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Los jugadores del Jimbee celebran la victoria con los mil cartageneros desplazados hasta el Palacio de los Deportes de Murcia. Gguillermo Carrión/ AGM

La grada del Jimbee roza el cielo en Murcia

La afición cartagenera celebra la segunda victoria de la final en un Palacio abarrotado casi como si fuera un título

Martes, 18 de junio 2024, 00:28

Todo parecía similar en el segundo partido de la final de Liga. Era otro ElPozo-Jimbee tras el de hace solo 48 horas también en Murcia. La rutina era igual. Los charcuteros colgaban el cartel de 'no hay billetes' y un Palacio de los Deportes a rebosar volvía contar también con un millar de cartageneros que dieron la bienvenida a lo grande a esos jugadores que se apuntaron el sábado una victoria y cambiaron el factor pista. Era el mismo derbi, pero también diferente. Uno con el 0-1 en la serie para acercar a Cartagena un trofeo ayer en el centro de la cancha presidiendo el encuentro.

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El círculo central también fue el lugar para el reconocimiento de ElPozo a sus equipos de cantera. Luego, como es norma ahora en los eventos deportivos, la música a máximo volumen tomó el mando. En sus localidades en el palco estaban los presidentes de ambos clubes, José Antonio Bolarín, de ElPozo, y Miguel Ángel Jiménez, del Jimbee. Noelia Arroyo, alcaldesa de Cartagena, tras la presencia de José Ballesta, alcalde de Murcia, en el anterior encuentro, o José Miguel Monje Carrillo, presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, también estuvieron en la cita. En lo alto del todo, Fran Serrejón y Kike Boned aparecían de pie en una escena ya reconocible.

Entre las primeras cosas que vieron fue el puño en alto de Dani Martínez tras un tiro bloqueado. La respuesta la daba Felipe Valerio con dos chuts, cargado de energía tras su café en la previa. Bruno Taffy sí hizo el 1-0 tras un pase de Chemi interceptado. Otra vez los banderines aparecían. Le tocaba a la afición charcutera: «¡Vamos, Pozo Murcia. Vamos, campeón!». La grada se llevaba las manos a la cabeza tras otra ocasión y rompía a aplaudir. El muro estaba siendo Juanjo esta vez. Pero un gol de Motta levantó el ánimo de los seguidores de Jimbee.

Segundos eternos

Ningún balón se daba por perdido y hasta algún pelotazo dejó su marca en el videomarcador central. Era un duelo abierto, de difícil control, que cargaba de intensidad el ambiente. Con dos tiempos muertos consecutivos Dani Martínez y Duda afinaban los detalles con un 1-1 que duró poco. El partido se reanudó y llegó otro tanto de Motta. La parte alta del Palacio seguía disfrutando. El resto celebró después una amarilla a Jesús Izquierdo sin el balón en juego.

Esa pelota seguía imantada por los postes de Chemi. Dani Martínez pedía a los suyos que siguieran. El partido llegaba a ser frenético, sin tiempo para tomarse un respiro. En un instante las aficiones lamentaban o celebraban una ocasión fallada, según el bando. Y en el caso de ElPozo, además, vivió la explosión de la sexta falta rival y un doble penalti a 24 segundos del descenso. Otro palo, como el sábado, cortó la alegría local.

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Pero eso no frenó a ElPozo en la reanudación, otra vez al acecho de Chemi. Eso sí, la indefinición en la finalización local parecía desinflar al Palacio, silenciado por momentos por la preocupación y reactivado a la mínima ocasión. Se calentó la noche cuando Pablo Ramírez y Bruno Taffy vieron una amarilla. ElPozo estaba agarrado al portero jugador, ya a la desesperada. Con el 0-2 en la serie al cuello. El peso del resultado se vio en unos últimos segundos eternos. El éxtasis fue del Jimbee. Tras un partido parecido al del sábado, este 1-2 ya fue saboreado como un título por una afición cartagenera feliz e incansable en la fiesta, en lo alto y casi en el cielo.

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