El Cebé da un paso de gigante hacia la salvación

Esta última victoria tiene mucho valor. El equipo venía de una semana muy difícil en lo anímico, por la lesión de larga duración del homenajeado Cabrera; en lo deportivo, tras una dolorosa derrota entre semana en Santiago de Compostela; y en lo físico, con jugadores salientes de lesión, otros cansados y algunos entre algodones, y tras un viaje de doce horas en autobús desde la capital de Galicia. Todo ello dio más valor si cabe derrotar al Ourense, un equipo de playoff que en el partido de ida ganó por 28 puntos de diferencia y este domingo puso las cosas muy difíciles.

El Cebé se sobrepuso a todas las complicaciones para llevarse la victoria probablemente en una de las semanas más difíciles para el vestuario. Todos lo celebraron con Cabrera, homenajeado antes, durante y después del partido. Es un chico muy querido y su rotura de cruzado provocó un fuerte palo en lo anímico para sus compañeros.

A todo ello se sobrepuso un Cebé titánico, enérgico y dinámico que ni dio un balón por perdido ni perdió la fe en ningún momento. Compitió de tú a tú en todo momento, se levantó de momentos complicados y no le tembló el pulso ni cuando fue por debajo en el marcador ni cuando rentas máximas de diferencia se consumieron. Mantuvo la calma, la concentración y el ritmo alto para no salirse del guion.

Los rebotes de Asier González, el juego en la sombra de Domenech, el papelón de Van Eick para abrir brecha en el último cuarto y la furia de Jordá en los momentos finales acompañaron. También un par de canastas de Gerard Blat prácticamente desde el suelo. El Cebé se gustó y gustó a los alrededor de 2.500 espectadores presentes en las gradas.

Especialmente a destacar los minutos finales de Garuba. El '2' era duda para este partido y hasta el último cuarto solo había participado en 3 minutos; pero su aportación en el último cuarto fue fundamental para apretar defensivamente y mantener a raya a un fantástico Moody, autor de 34 puntos que mantuvo vivo al Ourense hasta el final.

Entre todos llegó una victoria muy importante y una diferencia que terminó en 12, la maxima de toda la mañana, gracias a los 2 finales de Asier González. El décimo triunfo es un espaldarazo anímico para un vestuario que sin Cabrera se reforzará con un base. Y con unión, trabajo y sacrificio peleará por amarrar cuanto antes las dos victorias que teóricamente serán suficientes para salvar la categoría.