Las aguas fluyen ahora con tranquilidad en Águilas. El equipo costero, que ascendió en junio a Segunda RFEF, se dirige viento en popa y a toda vela hacia la tercera categoría del fútbol nacional. Y eso que Molo, el actual entrenador del conjunto aguileño, estuvo mirado con lupa desde la pretemporada.
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Es de sobra conocido que el actual responsable del Águilas, Alfonso García, imprime mucha presión al proyecto. Se ha gastado un millón y medio de euros y solo piensa en el ascenso. En el periodo de pretemporada, Alfonso García bajó en el descanso al vestuario en uno de los encuentros amistosos y protagonizó un momento de tensión en la caseta, cuando mandó callar a Molo delante de todos sus jugadores. Desde ese momento, la frustración del técnico y la presión se hicieron patentes cada día en El Rubial.
Los futbolistas siempre han creído en el discurso y en la figura del exjugador del Real Murcia y trabajan a destajo para que todo siga su cauce. El Águilas está en el grupo de los líderes con 7 puntos junto a Mancha Real, Murcia y Hércules
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