Un tiovivo de emociones en la plaza de Las Ventas

Pesó el primero de la tarde, de nombre Hechicero, 617 kilos. Un toro imponente, aplaudido de salida por su trapío.Desentendido de los capotes, llegó sin definir a la muleta de Ureña que firmó un buen inicio de faena, rodilla en tierra, doblándose con el animal. En el tercio planteó faena, sacando del toro el poco fondo que tenía – se paró muy pronto- y exponiendo con la franela en la zurda. Se tiró a matar por derecho. El toro echó la cara arriba propinándole un pitonazo en el brazo. Tuvo que descabellar. Hubo pitos para el toro y palmas para el torero.

Con el cuarto perdió el triunfo por la espada. No se dejó torear de capa el Fuente Ymbropero Paco lo brindó desde los medios y pronto, después de unos ayudados por alto, comenzó a torear al natural, firmando los momentos de más torería de la tarde. Le faltó fondo al animal para aguantar series largas y el lorquino lo entendió a la perfección dibujando pases de pecho y muletazos por bajo de mucho empaque y verdad. Tenia el trofeo en la mano, pero la tizona quedó muy caída. Saludó una gran ovación.

Tuvo que lidiar el sexto por la cogida de Roca Rey. Toro peligroso que no tuvo un pase y le hizo pasar un quinario en banderillas a la cuadrilla del peruano. Ureña bastante hizo con darle muerte de estocada y descabello.

Galopó el segundo de la tarde en el saludo de capa de Roca Rey, que cerró con una media verónica de categoría. Hizo buena pelea en varas el Fuente Ymbro y entró al quite Víctor Hernández, por saltilleras de enorme ajuste.

Roca Rey fue hasta los medios a brindar su faena al público y comenzó su faena, que por la división del público fue un tiovivo de emociones, con las dos rodillas en tierra, consiguiendo un pase cambiado increíble. Tuvo la virtud el astado de galopar y repetir y en los medios aprovechó su condición el peruano, ligando series de toreo en redondo con el torero encoraginado. Con la zurda tuvo más complejidad el bovino. El sector mas radical protestó la colocación del torero que si algo tuvo fue honradez para quedarse quieto hasta sufrir una espeluznante cogida que puso al resto de la plaza a su favor y en pie de guerra frente a los detractores. No hay duda que la gran figura del momento levanta todo tipo de pasiones. Ganaron los del sí y tras dos avisos paseó una oreja, protestada por muchos otros, que recogió camino de la enfermería.

Variado con el capote estuvo Víctor Hernández con el tercero, ovacionado de salida por su seriedad en la encordadura. Entró al quite Ureña, por delantales. En la muleta se movió el burel, sin humillar, y lo citó de lejos el joven diestro en un inicio prometedor. Dos series de naturales, buenas, de bonito remate con la trincherilla y el de la firma metieron al público en una labor que bajó hasta que llegó una fuerte voltereta que dio emoción al final de faena, cerrada con arriesgadas bernadinas. Mató de entera y paseó un trofeo. Con Roca en la enfermería, Hernández volvió a torear en quinto lugar. Sorteó un toro muy bravo, que pidió mando y que el torero no supo dárselo siempre en una faena de mucha entrega en la que citó de lejos y sufrió un pitonazo en la cara y una voltereta. Un mete y saca precedió a la estocada puso el broche. Fue ovacionado.