La pasión del Murcia tumba a un UCAM conformista

Tres puntos de oro que dejan al Real Murcia en una posición perfecta para seguir mejorando en el futuro, aunque aún tiene muchas grietas que tapar. A base de ambición, corazón y energía se llevó el triunfo en un partido emocionante en el que los granas demostraron que han madurado respecto al equipo ingenuo del inicio de Liga. El UCAM, acomodado por su ventaja al frente de la tabla, se conformó con el 0-1 y no mostró el pulso de su rival tras el descanso.

La necesidad del Murcia fue clave. Tras perder la pasada semana ante el Córdoba y las victorias de otros rivales directos, necesitaba ganar para poder disfrutar de unas navidades tranquilas. En caso de perder, hubiera caído al séptimo puesto y hubiera dibujado un escenario volcánico con un mes de vacaciones por delante.

El UCAM, por su parte, se podía permitir el lujo de resbalar, aunque una victoria en el feudo grana aumentaría sus opciones de acabar primero en la fase inicial del campeonato a tan solo diez jornadas del final. Era la oportunidad perfecta de consagrarse y marcar distancias con todos, pero no fue capaz. No pisó el acelerador a tope y acabó pagándolo.

Ninguno de los entrenadores hizo una revolución de inicio. Adrián Hernández sentó a Miguel Muñoz y dio la titularidad a Antonio López, un central más veterano y experto. Además tiró de trivote para suplir la baja de Toril y reforzó el centro del campo con la presencia de Yeray. Quizás la novedad más significativa en el cuadro grana fue la presencia arriba de Pablo Haro después de dejar algunos destellos frente al Córdoba.

El UCAM, que llegaba al derbi sin bajas y después de ganar la pasada semana, presentó cuatro cambios respecto al once que Salmerón alineó en Yecla. Adán Gurdiel apareció como lateral derecho en puesto de Johan, mientras que Chacartegui hizo lo propio con Viti. Rafa de Vicente también volvió a la titularidad en puesto de Xemi Fernández, mientras que Espina le cedió su sitio a Javi Moreno, un extremo que ya brilló en el derbi capitalino de la pasada campaña.

Ambos preparadores querían el control del centro del campo. Adrián Hernández prefirió meter un tercer centrocampista junto a Abenza y Youness antes que situar a Curto junto a Chumbi, mientras que el entrenador universitario prescindió de Xemi, un centrocampista más llegador, en detrimento de Rafa de Vicente, con más capacidad para retener el balón.

Por eso la primera parte fue una guerra de pizarras. El Murcia sabía que si se volvía loco tendría problemas a la hora de parar los contragolpes de su rival. Por eso los granas no presionaban arriba como otras veces y se dedicaban a buscar con balones largos a Chumbi. No obstante, un saque de banda de Navas que peinó Youness planteó problemas a la defensa universitaria antes de que una falta de Segura acabara con otro cabezazo del pivote hispano-marroquí.

El UCAM buscó a Aketxe y la espalda de los centrales granas, pero se mostraba tranquilo atrás ya que el Real Murcia apenas le planteaba problemas. Con el paso de los minutos, además, comenzó a controlar más el encuentro a pesar de que Rafa de Vicente no estaba fino. El Murcia estaba demasiado agazapado y su rival se fue haciendo dueño del encuentro.

A siete minutos del descanso un saque de esquina botado por Javi Moreno lo prolongó Aketxe en el segundo palo para que Charlie Dean, en el primero, cabeceara al palo derecho de la portería grana. Fue un aviso ya que al filo del descanso, en otro ataque del UCAM, Rafa de Vicente golpeó un balón desde la frontal del área que acabó convirtiéndose en el 0-1. Una acción en la que Tanis Marcellán intentó adornarse y falló estrepitosamente. Un mazazo que obligaba a Adrián Hernández a buscar soluciones.

El entrenador del Real Murcia decidió no perder tiempo y dio la alternativa tras el descanso a Javi Pedrosa y Sandoval. Dos extremos de una tacada en busca del empate. Adrián Hernandez quería agitar el partido, aunque fue el UCAM el que se acercó primero gracias a una combinación entre Espina y Aketxe. Pero el Murcia estaba herido en su orgullo, y si tiene algo es corazón. En un saque de esquina, Antonio López se sacó de la manga un taconazo que casi sorprende a Biel Ribas.

Fue el preámbulo del empate grana, fruto de una jugada en la que participaron Sandoval y Pedrosa, que se aprovechó de una dejada de su compañero para fusilar a Biel Ribas. El balear, pitado en algunas fases del encuentro, tocó el balón pero no pudo despejarlo. Un premio justo por la insistencia y arrojo del Murcia.

El UCAM intentó reaccionar a base de balones en largo y tuvo una clara ocasión para volver a adelantarse en el marcador. Javi Moreno, que llegó hasta la línea de fondo, cedió a Rafa de Vicente que, pese a disparar con potencia, se encontró con Tanis Marcellán. Espina también lo intentó pero fue el Murcia el que encontró el segundo gol. Fue en un saque de esquina botado por Segura que remató Curto en el segundo palo tras la pasividad de los centrales universitarios.

Tras el 2-1 el UCAM lo intentó pero sin las ideas claras. Además, los últimos minutos del partido no tuvieron ritmo por varias lesiones, sobre todo la de Antonio López, que tuvo que ser sustituído tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Alberto Fernández, que salió en la segunda parte en los azulones, lo intentó desde fuera, pero sin acierto. Hasta que llegó la gran oportunidad azulona en el último minuto con un disparo de Jauregui que se paseó por delante de la meta grana y que ningún jugador del UCAM acertó a introducir en la red.

Fue el acto final de un derbi cargado de emoción, sin demasiado buen fútbol, que se llevó el equipo más necesitado. Un Murcia que de situarse a diez puntos de su rival con el 0-1, se colocó a cuatro del UCAM con el 2-1. Un resultado que permite a los granas irse de vacaciones tranquilos y pensando que agarrar el tercer puesto no es una utopía, y que debería hacer pensar al UCAM, que demostró poca ambición para el potencial que tiene.