Torbellino de energía

Hace veinticinco años Boaz Berman, bailarín israelí, Eylon Nuphar, dramaturga/compositora, y el productor Roy Oferen tuvieron la idea de crear en Tel-Aviv un ... pequeño grupo de danza basada en la percusión. La originalidad de los montajes, junto a la intención comunicativa, derivaron en una cadena continua de éxitos y demanda internacional de tal calibre que solo el nombre, en hebreo habilidad, destreza, fue adoptando el aval de calidad para cualquier programador. De aquellos inicios, con cuatro integrantes bailarines, el Mayumana actual es una gran compañía cuyos componentes o 'performers' van rotando dominando ritmo, baile, teatro, música, canto y gimnasia, sometidos a una rigurosa disciplina de ensayos que aseguren la coordinación perfecta en escena superando las continuas dificultades que las impactantes coreografías van a presentar en cada función. En Murcia ya los hemos visto desde el 2003 en unas seis ocasiones, causando una gran sensación el torbellino de energía que despierta cada montaje basado en diferentes ideas, como el paso del tiempo en 'Momentum' (2008) o 'Racconto' (2014) contando su propia historia. Ahora, en 'Currents' la disputa entre corriente alterna o contínua de Edison y Tesla pasa a ser el tema de la transformación de esa energía llevándonos de un inicio tranquilo, una chica y una guitarra, al desborde intencionado de dos grupos, uno por cada forma de energía, en una inundación pletórica de movimientos en la que rebosan elementos básicos como un cubo de basura, unas aletas o una mesa que junto al cuerpo humano son instrumentos de percusión. Estos elementos son los básicos en Mayumana por lo que el secreto del éxito de cada espectáculo depende de la puesta en escena como la de 'Currents', que combinada con un audiovisual sobresaliente, grabación/reproducción instantánea sumerge al espectador en la propia escenografía. El esfuerzo físico necesita un descanso y entonces es cuando los bailarines son actores cómicos que sorprenden al público bajando a la sala en un diálogo supersimpático a modo de intermedio para volver a recuperar los ritmos frenéticos que, adornados por palmas rítmicas aprendidas y unas ganas enormes de pasarlo bien, nos convierte a todos en Mayumana.