso del Efesé a Segunda. Tanto se empapó del cartagenerismo, que Tato, en mayo de 2009, cantó en el balcón del Palacio Consistorial esa muletilla caracterísica del cartagenerismo: «¡Es murciano el que no bote!».
El de Las Torres de Cotillas aguantó una temporada más, a pesar de la voraz competencia de Víctor Fernández y Toché en la delantera. Jugó 33 encuentros, con 3 dianas. «Fue un boom en toda la ciudad. Logramos subir de una manera épica y eso agitó mucho más a la gente. En Segunda, todos nos creían como el equipo débil, la 'cenicienta', pero fuimos serios candidatos al ascenso a Primera durante el 85% de la temporada. Fue espectacular, por toda la atmósfera que se generó alrededor del equipo», recuerda.
Después jugó en el Albacete, el Xerez, Las Palmas, Girona, Real Zaragoza, Mogreb de Tetuán, Pune City, Lo Roda y Lincoln Red Imps de Gibraltar. En Marruecos protagonizó un reportaje para el canal 'Gol TV'. La maleta de Tato sigue abierta a la espera de nuevos destinos por el mundo.
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