Algo pasa en El Palmar, pedanía murciana que ha ganado presencia por tener entre sus vecinos a Carlos Alcaraz. Pero el actual número dos del tenis mundial no es el único deportista natural de esta población que está dando que hablar. Aunque con mucho menos ... ruido, Irene Yao (21 años), vecina del segundo mejor tenista del mundo, se está haciendo un nombre en el kárate. Ha arrancado el año a toda velocidad.
Publicidad
El pasado fin de semana dio un paso más en su primera cita del máximo nivel internacional. Participó en Atenas en una competición sénior de la Serie A mundial y se clasificó para las finales en kata individual y en kata por quipos, consiguiendo ganar el bronceen la segunda modalidad.
«Sinceramente, mi único objetivo era disfrutar y gracias a que de verdad lo hice pude llegar hasta donde llegué. Con trabajo, calma y confianza en mí salieron las cosas muy bien. Estoy súper contenta con el resultado. Fue un empujoncito de adrenalina para comenzar el año y seguir más fuerte de cara a las siguientes competiciones de esta temporada», dice la deportista de El Palmar, quien tiene clara cuál es su meta: «Sería un sueño representar a España en algún campeonato, ponerme el chandal y si es posible hacer sonar el himno. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta».
Irene ha pasado en un año de competición internacional absoluta del puesto 303 del mundo a estar ya en el 'top 40'. El crecimiento ha sido notablemente rápido y se pone como objetivo para este año «conseguir los puntos necesarios para competir en la Premier League, competición a la que solo acceden los 32 mejores de la categoría», dice Irene. Para lograrlo tiene a la vista competiciones en Larnaca (Chipre) y Salzburgo (Austria).
Publicidad
Su ficha
Nacida en La República Popular China, en 2002 llegó a El Palmar de la mano de sus padres José Antonio y Dori, en octubre del 2003. Tenía 11 meses
Con poco más de 3 años empezó a practicar kárate en El Palmar como actividad física, convirtiéndose en su estilo de vida.
Antes de cumplir 16 años se fue a la localidad madrileña de Coslada para entrenar con el técnico internacional Manuel Capetillo.
Palmarés a nivel nacional Bronce en la Liga Nacional en la categoría Junior y en sub-21, 2 veces subcampeona de España, 3 medallas de plata y una de oro en la Liga Nacional.
Esta joven karateca, nacida en 2002 en China, llegó a El Palmar de la mano de sus padres José Antonio y Dori, en octubre del 2003. Tenía once meses. «Con 3 años y medio compaginaba kárate y baile, pero fui creciendo y tuve que decantarme por uno, que fue el kárate», añade a LA VERDAD esta prometedora deportista, quien se inició en este arte marcial casi sin querer. Al principio era como un juego, pero tras conseguir varios campeonatos regionales en categorías inferiores empezó a picarle el gusanillo de querer más, hasta que llegó un momento, antes de cumplir los 16 años, que en Murcia no tenía más recorrido y, junto a su familia, decidió buscar entrenadores de alto rendimiento. Encontró en la localidad madrileña de Coslada a Manuel Capetillo, técnico internacional del Club Kumo Sport, que entrena deportistas de alto nivel todos los fines semana. Esto conllevaba un sacrificio familiar, «ya que todos los sábados, a las 5 de la mañana, marchábamos para Madrid para entrenar todo el fin de semana, y regresar a Murcia el domingo para seguir las clases durante la semana, y entrenamientos 'online' con su entrenador», dice José Antonio, padre de Irene.
Tras varios meses de entrenamiento con Capetillo se empezaron a ver los avances y pronto llegaron los resultados. Irene empezó a llenar su casa de trofeos y medallas, entre las que cabe destacar el bronce logrado en la Liga Nacional, en las categorías júnior y sub-21, en dos ocasiones. Asimismo, se proclamó subcampeona de España, se colgó tres medallas de plata y un oro en la Liga Nacional. Inscrita en la Federación Murciana de Kárate, desde 2021 está reconocida por la Comunidad Autónoma deportista de alto rendimiento.
Publicidad
Murcia se le quedó pequeña y dio el salto a Madrid. Esta decisión obligó, tanto a ella como a su familia, y tener que hacer un esfuerzo, ya que, tanto los entrenamientos como lo viajes a las competiciones los debe costear el propio deportista. Con 19 años da un paso más y decide marcharse a vivir a la capital de España, lo que agrava los gastos, lo que obliga a esta deportista de alto rendimiento a tener que multiplicarse. Irene trabaja, entrena y estudia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la UCAM.
En numerosas ocasiones ha sido llamada a concentraciones de la selección absoluta, donde ha compartido entrenamiento con los mejores del mundo. En su día a día entrena con las más grandes de España, siendo su compañera Paola García, una de las 'top' mundiales, una amiga fundamental para su progreso. En enero del 2022 dio otro paso más y es empezó a competir en campeonatos internacionales en categoría sénior.
Publicidad
A Irene le quede poco tiempo para su vida social, trabaja para una conocida franquicia de heladerías y entrena pero es el camino que ha elegido y del que está orgullosa. «Cuando no trabajaba entrenaba todos los días mañana y tarde, de lunes a domingo. Ahora, al tener que compaginarlo con el trabajo, si no estoy en el gimnasio estoy en el trabajo, y viceversa».
Pero a esta joven karateka de El Palmar no le pesa el poco tiempo que tiene libre para divertirse. «La verdad es que lo que hago me encanta y siempre he disfrutado con el kárate, por eso lo sigo haciendo desde que tenía 8 años. El ambiente es lo que más destaco y si encuentro algún hueco hago un poco de turismo, que nunca viene mal. Lo llevo bien, al final es la vida que he elegido y tengo la suerte de que en casa me apoyan». La frase que impulsa cada día a Irene es 'Si puedes soñarlo puedes hacerlo'.
Publicidad
Los entrenamientos diarios de Irene [cuando no está competiendo solo descansa las tardes de los domingos], «consisten en mejorar poco a poco mi forma de hacer los katas, buscando más velocidad, fuerza, potencia, técnica, y todos los aspectos físicos y técnicos que requieren esta modalidad en el kárate para poder alcanzar mi límite y ver de qué soy capaz».
En su gimnasio destacan su rapidez y su técnica. También su madurez. Irene afronta las críticas como algo natural. En este sentido, dice que «me considero fuerte o débil, dependiendo del momento. Débil cuando me toca afrontar cosas que no he vivido o no puedo controlar y fuerte cuando sé que depende de mí. A día de hoy considero el factor psicológico como la base de cualquier deportista. La verdad es que no me afectan las críticas. Es algo muy normal en este deporte debido a que si quieres llegar arriba con los mejores debes escuchar críticas de tu entrenador y compañeros y corregir lo que haya que corregir».
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.