El Jimbee Cartagena prende la traca final: campeón de liga por primera vez en su historia

El equipo de Duda entra en las páginas de historia del fútbol sala precisamente derrotando en la gran final a su eterno rival, ElPozo Murcia, y a los mandos del que fuera su entrenador durante diecisiete temporadas. El derbi regional tuvo este domingo su cuarto y último asalto, sin ninguna duda el más trepidante, emocionante y loco de todos. Siete goles y una segunda parte absolutamente demencial en la que cartageneros y murcianos pelearon como colosos, unos para cantar el alirón y otros para empatar la eliminatoria y llevarla al jueves 27 a la capital. Ocurrió la primero como pudo ocurrir lo segundo, pues el encuentro, lleno de revisiones, interrupciones y altísima tensión, no se decidió hasta los últimos segundos.

La primera parte tuvo de todo. En las áreas de Chemi y Edu Sousa pasaron muchas cosas, todas avisos navegantes de un partido titánico que no dejó indiferente a nadie. En la parcela charcutera, el videoarbitraje entró en acción en hasta dos ocasiones. En una para valorar un posible penalti a Lucao que nunca existió, al menos no lo suficiente como para señalar pena máxima; y en una segunda ocasión para anular el 1-0 de Pablo Ramírez en el minuto 6. Efectivamente, los árbitros Delgado Sastre y Felipe Madorrán tenían razón: el balón sobrepasó la línea de pista cuando Jesús Izquierdo asistió al pívot malagueño. Lo acató la ferviente grada local.

En el rancho de Chemi, el gol llamó a la puerta en reiteradas ocasiones. Primero con elegancia, sin armar jaleo y de una forma amistosa; pero luego a golpes, con intensidad y sin cesar, hasta el punto de atrincherar al Jimbee sin muchas más alternativas que remangarse. Los 5.000 espectadores del Palacio de los Deportes de Cartagena enmudecieron cuando ElPozo subió una marcha, se instaló en la pista melonera y contabilizó hasta tres remates al palo. Ya son más de media docena de veces en las que la madera se alía con el Jimbee para evitar lo inevitable. Ayer, Felipe Valerio y Marlon por partida doble pusieron el 'uy' en la hinchada visitante. El capitán murciano también le birló la cartera a Mellado en terreno altamente peligroso para acercarse al 0-1.

Hay que decir que en esta reedición de la final de 2006 la paz reina entre los aficionados. Ni existen altercados ni cordones policiales para separar a unos y otros en la grada. Hasta la leyenda charcutera Paulo Roberto, integrada en la directiva del Jimbee, pudo pasear con total normalidad entre el público cartagenero como si nada. Esto en el pasado hubiera sido absolutamente impensable. En el parqué, el paso por vestuarios era necesario para reajustar conceptos, sacudirse y tomar un respiro, sobre todo para los de Duda.

En el segundo acto llegaron los siete goles. Aunque Bebe y Motta acercaron el título antes de la hora de juego, con goles en los minutos 25 y 27, ElPozo jamás tiró la toalla y se abonó a la épica. Con portero-jugador se encomendó a las bravas y Gadeia recortó distancias en el 36 con un potente disparo. Aunque Mellado rascó un penalti transformado por Motta en el último minuto, la tensión se mascó por momentos con el 3-2 de Tomaz en propia puerta a treinta segundos del final. Waltinho en un contragolpe y Lucao desde su campo, a portería vacía, desataron la locura en Cartagena. Duda se marcó un baile en el área técnica y ahí empezó la fiesta.