Aficionados del Jimbee, en las gradas del Palacio de Deportes de Murcia, este sábado. Javier Carrión / AGM
Fútbol sala

La afición de Jimbee entona primero el «¡Sí se puede!»

Un millar de seguidores de Cartagena celebran la victoria en un Palacio de los Deportes repleto para vivir el primer partido de la final en Murcia

Sábado, 15 de junio 2024, 17:41

La Región es la capital nacional del fútbol sala. Hay ganas de derbi. Hay ganas de levantar una Liga. Sería la primera desde 2010 para ... ElPozo. Y la primera de Jimbee en su historia. Ese deseo se dejó notar en las gradas. Fue la mejor entrada del año en el Palacio de los Deportes de Murcia, prácticamente lleno gracias también a los mil seguidores procedentes de Cartagena, que se situaron en la Grada Norte Alta y que antes dieron una calurosa bienvenida al equipo en su llegada. También lució un palco repleto con José Ballesta, alcalde de Murcia, o los presidentes de ambos clubes, José Antonio Bolarín, de ElPozo, y Miguel Ángel Jiménez, de Jimbee.

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No faltó un repertorio de mascotas, con el mítico Cerdinho al frente, y un espectáculo de luces para recibir la salida de ambos equipos, capitaneados por Felipe Valerio y Jesús Izquierdo. En Murcia para comenzar la serie, ondeaban las banderas de ElPozo en una mañana especial. Los propios jugadores locales calentaron con las camisetas conmemorativas de esta final. Cualquier vestimenta roja era buena para apoyar a los charcuteros, ya fuera del Real Murcia, de España o incluso alguna del Manchester United de los 90 con el '7' de David Beckham a la espalda.

El inicio de tú a tú no dejó que ambas aficiones se relajaran. Dani Martínez, novato en un partido así, lo vivía muy atento para pedir un saque de banda o dar indicaciones a Marcel tras las primeras rotaciones. Tampoco perdía detalle el más experimentado Duda, entrenador de la última Liga de ElPozo Murcia y quizá el de la primera de Jimbee Cartagena. Una figura transversal en este derbi estelar de tres capítulos como mínimo.

No llegaban los goles, pero sí buenas jugadas y ocasiones. Los locales se iban creciendo y la grada disfrutaba de un partido que parecía a favor. No se vinieron abajo Jimbee y su gente, que animó al primer córner tras esos minutos de mayor sufrimiento. Si un zurdazo de Motta avivó a los suyos, la quinta falta visitante fue muy celebrada en el Palacio. Un palo de ElPozo también agitó el ambiente. Dani Martínez corría solicitando un tiempo muerto antes de un córner a favor.

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«¡Chemi, Chemi!»

En un partido en donde la rivalidad no pasó a mayores, Jimbee pidió penalti por mano y ElPozo la sexta falta de su rival. Había protestas de unos y otros. Los árbitros decidieron tras la revisión. De pena máxima a doble penalti para la alegría local. Rafa Santos, escondido tras una de las esquinas, no quiso mirar. Las reacciones tras el chut al poste de Gadeia se confundieron y el pívot creyó en un primer momento que había sido gol. El sonido fue inequívoco cuando el millar de seguidores meloneros festejaron el golazo de Mellado a cinco segundos del descanso.

Si no se encontraba con Chemi, ElPozo se chocaba contra otro palo más. La incredulidad aumentaba en una grada que, eso sí, no se desanimaba. Las paradas del portero eran un estímulo para seguir insistiendo. Subió la tensión con varias faltas y las amarillas se empezaron a acumular en Jimbee. Mínguez, Ramírez, Darío, Saura y Mellado ya tenían una. Y llegó otro palo. Ya eran cuatro. Había mucha impotencia acumulada y por eso, cuando Taffy empujó a gol tras el pase de Gadeia, el 1-1 sonó tan fuerte. El Palacio se liberaba con unos banderines que ahora parecían llamas.

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Solo una atención médica sobre Felipe Valerio pudo poner pausa en un partido ya lleno de intensidad con un empate muy incierto. Y cuando Lucao hizo el 1-2 la afición visitante volvió a rugir: «¡Sí se puede!». «¡Chemi, Chemi!» fue el otro cántico de la tarde. El portero seguía brillando y agotando al Palacio. La afición cartagenera ovacionó a los jugadores en un tiempo muerto. La fiesta ya era de Jimbee, que solo vio un empate que no valía, fuera de tiempo. Los seguidores de casa ya habían empezado a marcharse. Tras 40 minutos los jugadores se saludaron cordialmente. ElPozo se ganó el aplauso de los suyos. Aunque la gran alegría fue para Cartagena.

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