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«Conspirar significa respirar juntos. Por eso quiero que este sea un momento de conspiración a través de la paz». Así selló su particular trato con el público de Murcia la periodista Lydia Cacho (Ciudad de México, 1963) al comienzo de la charla 'La aventura de vivir sin miedo', ayer, en el Patio de Columnas del Palacio de Almudí. La autora ofreció esta conferencia un día antes de la representación, este viernes, en el Teatro Romea, de 'La infamia', una obra protagonizada por Marta Nieto y dirigida por José Martret que es la adaptación del libro 'Memorias de una infamia', en el que se retrata el secuestro y tortura que sufrió en 2005, un viaje en coche que duró más de 24 horas en el que cruzó el país sufriendo constantes torturas y amenazas de muerte.
Durante el encuentro, la periodista se remontó a sus orígenes. Fue criada en una familia militar. Hija de mexicano y francesa, su madre «que se había formado en las ideas feministas en Francia» fue todo un referente en su desarrollo y una gran consejera. «Mi madre decía que las personas que viven su propia vida no importa las heridas que lleven consigo, siempre son capaces de mirar el lado luminoso de la existencia».
Sobre sus primeras experiencias como reportera en México, «descubrí que la gente quería hablar conmigo porque crecí en una familia en la que nos lo contábamos todo y hablábamos de nuestros sentimientos abiertamente», explica Cacho. «Pero aprendí que ponerle una grabadora a una persona no era cómodo y la periodista Elena Poniatowska me recomendó que siempre llevara un bolígrafo y una libreta». Esa fue una de las primeras lecciones para la reportera que encontró un nuevo aprendizaje en «las amigas feministas de mi madre y sus historias, eran mujeres valientes».
Con tranquilidad, la periodista contó la primera vez que sintió como un arma le apuntaba a la cabeza tras denunciar a «un hombre importante» y descubrió en primera persona la inacción de la policía. Un suceso que vivió con templanza: «Aprendí a distinguir lo que siento y lo que pienso y tomar una postura sobre ello. Cuando decides que lo que te pasa lo vas a convertir en algo útil, la rabia se transforma en acción», explicó la activista, que hizo referencia a lo que hoy en día se denomina inteligencia emocional. «Cuando estamos atrapados en la rabia hay que hacerse una pregunta, ¿qué hago con esto que me pasa en lugar de enojarme? y así es como se puede cambiar el mundo».
La periodista se detuvo también en cómo surgió la publicación, en 2005, del libro 'Los demonios del edén', que destapó una red de trata y explotación infantil en México, en el estado de Quintana Roo. Antes de su publicación la periodista mexicana comenzó a recibir amenazas de muerte al descubrir que en esta red estaban implicados senadores, congresistas y amigos del presidente de la República. Cacho estuvo encarcelada acusada de difamación, aunque pudo demostrar que lo que contaba era totalmente cierto. Fue torturada y hoy todavía sigue amenazada por las revelaciones de sus investigaciones sobre prostitución infantil en las que sacó a la luz una red de pedófilos con nombres de políticos y empresarios. Una historia que revela en 'Memorias de una infamia', un libro en el que cuenta cómo opera el sistema, en particular los más poderosos priístas para proteger a pederastas que esclavizan niñas y niños en México. Esta profesional se atrevió a poner nombre y rostro a quienes, ahora de vuelta en el poder total, pretenden arrasar con el periodismo de investigación del país.
Siempre motivada a seguir trabajando a pesar de las dificultades y las amenazas que aún hoy pesan sobre su vida, la mexicana ha ejercido el periodismo de investigación en 143 países de todo el mundo. Ahora, desde 2018, vive exiliada en España desde que unos sicarios allanaran su casa y mataran a sus tres perras. Pero nada frena sus investigaciones periodísticas. «Nunca me he prestado a jugar a ser víctima para que me crean y siempre he tenido como referencia a las mujeres valientes –recordó–. Aprendí de ellos que hay momentos en los que tienes que entregar el corazón y otros en los que la cabeza debe mandar». «Si aprendemos a procesar el miedo podremos vivir una vida con dignidad luchando las mejores batallas para conseguir la libertad y el respeto a los seres humanos», concluyó la periodista.
Cacho es una escritora prolífica. Ha publicado 19 libros que se han traducido a varios idiomas y ha recibido decenas de galardones por su trabajo, entre ellos el Premio Mundial de la Libertad de Prensa Unesco-Guillermo Cano (2008) y el Nicolás Salmerón de Derechos Humanos (2013). Su último libro publicado es 'Cartas de amor y rebeldía'. En él, la reportera descubre sin pudor aspectos de su vida íntima. Un nítido retrato de una vida entregada a la búsqueda existencial, al romance, la pasión, la poesía y la indignación de vivir en un mundo injusto.
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