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La artista plástica y profesora asociada Rosana Sitcha, con el siena entre las manos en uno de sus rincones favoritos de la Facultad de Bellas Artes de la UMU. Martínez Bueso
Rosana Sitcha, virtuosa plástica de la femineidad y lo urbano

Rosana Sitcha, virtuosa plástica de la femineidad y lo urbano

La semana de ·

La pintora cartagenera, autoexigente y extrovertida, compagina arte, docencia y maternidad mientras ultima dos exposiciones individuales en la murciana Arquitectura de Barrio y en la Ermita de San Roque de Fuente Álamo

Domingo, 17 de marzo 2024, 07:49

Ningún sendero se bifurcaría en el jardín de Borges si su protagonista fuera la artista plástica Rosana Sitcha, quien nunca concibió su vida alejada de la pintura ni trazó un plan secundario por si le venían mal dadas. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, de sus años de Bachiller en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia absorbió e hizo aún más suya la pasión del también pintor y profesor Alejandro Franco, una ilusión por el arte que desde hace casi tres años trata de imprimir a las nuevas generaciones de estudiantes de Bellas Artes de la Universidad de Murcia (UMU), en la que es profesora asociada.

Obstinada o más bien camota, como le gusta definirse, autoexigente a veces hasta llegar al boicot y organizada en sus rutinas y proyectos, mantiene y perfecciona a diario sus dos leitmotivs pictóricos, el paisaje urbano y el retrato femenino. Tras vivir diez años en Madrid, experiencia que confiesa no querer repetir, de nuevo en Cartagena ha recuperado el sueño de montar una academia-estudio que lleve su nombre, una planta baja en la que crezca, entre lienzos y pinceles, su hija Siena.

Con el caballete a cuestas entre su casa y la de sus padres, la risa en la voz y aún saboreando las mieles de sus dos últimas muestras individuales -'Cartagena, ciudad con arte' e 'Immersae'-, perfila sus dos próximas exposiciones en solitario, todavía sin bautizar. La primera, que se inaugurará en abril en el estudio y sala murciana Arquitectura de Barrio, versará sobre paisaje urbano y estará centrada en los sugerentes reflejos de escaparates de Nueva York, Londres, Madrid, Cartagena, Murcia o Cádiz.

La segunda, con el retrato femenino por bandera, la llevará en noviembre a la Ermita de San Roque de Fuente Álamo. Poco disciplinada para el deporte y cocinillas por convicción y dedicación, se reivindica como mujer, madre y profesional y no escamotea méritos a la suerte, consciente de que el talento y el trabajo no siempre conducen al éxito. Aparcados por un tiempo los viajes, reconoce que la pintura es su mejor psicóloga y tabla de salvación.

Tras exponer en galerías de Estados Unidos, Italia y España, afronta el día a día con espíritu mediterráneo y peleón, subyugada por el agua y el cristal, la luz y los reflejos, a veces sólidos, a veces líquidos, en los que su arte devuelve refractad su propia naturaleza.

  1. Lunes

11.00 horas. Estoy satisfecha de poder vivir o sobrevivir de la pintura. Soy consciente de que hay gente que está mejor, que gana más dinero y está en muchos más sitios..., pero poder pintar todos los días es un sueño hecho realidad. Es mi mejor terapia, mi psicóloga. La pintura me ha sacado a flote en momentos muy complicados de mi vida. Es una suerte poder llevar veinte años dedicándome a ella, y he tenido además el apoyo de mi familia. Mi madre me ha animado a todo y a que no me quede con ninguna espinita.

  1. Martes

18.00 horas. Hay mucho potencial en la Región de Murcia, hay gente muy buena, artistas más conceptuales y más realistas. Tenemos una gran cartera de pintores y de pintoras. Puedes tener talento y ser muy trabajador pero no encontrar ese trampolín para pasar de cero a cien, aunque la suerte también hay que ir buscarla, porque la galería no va a tu casa a ver qué haces. Percibo que en la Región hay galerías a las que es muy complicado acceder para que te puedan promocionar fuera. Las grandes ayudas casi siempre llegan a los mismos y están respaldadas por ciertas galerías. No sé si se trata de algo de elitismo o simplemente que algunos artistas no encajan. Me he centrado mucho en la galería Jorge Alcolea de Madrid, con la que trabajo desde hace años, y ahora estoy muy ilusionada con exponer en Arquitectura de Barrio, que me la recomendó Nono [García]. Me gusta mucho el sitio y hace tiempo que no expongo en Murcia.

