Vértigo astrobiológico
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¿Hay otros lugares del universo donde las condiciones propias de un planeta o satélite permitan la aparición de la vida? ¿Cómo podemos saberlo?Secciones
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¿Hay otros lugares del universo donde las condiciones propias de un planeta o satélite permitan la aparición de la vida? ¿Cómo podemos saberlo?Si el vértigo cósmico fue el protagonista de mi anterior participación en esta plural mesa compartida, hoy es el momento prometido de reflexionar sobre las posibilidades de la existencia de vida fuera de la Tierra. ¿Hay otros lugares en el universo donde las condiciones propias ... de un planeta o satélite puedan permitir la aparición de la vida? ¿Cómo podemos saberlo?¿Qué estamos haciendo para acercarnos a ese conocimiento? La astrobiología, esa fusión sublime entre la astronomía y la biología, nos invita a explorar estas preguntas. Es un campo que despierta nuestra imaginación y nos impulsa a aventurarnos más allá de nuestros límites conocidos, en busca de la respuesta a una pregunta inquietante: ¿estamos solos? Sigan leyendo para saberlo.
En los últimos años hemos presenciado un renacimiento en la exploración espacial, con misiones y descubrimientos emocionantes que nos han llevado un paso más hacia la respuesta de este interrogante. La sonda 'Cassini' nos reveló hace unos pocos años la existencia de un océano bajo la corteza de hielo de Encélado, una de las lunas de Saturno. Las imágenes enviadas por esta valiosa exploradora del espacio revelaron columnas de vapor y géiseres que se elevaban hacia el espacio, señales inequívocas de la presencia de agua líquida, un ingrediente esencial para la vida tal y como la conocemos. Un hecho que se ha ratificado hace unas semanas con unas imágenes impactantes del telescopio espacial 'James Webb', donde se han observado columnas de agua de gran extensión. Pero Encélado no es el único objeto de nuestro sistema solar en el que los científicos han puesto el punto de mira sobre las posibilidades de existencia de vida. Hace dos meses, la misión 'Juice' de la Agencia Espacial Europea (ESA) partió hacia el planeta Júpiter para investigar las condiciones propicias para la vida en Europa, Ganímedes y Calixto, tres satélites de este planeta que albergan océanos de agua líquida en su interior. Aunque esta misión no está diseñada con instrumental específico para la detección de lo que conocemos como vida, sí que podemos soñar con alguna sorpresa de modo indirecto. Habrá que esperar más de ocho años, ya que su llegada a la órbita de Júpiter será en julio de 2031. Otra misión que nos puede dar una «sorpresa» es la sonda 'Europa Clipper' de la NASA, actualmente en desarrollo, y programada para ser lanzada el año que viene hacia el satélite galileano Europa.
Pero no debemos detenemos en nuestro sistema solar. Los exoplanetas, esos mundos distantes que orbitan otras estrellas, han capturado nuestra atención y nos han revelado la diversidad asombrosa que puede existir más allá de nuestro vecindario estelar. Se han confirmado unos cinco mil, pero el universo debe de estar repleto de ellos. Entre los descubiertos y los miles de millones por descubrir, todo indica que algunos pueden ser potencialmente habitables, lugares donde las condiciones podrían permitir la aparición de vida. En cada estrella que brilla en la oscuridad de la noche, en cada planeta que orbita alrededor de su sol, existe la posibilidad de un nuevo capítulo en la historia de la vida en el universo.
La búsqueda de vida más allá de la Tierra es un reclamo cósmico que resuena en nuestros anhelos más profundos. Nos impulsa a explorar, a desafiar los límites de nuestro conocimiento y a imaginar un mundo donde no estamos solos. El vértigo está ahí, resonando en cada uno de nosotros, impulsándonos a mirar más allá de nuestras fronteras y a abrazar la posibilidad de que la vida, en alguna forma u otra, pueda existir más allá de nuestra querida Tierra. Podemos soñar, mirando a las estrellas, con los mundos que podríamos descubrir, pero tenemos que recordar que la ciencia se basa en la evidencia. Hasta ahora, no hay certeza alguna de que estemos acompañados. Pero la reflexión sobre nuestro lugar en el universo, mediante la búsqueda de otros mundos, constituye una aventura de la imaginación y una invitación para explorar las posibilidades infinitas que nos aguardan en los confines del espacio. Algo que puede ser inspirador y motivante.
¿Estamos solos? No tenemos la menor idea, pero quizá algún día obtengamos una respuesta que nos saque del centro del universo biológico, como fuimos sacados del centro del universo físico por Copérnico. La confirmación de nuestra insignificancia. Mientras tanto, como decía Kavafis en su poema 'Ítaca', habrá que disfrutar de un largo camino, lleno de aventuras y experiencias, y sin temer a los monstruos que puedan aparecer en nuestra travesía.
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