Titi aparece en un momento vital

El Jumilla se ganó el derecho a soñar con la permanencia, un objetivo por el que podrá seguir peleando en las dos últimas jornadas tras la agónica victoria ante la Balompédica Linense. El conjunto vinícola sumó los tres puntos con un único gol, anotado a un cuarto de hora del final por Titi, que no estaba teniendo una buena temporada de cara a puerta, pero que no pudo elegir mejor momento para hacer su tercer tanto del curso.

Un gol que se hizo esperar más de lo debido, porque el equipo de Fernández Romo fue muy superior a una Balona que ya suma once jornadas sin ganar y que se acerca peligrosamente al descenso. Fue valiente Romo en el planteamiento del encuentro, con dos bandas puras como Txomin y Óscar Rico, y otros dos hombres arriba (Titi y Chaco). Un planteamiento que dio sus frutos, ya que el Jumilla fue absoluto dominador del esférico, sobre todo en el primer periodo.

Fran Moreno pudo haber adelantado a los locales mucho antes, de haber acertado en su lanzamiento desde los once metros. Tras un saque de córner Neftalí fue derribado dentro del área, y el mediocampista navarro, lanzador habitual, se encargó de la ejecución de la pena máxima. Pero, al contrario que la semana pasada, cuando no falló, esta vez el guardameta le adivinó la intención en un tiro flojito y no demasiado colocado, en el que Fran Moreno no logró engañar a Montoya, que detuvo en dos tiempos.

También el Linense tuvo una buena ocasión a la media hora de juego merced a José Ramón. Antes del descanso también la tuvo Txomin Barcina, ahora para los vinícolas, pero no aprovechó el buen pase de Chaco y su disparo salió demasiado centrado. Era mejor el Jumilla pero no se reflejaba en el marcador. Los deberes quedaban para la segunda parte, que comenzó más equilibrada en cuanto a la posesión de balón.

Apenas hubo ocasiones tras el intermedio hasta que llegó el único gol del partido, en una jugada interminable en la que el balón acabó alojado en la red. Transcurridos veinte minutos, Carlos García abría el juego para Txomin, que ganaba la línea de fondo para mandar un centro que pasó de largo de la portería. Pero al otro lado la recogió Óscar Rico, que cedió para Fran Moreno que, trabándose y tras algún rechace, logró que el balón entrara en el área. Por allí apareció Titi, el más listo de la clase, para definir al segundo palo.

El Linense reaccionó dando entrada a Espinar y Wilson Cuero, y le funcionó la jugada, ya que invirtió la dinámica. Tanto que logró embotellar al Jumilla, que sufrió lo indecible de ahí hasta el final. Son muchas las ocasiones en las que han perdido puntos en los últimos minutos, y ese fantasma revoloteó sobre todo el estadio. Y la Balona tuvo una inmejorable para empatar, en un disparo desde la frontal de Sergio Rodríguez en el que la grada enmudeció hasta comprobar que el balón salía desviado por centímetros.

El Jumilla se apiñó atrás en los últimos minutos y logró mantener la ventaja hasta el pitido final del colegiado, que certificó su segunda victoria consecutiva. Algo que tiene su mérito, pero que seguramente no servirá para nada si no se ganan los dos que quedan. Y es que no hay otra. Los equipos de abajo están sumando y parece que van a obligar a los vinícolas a la excelencia para que puedan mantenerse en Segunda B.