  1. Miércoles

16.00 horas. Me gusta pintar sola, es mi momento para mí, aunque soy una persona muy social. Viviendo en Madrid iba a muchas galerías, a inauguraciones y exposiciones. También trato de hacerlo ahora. Además de mis amigas del cole, las de toda la vida, mi grupo de amigos son casi todos chicos y pintores: Juanjo Martínez Cánovas, Antonio Tapia, Nono García, Torregar, Pepe Montijo... Me encanta quedar con ellos, soy la chica del grupo desde hace mil años. Hablamos de pintura pero también de muchas tonterías. Juntos desconectamos.

  1. Jueves

12.30 horas. Como referente de ilusión tengo a Alejandro Franco, que fue mi profesor de dibujo y técnicas gráfico-plásticas en Bachillerato. Me marcó en mi trayectoria de alumna. Por eso ahora, como profe en la universidad, trato de transmitir esa pasión, ilusión, emoción… Nunca pensé que acabaría dando clases en la universidad, y la verdad es que es otro sueño cumplido. Estuve años preparándome oposiciones a Secundaria, pero cuando me fui a vivir a Madrid me echaron de la lista y sentí que fue una liberación.

13.30 horas. Vivo eternamente preocupada por el tema de las redes sociales. La gente joven está perdiendo el interés por relacionarse de forma no virtual. Percibo menos retos personales, menos ganas de lograr un trabajo bien hecho. Creo que la carrera de Bellas Artes es para disfrutar como si no hubiera un mañana. Cuando yo estudiaba -les explico aunque parezca una abuela- me quedaba todo el día en la Facultad, me abrían clases, alguna vez hasta me han apagado las luces y he salido corriendo por los pasillos porque me quedaba encerrada. Ahora, están con los móviles, y ver un vídeo de siete minutos les parece una pérdida de tiempo. Prima la inmediatez, la cara bonita de las cosas, y siguen las vidas de personas que ni son reales. Hay veces que, si la gente no te ve en Instagram publicando todos los días, lanza el mensaje de que «Rosana ya no pinta». Sin embargo, desde que nació mi hija he hecho dos individuales, y ahora voy a hacer otras dos.

  1. Viernes

21.00 horas. Antes oía más la radio, veía las noticias, seguía las redes sociales… Desde que nació mi hija, puede venir el apocalipsis que a mí me va a pillar desprevenida. Vivo un poco alejada de la actualidad, me pone al día mi marido. El rato que tengo para mí es para pintar o descansar. Sigo mucho el programa de Cadena Ser 'Si amanece nos vamos', oigo el pódcast de la sección 'El juego de los detectives'. Es una evasión que me encanta. Por la noche, cuando la peque duerme, mi marido y yo vemos alguna serie. Estamos viendo la última temporada de 'Fargo'.

  1. Sábado

10.00 horas. Nunca he sido de hacer ejercicio y en mi vida he pisado un gimnasio, aunque ahora hago mucho levantamiento de peso y sentadillas con mi hija. Soy muy poco disciplinada para el deporte.

  1. Domingo

10.00 horas. Los fines de semana pasamos el día en el campo o en la playa. Tenemos los viajes bastante aparcados ahora mismo. Mi marido va mucho a Madrid por trabajo, y cuando pasea por el centro me hace fotos de lo que voy buscando, escaparates, reflejos… La pandemia nos pilló a los dos solos en Madrid. Entonces, la pintura me salvó la vida. Ahí surgió el proyecto 12x12 cm de 'Cartagena, ciudad con arte'. A mi marido se le ocurrió diseñar las cajitas y fue un exitazo, vendí muchísima obra. Gracias a esos 'cuadricos' salvé económica y anímicamente esa época.

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