El Jimbee saca otra vez el martillo para seguir a tiro del liderato

Ni el brote de coronavirus en el vestuario, ni el parón por las selecciones y ni siquiera las bajas sensibles como la del referente Solano. Nada parece detener a este Jimbee Cartagena, aparentemente ajeno a las dificultades de esta temporada tan atípica en el fútbol sala, salpicada constantemente por positivos, cuarentenas y partidos aplazados. El equipo de Duda crece en la adversidad, para seguir al acecho del liderato a sabiendas del comodín de sus dos citas atrasadas. Ayer trituró a un laborioso Antequera (1-6), en un encuentro meritorio de los rojiblancos. El Fernando Argüelles no es precisamente una pista donde se regalan puntos. Allí no ganaron ni ElPozo ni el Barça, y el Palma cayó eliminado en la Copa del Rey.

Duda pidió a sus muchachos que pusieran los cinco sentidos y derrocharan toda la intensidad necesaria para derrotar a un equipo vistoso y muy complicado en su pista. Dicho y hecho. En los primeros pestañeos del partido, Waltinho metió a la cazuela un balón ajustado. El pívot brasileño es de esos tipos que hacen vestuario, entre risas y goles. Ayer abrió y cerró el marcador, para hacer que nadie se acordara de la baja de Solano. La directiva valora muchísimo su calidad humana. En Antequera sumó puntos para seguir en el Jimbee.

El 0-2 de su compatriota Franklin, en el minuto 4, pareció que mataría al Antequera. Pero eso no fue ni mucho menos una losa para los de Moli, enérgicos, bravos y con garra. El partido no acabó ahí. Poco a poco acorralaron al Jimbee en su área, hasta que Javi Amorós recortó distancias (1-2). Achucharon los locales y aguantó las embestidas el Jimbee. A ello contribuyó el capitán Raúl Jerez, a quien no le corrieron las dos semanas de inactividad: siguió al mismo nivel de paradas que en la cita frente al Burela.

Entre todos tiraron del carro. El de Duda es un equipo coral, que minimiza las virtudes del rival y potencia las suyas. Cuando no tiene tanta brillantez, como ayer, tira de soltura y efectividad en las áreas. El 1-3 llegó precisamente cuando más sufrían los cartageneros, temerosos de que pudiera empatar el Antequera. La diana la convirtió Avellino. Fue una preciosidad: soltó un latigazo desde larga distacia, tan potentísimo como imparable.

Semana redonda para el argentino, quien ya ofreció un gran nivel hace unos días con su selección. Aterrizó en Cartagena con apenas un día de rodaje con sus compañeros. Quién lo diría. Premio para él. A pesar de todo, el Antequera siguió dando coletazos y advirtió a Raúl Jerez con un disparo al palo.

Supo sobreponerse el Jimbee a sus peores momentos, y hasta Andresito cargó una pesada losa para los locales poco antes del descanso. Al ala cordobés se le esperaba como agua de mayo, clavado en las siete dianas desde hace tiempo y ausente, entre las lesiones, la cuarentena y el parón por las selecciones. Su diana se la guisó y comió él mismo, para poner tierra de por medio con el 1-4 tras girar sobre sí mismo.

Los de Duda se ajustaron un poco más el cinturón, complicados primero por la expulsión de Jesús Izquierdo y la de Luçao, al final. El brasileño no se marchó de la pista sin antes contribuir al marcador, como asistente. El joven Mellado, candado, tiró de galones cual veterano y su punterazo delante de Cone dejó ya aturdido al Antequera. Waltinho, sin portero, bajó el telón en Antequera. «Hemos sido muy efectivos. En ningún momento dejaron de apretar. Es un resultado amplio para lo que fue el partido», dijo Duda. Si el Palma no gana hoy al Barça y el Jimbee vence el martes al O Parrulo, los de Duda serán líderes.